La selva del Darién ha cobrado la vida de, al menos, 12 migrantes en lo corrido del año

Cerca de 17.000 personas han cruzado de manera irregular el paso fronterizo entre Colombia y Panamá, rumbo a Norteamérica.

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30/03/2021 La cantidad de niños
30/03/2021 La cantidad de niños que cruzan la selva de Panamá hacia EEUU se multiplica por 15 en cuatro años. La cantidad de niños y adolescentes que emigran hacia Estados Unidos a través de la peligrosa selva de Darién, entre Colombia y Panamá, se ha multiplicado por 15 en los últimos cuatro años, según ha alertado el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). SOCIEDAD ESPAÑA EUROPA MADRID INTERNACIONAL UNICEF/UN0433742/MORENO GONZALEZ

La peligrosa y espesa selva que cubre la frontera de Colombia con el istmo de Panamá llamada Darién, es uno de los sectores más peligrosos y complejos a los que se enfrentan los migrantes irregulares en su camino hacia el norte del continente.

De acuerdo con el ministro de Seguridad panameño, Juan Pino, a lo largo del año cerca de 17.000 personas han cruzado a pie por la selva del Darién camino a Norte América, pero al menos una docena de ellos no han logrado la odisea.

“El Darién es una selva muy dura, muy espesa, la crecida de los ríos también, han habido aproximadamente 12 personas, migrantes, que han perdido la vida, que los han agarrado cabezas de agua y todo lo demás”, dijo Pino en unas declaraciones difundidas por el Ministerio de Seguridad Pública.

Las autoridades panameñas hallaron al menos siete cadáveres en el río Darién en el mes de abril, que ya se encuentran en investigación del Ministerio Público de ese país, aunque al parecer las personas se ahogaron cuando cruzaban el río Darién debido a la llegada de la temporada de lluvias que hace más difíciles las condiciones para el paso humano de ese tramo tropical.

Sin embargo, las dificultades no son únicamente naturales, también las hay criminales, pues en ese sector, especialmente del lado colombiano, actúan diversos grupos armados y narcotraficantes que controlan el Golfo de Urabá y se disputan rutas de narcotráfico.

De acuerdo con la Agencia EFE, la Fiscalía de Panamá también investiga la violación de dos menores migrantes, de 12 y 16 años, un caso denunciado por la Defensoría del Pueblo cuyo titular, Eduardo Leblanc, dijo a Efe que ya había cinco personas capturadas por este hecho.

Muchos migrantes reconocen los peligros de la selva y han relatado a Efe que han visto morir a compañeros de viaje por la inclemencia de la naturaleza, pero también denuncian que son víctimas de delincuentes que cometen asaltos y violaciones contra ellos.

Pino agregó que el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) ha realizado “dos operaciones exitosas” en la que se ha detenido a “ciudadanos colombianos”, en un número que no precisó, que “atacaban” a los migrantes en tránsito, y que algunos de ellos ya fueron condenados por la Justicia local.

El jefe del Ministerio Público de Panamá visitó el sector del Darién donde se han reforzado las medidas de seguridad, debido al cierre fronterizo que realizó Panamá con Colombia, desde el pasado 20 de mayo, por la situación de contagios en el país.

Pese a ese cierre fronterizo y el paso controlado que ejercen las autoridades en la frontera con Colombia desde hace varios años, según Pino en lo corrido del año han cruzado más de 17.000 personas que en su mayoría tienen el objetivo de llegar a Estados Unidos.

Los migrantes son llevados a estaciones migratorias que se ubican en Bajo Chiquito, Lajas Blancas y San Vicente, así como en la frontera con Costa Rica, donde se toman los datos. La mayoría de los caminantes son haitianos, muchos de ellos que salieron de la isla en 2010 a causa del terremoto y se habían ubicado en países Suramericanos.

Durante Semana Santa, pese a la pandemia, según las autoridades de Panamá, cruzaron por ese sector hasta 2.700 personas que se habían quedado varadas a causa de la dificultad del paso fronterizo. Incluso, algunos menores solos habían llegado a bordo de lanchas.

Algunas organizaciones criminales engañan a los migrantes a quienes dejan a su suerte para pasar el complejo camino de cinco días, mientras que grupos armados los hostigan en medio de la selva.

Durante este año, la canciller Erika Mouynes ha buscado con las autoridades de Exteriores colombianas un acuerdo para controlar el flujo migratorio para evitar que se convierta en una situación más compleja.

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