La historia de una madre que tiene una hija en el Esmad y un hijo en las manifestaciones

Desde que comenzó el paro el 28 de abril, diariamente se han escuchado noticias sobre enfrentamientos entre policías y ciudadanos, esta madre cuenta el drama y el dolor de tener un hijo en cada lado de las protestas.

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Integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios
Integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) enfrentan manifestantes durante una nueva jornada de protestas en el marco del Paro Nacional en el sector de Usme, sur de Bogotá (Colombia). EFE/ Mauricio Dueñas Castañeda /Archivo

El Paro Nacional que lleva más de un mes, ha sido un espacio que ha dejado en evidencia diferentes problemáticas sociales, políticas y culturales. Una de las más fuertes y que se ha vuelto tema de discordia y discusión entre el Comité del Paro y el Gobierno ha sido cómo están planteadas las instituciones de seguridad ciudadana en el país, en este contexto puntual la policía y los antimotines. Esta discusión se ha creado debido a las altas denuncias de violencia y violación de derechos humanos de agentes contra la ciudadanía y que han quedo grabados en videos e imagenes que se han compartido mediante redes sociales.

Lo más lamentable de todo esto, es que en el marco de las protestas ciudadanos y agentes de la policía han sido víctimas de muerte, heridas, violencia sexual entre otros. En este panorama de crisis institucional Noticias RCN dio a conocer el caso de Miriam, una madre que ha tenido que enfrentarse a un gran desafío al interior de su casa y es que por un lado su hija es una uniformada del Esmad y por otro, su hijo es manifestante y en los últimos, días han enfrentado estas diferencias en el Portal de las Américas.

“Hoy en día soy mamá y me duele la situación del país porque tengo una que es militar, con 20 añitos, es del Esmad, tristemente se enfrenta a los muchachos. Además, tengo un hijo de 16 años que hace parte de la juventud, de los que están protestando, destruyendo prácticamente la ciudad. Me siento entre la espada y la pared. Hablo con mis hijos con ambas partes”, contó la mujer.

La madre de los jóvenes, que no esta ha favor de los daños que se han presentado en la protesta ha hablado con su hijo de 16 años para que no salga, pero la respuesta que ha recibido es negativa y ha señalado que hasta que el Estado no negocié y haya un cambio él no dejará de salir a las calles.

El varón me dice que él no va a dejar hasta que el Gobierno no negocie lo que ellos quieren y pues tristemente los militares son los que están poniendo la vida por un país completo. Hasta por ellos mismos defenderse los acusan de muchas cosas, pero lo que no miran los jóvenes es la posición en la que ellos están, ellos no miran que los otros también son humanos como son ellos”, relató la mujer desesperada.

Miriam que trabaja en una empresa de servicios varios y en el último mes ha tenido que movilizarse combinando dos horas de ida a su trabajo y dos horas de vuelta por la situación que ha afectado de forma dramática el medio de transporte al interior de la capital.

“Es triste. No es solamente mi barrio, es toda Bogotá que está así. El paro es aceptable, lo que no es aceptable es como los disturbios, la destrucción que tiene la ciudad y el enfrentamiento que entre ellos mismos se están llevando”, afirmó.

Pese a que este factor le disgusta y le parece preocupante, lo que más le preocupa es la vida de sus hijo, pues todos los días se escucha sobre muertes y heridos por cuenta de la violencia que ha desatado el estallido social.

Desde que comenzó esto, siempre he temiendo por la vida de mis hijos. Puede ser el hijo mío el que pueda estar matando a su propia hermana o puede ser viceversa. Es muy triste porque le queda a uno la sensación de qué va a suceder, cuando diariamente se enfrentan como dos enemigos”, puntualizó Miriam.

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