En entrevista con la revista Semana, Andrés Escobar, un empresario caleño que se convirtió tendencia en redes sociales, tras ser captado con un arma disparando en medio de manifestaciones y protestas, hace una semana en hechos que sucedieron en la zona Ciudad Jardín, al sur de la capital vallecaucana, relató cómo fueron los momentos en los que decidió hacer uso del arma y lo que ha pasado luego de ello.
En diálogo con la revista, Escobar relató que todo empezó cuando a plena luz del día, un número de personas empezó agolparse en cercanías a su lugar de trabajo y vivienda, todo estaba de manera pacífica, hasta que personas ajenas al verdadero objetivo de las marchas aprovecharon la movilización para empezar hacer daños a locales y viviendas en el sector.
“Ese día se presentó una situación bastante complicada. Efectivamente los manifestantes hicieron un bloqueo y se empezaron a acumular varios de ellos. Quiero marcar una diferencia entre manifestantes y vándalos porque no todo manifestante es un vándalo. No hay que hacer esos señalamientos como tal porque hay gente que está ejerciendo su derecho a la protesta. El problema está en las personas que sí vienen con esos objetivos y efectivamente estaban generando muchos daños”, sostuvo Escobar al medio.
A la pregunta de qué fue lo que pasó para decidir usar el arma, el empresario indicó que él se encontraba en la oficina, lugar cercano a su vivienda, cuando empezó a ver videos en redes sociales del caos que se vivía en el sector, las detonaciones, la piedra y papas bombas tenían acorralados a los uniformados del CAI de la zona, por lo que él tomó la decisión de llegar al lugar y hacer frente para que sujetos no lograran hacerle más daño a la ciudad.
“Cuando empiezas a ver esas detonaciones da una sensación de pánico, peligro y decido salir. Cuando llegó al puente de la carrera 102, donde está el CAI de Policía, encontramos que había muy pocos efectivos y eran demasiados los que venían de la zona de los manifestantes. Estaban avanzando y había un policía ondeando una bandera blanca en símbolo de paz para tratar de alivianar los ánimos, pero no sirvió, ellos siguieran avanzando se sintió pánico y peligro extremo que es cuando tomo la decisión de hacer unos disparos de disuasión al aire con mi arma traumática, no letal”, detalló el empresario en su relato a Semana.
Asimismo, agregó que si él y otras personas del lugar hubiesen tomado acción y “se hubieran tomado el CAI se habría generado un empoderamiento que ya de ahí para allá hubieran ido por toda la zona comercial donde había muchos locales vulnerables”, señaló Escobar.
Al hablar del arma que portaba el día de los hechos, Escobar le indicó al medio que se trata de un arma traumática, no letal, pues aseguró que su objetivo no era hacerle daño a alguien, sino que buscaba neutralizar la situación.
De igual manera, respondió que efectivamente el arma es suya y que la tenía porque ha practicado de forma deportiva en el polígono y que también era una manera de defenderse en en casos de inseguridad.
“La tenía conmigo porque digamos que se ha generado una situación de inseguridad sin precedentes en Colombia y en especial en Cali, que ha sido el epicentro de toda esta problemática. Es de cierta para salvaguardar mi integridad física y la de mi familia”, explicó el empresario.
Sobre si es consciente de su error, Escobar expresó que sí y que por ello pedía una disculpa pública a Colombia. “Yo amo Cali y lo último que quiero es crear una división, un discurso de odio, promover que se arme la gente como en el paramilitarismo. No tengo esa visión hacia las personas”, aseguró al medio.
Luego de ser tendencia en redes sociales, reveló que ha sido una semana en la que ha sido víctima de amenazas y ha sido señalado de ser paramilitar y asesino, por lo que insistió en pedir disculpas.
“Me dicen asesino y yo nunca lo he hecho, no tengo ni siquiera un antecedente judicial. Pido una disculpa porque esto pudo ser tomado como una incitación al odio, una incitación a que se arme la gente contra el pueblo. Pero no es así, nunca fue mi intención, nada lo justifica”, manifestó el empresario durante la entrevista.
Asimismo, reveló que pese a la circunstancia, varios amigos y familiares lo han acompañado y dado ánimo, ya que según él son personas que lo conocen y saben la persona que él es. Sin embargo, destacó “han sido días bastante difíciles, de mucho aprendizaje. Ha sido difícil digerir esto, asimilarlo.”
Señaló que actualmente teme por su vida, pues manifestó que “es mucho el odio que se generó mediáticamente hacia mí.”
Al finalizar contó que no volvería a portar su arma traumática, pues la dejará guardada como un recuerdo de una experiencia que nunca podrá olvidar, pues los efectos han repercutido no solo en su familia sino en su vida laboral, ya que trabaja en el sector del marketing y la publicidad y varios de sus clientes, personajes famosos en redes sociales y hasta marcas, decidieron cancelar contratos a raíz de los hechos.
“Yo no soy influencer como tal, ni me he interesado en serlo, siempre he estado detrás de ellos. He asesorado, he manejado cuentas de ellos y los he vinculado a campañas comerciales de las marcas con las que trabajo. Hay varios clientes que por miedo a cualquier represalia que pudiera tomar con ellos han cancelado los contratos”, contó el empresario a la revista Semana.
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