FLIP condena ataque de parte de un policía denunciado por periodista en Bogotá

La Fundación para la Libertad de Prensa informó que el fotorreportero también fue víctima de una patada.

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Nicolás Sánchez, fotorreportero independiente


Foto: Colombia
Nicolás Sánchez, fotorreportero independiente Foto: Colombia Informa

Este miércoles en la noche Nicolás Sánchez, un fotorreportero independiente recibió un ataque con arma blanca y también lo habrían pateado en la cara, el joven asegura que ambas acciones las ejercieron miembros de la Policía Nacional en el sector de Marichuela, en la localidad de Usme en Bogotá.

Ante los hechos, la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP) condenó la situación y expuso que la puñalada fue en el glúteo de Sánchez además de haber recibido la patada. “Un funcionario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobierno de Bogotá, quien se encontraba en el lugar y asistió al periodista, informó a la FLIP que ninguno de los uniformados tenía identificación visible y que el caso ya está en ruta para investigación en la Secretaría de Gobierno.

La Fundación para la Libertad de Prensa alertó a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, a la Relatoría Especial para la Libertad de Prensa y a la Defensoría del Pueblo para que conozcan el tema y le exigieron a la Policía Nacional y a la Procuraduría General que investiguen la presunta agresión de los uniformados y que, en caso tal, condenen a los responsables.

“Este caso se suma al patrón de ataques contra la prensa perpetrados por la fuerza pública que alcanzan 108 agresiones en 34 días de protestas. En total la FLIP ha registrado 210 agresiones y 243 víctimas durante las manifestaciones de este año”, señaló.

El reportero explicó que estaba junto a un compañero cuando los Policías se le acercaron y se dio la agresión. “Mi compañero y yo nos acercamos para tener un mejor registro, dentro de eso la fuerza disponible arremete contra nosotros y contra los manifestantes”.

Sánchez explicó que unos patrulleros se acercaron y uno de ellos lo puso contra la pared mientras otro lo golpeó fuerte por el sector de la pierna, haciéndolo caer. “Mi compañero se acerca a mí para protegerme porque tres policías más se nos acercan y uno de ellos me propicia una patada en la cara, yo quedo medio desorientado”. Ante esto empezaron a gritarle por ayuda a los gestores de convivencia y de derechos humanos, “yo reviso mi pierna y noto un sangrado, ahí es cuando llega un chico de primeros auxilios y los uniformados se van”, contó.

Finalmente dice que tuvieron que montarlo en una tabla de la primera línea porque, denuncia, la Policía no dejó llegar una ambulancia para auxiliarlo. Gracias a un taxi pudo llegar a un centro médico donde le cogieron cinco puntos de sutura en la herida.

En Usme denunciaron que supuestamente un policía agredió con arma blanca a un fotógrafo

Alrededor de 90 fotógrafos y videógrafos colombianos denunciaron este martes los permanentes ataques y atropellos de los que han sido víctimas, la mayoría de estos por parte de la fuerza pública durante el cubrimiento de las protestas del paro nacional que cumplen más de un mes en el país.

A través de un comunicado, los reporteros independientes y de diferentes medios nacionales e internacionales exigieron respeto por su vida e integridad física, así como por su derecho a desarrollar el libre ejercicio del fotoperiodismo durante las manifestaciones sociales que iniciaron el pasado 28 de abril.

Estos hechos son muestra de una clara intención de censura para coartar la información y la liberta de prensa; nuestra labor es garantizar la circulación de información veraz, vital para seguir proclamándonos una sociedad democrática, tal como lo declara la Constitución Política de Colombia de 1991, en su artículo 20”, indicaron los reporteros en el documento.

A su vez, señalaron que durante estos días de protestas, que se han desarrollado en todo territorio nacional en contra del gobierno de Iván Duque y en manifestación de reclamos históricos por parte de la sociedad, han desarrollado su oficio “viéndose expuestos, vulnerados y en riesgo permanente no solo de manera física sino también de nuestro trabajo”.

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