Se cumplen 18 años de la impresionante victoria de Juan Pablo Montoya en el GP de Mónaco de F1

El 1 de junio del 2003 será recordado como uno de los días más importantes del deporte colombiano en su historia, pues por primera y única vez un colombiano se imponía en el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1, circuito reconocido como uno de los más prestigiosos y complicados del mundo.

Ese día el piloto bogotano Juan Pablo Montoya escribió su nombre con letras doradas en el deporte a motor, puesto que, al ganar esa carrera, y sumada a las 500 millas de Indianápolis conseguida en el 2000, se convertía en uno de los pocos pilotos que estaban cerca de lograr la triple corona del automovilismo (500 millas de Indianápolis, 24 Horas de Le Mans y GP de Mónaco o Campeonato Mundial de la F1), lograda únicamente por el británico Graham Hill.

En dicha ocasión, Montoya partió en la tercera casilla de la parrilla, sin embargo, una impecable largada le permitió adelantar a Kimi Raikkonen para ubicarse detrás de su compañero de Williams, Ralf Schumacher. A pesar de estar en la misma escuadra, el colombiano no apretó desde el inicio de la competencia y solamente hasta la vuelta 20, cuando Schumacher entró a la zona de abastecimiento, pudo hacerse con el liderato.

Cabe destacar que las cifras de su temporada no eran lo suficientemente buenas, aunque sí había tenido destellos importantes, primero en Australia cuando echó a perder una posible victoria, luego en Austria donde una fuga de agua le impidió pelear el triunfo. En el circuito de Albert Park logró lo que hasta ese momento era su único podio tras siete carreras de dieciséis.

Tras las paradas en boxes de Raikkonen y Michael Schumacher, Montoya continuaba líder en Mónaco. Desde ahí pareció controlar la carrera cómodamente, aunque su equipo sabía que Raikkonen haría de todo por atacarlo, pues por el tiempo de su parada en boxes tenían claro que había colocado más combustible que el que ellos habían puesto en el Williams. En la radio su ingeniero Tony Ross le pidió apretar y Montoya respondió marcando sus mejores vueltas de la carrera.

Luego hizo nuevamente una parada para montar un nuevo set de llantas y colocar más combustible, Raikkonen mantendría la presión con una secuencia de vueltas rápidas en tanques ya casi vacíos. Cumplidas las paradas finales, estaba claro que la victoria estaría entre el McLaren y el Williams.

Raikkonen alcanzó a Montoya, quien intentaba mantener un buen ritmo sin tener que usar a fondo el motor BMW, pues desde los técnicos le pedían no usar todo el rango de revoluciones puesto que temían un problema. Sin embargo, Montoya no daba oportunidades y la dupla de punta se convertía casi en un trío, pues Schumacher se pegaba a los retrovisores de Raikkonen en la parte final.

Sin cometer algún error, Montoya se aferraba a una segunda victoria en la F1 que finalmente llegó, 20 meses después de la primera. Fue una carrera perfecta para él. Su logró representó que, 20 años después, Williams ganara de nuevo en Mónaco, donde antes lo habían hecho con Carlos Reutemann en 1980 y con Keke Rosberg en 1983.

El himno de Colombia se escuchó en todo el mundo gracias al eco en todo el principado, mientras Montoya evidenciaba en su rostro una sensación que no había tenido antes en ninguna de sus anteriores victorias en las demás categorías. Su mirada se clavó en el piso por unos instantes queriendo ocultar o controlar sus emociones, aunque la alegría se notaba en el ambiente.

Esa victoria sería su plataforma para luchar por el título del mundo, pues enlazaría ocho podios desde Mónaco hasta que la penúltima carrera en Indy sentenciara sus opciones definitivamente. No obstante, esa victoria, la más prestigiosa de todas las carreras del mundial de Fórmula 1, lo colocaban en un lugar histórico.

Finalmente, Montoya finalizó tercero en el mundial de pilotos y firmó su mejor temporada en la Fórmula 1.

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