Nacida en Bogotá, es comunicadora social y periodista, madre de dos niñas, Miranda y Paulina, presentadora y empresaria. Quienes conocen a María Fernanda coinciden en que es una mujer dulce y tranquila, la caracteriza su profesionalismo a la hora de trabajar.
El pasado 19 de mayo, en horas de la mañana, la bella comunicadora vivió uno de los momentos más difíciles de su vida, cuando en un lugar de estacionamiento en la calle, sintió que el mundo se le derrumbaba.
“Yo iba por la 119, parquee mi carro. No encontraba un espacio para parquear, cuando por fin pude encontrar uno, donde hay de estas personas que te ayudan a parquear en la calle... Primer error, hay que meterse a un parqueadero, no hay que parquear en la calle en estos momentos”, relató al programa La Red.
María Fernanda mencionó que cuando por fin encontró el espacio y estacionó, la persona que le colaboró, se acercó inmediatamente a ayudarle a abrir la puerta, mientras ella se organizaba y se ponía el tapabocas, con tan poca suerte que no logró ponérselo antes de abrir la puerta.
“Cuando él se acercó a mí, yo apenas me estaba poniendo el tapabocas; a veces cuando voy en mi carro sola, no voy con el tapabocas puesto. Cuando me iba a bajar tomé el tapabocas, ya me había abierto la puerta, empecé a caminar hacia una farmacia, cuando empecé a caminar me sentí con una somnolencia extraña”.
La comunicadora que ha trabajado para canales como Citytv, Canal Uno y el Noticiero CM&, reaccionó inmediatamente y se devolvió al carro para salir a recoger a su hija al colegio, reseñando que por mero instinto de supervivencia o sus ángeles que la cuidan permanentemente. Al llegar a su apartamento la situación empeoró sintiendo que se iba a desmayar.
La persona que le ayuda en su casa le dio bastante agua y le pasó un algodón con alcohol pues Navia comenzó a vomitar.
“Le pedí que llamara a mi esposo, por favor dile que me lleve a la clínica porque yo me estoy sintiendo muy mal”.
Ya en la clínica, le tomaron signos vitales, le realizaron los exámenes pertinentes, toma de muestras de sangre y orina, exámenes muy completos de toxicología para saber con qué sustancias tenía en su organismo.
“Al final de la tarde, traen los exámenes y me dicen los medicamentos que allí aparecían como los que se utilizan para anestesiar, conmigo utilizaron una mezcla de varias cosas y me indicaron que salí muy bien librada porque al parecer reaccioné a tiempo”.
María Fernanda, duró un día y una noche internada en la clínica, llevando el proceso de desintoxicación, según lo indican los protocolos.
“Cuando salí de la clínica me seguí sintiendo muy mareada; al día siguiente, igual, como con la mente muy nublada y los últimos síntomas son dolores abdominales y digestivos”.
Asimismo, la periodista asegura que aunque no le hurtaron nada, todavía siente cierto temor de salir a la calle. Además, menciona que lo importante es recuperarse de este mal momento y que es triste no sentirse tranquila al salir a la calle en la ciudad.
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