El curso de defensa personal del Centro de Desarrollo Comunitario (CDC) Simón Bolívar en la localidad de Usaquén, dirigido básicamente a mujeres cuidadoras, ha logrado que muchas de ellas pierdan el miedo a defenderse, no solo de los delincuentes, sino de sus propios esposos.
La iniciativa que se viene implementando en diferentes CDC de la Secretaría de Integración Social ha permitido que las mujeres aprendan estrategias prácticas para defenderse en caso de que sean abordadas por delincuentes o incluso violentadas por sus maridos, como el caso de Nayibe Gamboa, ciudadana del barrio Lijacá.
“Estos cursos le enseñan a uno a defenderse y dejar esa idea de que el hombre puede pasar sobre uno, lo viví por muchos años y nunca sabía cómo defenderme, gracias al curso me pude defender y la última vez que recibí un golpe”, dice Nayibe, quien fue víctima de violencia intrafamiliar.
La iniciativa ha despertado un gran interés que, incluso, hay usuarias que llegan desde la localidad de Ciudad Bolívar como Yazmín Monterrosa, quien asegura que, “muchas veces nos vemos amenazadas y en algún intento de robo podemos aplicar algunas técnicas que nos enseñan aquí”.
Las sesiones de ejercicios físicos para las mujeres, que se brindan dos veces por semana en el CDC Julio César Sánchez, han propiciado espacios de relajación entre las participantes, ayudando al control de situaciones de estrés, generadas por las sucesivas cuarentenas.
Así lo expresó Marcela Caballero, habitante del barrio Monteblanco, “por esto de la pandemia estamos muy encerrados, hay conflictos y problemas, el curso nos ayuda a tener un rato de esparcimiento, a hacer ejercicio, a activar nuestro cuerpo, es una opción para salir de la casa, ejercitarnos y nos ayuda a resolver muchos conflictos familiares”.
Tanto los cursos de defensa personal como los de ejercicios físicos forman parte de las actividades de respiro a las que tienen acceso las mujeres cuidadoras o con jefatura femenina en los diferentes Centros de Desarrollo Comunitario de la Secretaria de Integración Social. Actualmente estas iniciativas se adelantan en los CDC Simón Bolívar, Julio César Sánchez y Bellavista.
Cursos de yoga para renovar la energía
Así como se brindan clases de defensa personal, la Secretaría ha implementado encuentros de Yoga para mujeres en Bogotá.
En el Centro de Desarrollo Comunitario Lourdes se reúnen dos veces por semana, algunas veces de manera virtual, mujeres de la localidad de Santa Fe que participan del curso de yoga y pilates, en su mayoría amas de casa o cuidadoras de niños y niñas con discapacidad, esto con el fin de bajar el nivel de angustia que ha generado la pandemia.
“Estamos en un momento de estrés por la cuarentena, por la situación económica, por los encierros, entonces la salud mental se ve afectada” afirma doña Ligia Avella, asistente al taller de yoga. En ese mismo sentido coincide María Abril, habitante del barrio El Dorado: “El taller le regala más tiempo a uno para su entorno espiritual, porque uno vive de carrera en carrera y no dedica tiempo para relajar su cuerpo y su mente”.
Para la instructora, Dayan Rodríguez se percibe que los niveles de ansiedad y depresión de las mujeres han subido como resultado de las sucesivas cuarentenas que ha tenido la ciudad, de ahí que el objetivo es que ellas salgan “recargadas de energía”.
El curso de yoga es otro de los múltiples servicios que se están transformando en los 19 Centros de Desarrollo Comunitario de la Secretaría Distrital de Integración Social, con el fin de adecuarlos como zonas de respiro, capacitación y recreación para las mujeres cuidadoras o con jefatura femenina.
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