El temido narcotraficante Pablo Emilio Escobar Gaviria fue una de las caras más visibles del terrorismo que vivió Colombia entre los años ochenta y noventa de la mano de las guerrillas, los grupos paramilitares (financiados por él) y la guerra por el control de la cocaína.
Este hombre nacido en Rionegro, Antioquia, el 1 de diciembre de 1949, llegó al Congreso de la República en 1982 para limpiar su imagen de las acusaciones que ya corrían por sus delitos, los mismos que lo sacaron del legislativo y lo pusieron en la mira del mundo entero. Además de carros bomba, presuntos atentados contra un avión y magnicidios, Escobar llegó a secuestrar a líderes y personas importantes en el panorama político y mediático nacional para intimidar.
Una de ellas fue Diana Turbay, directora y presentadora del Noticiero Criptón, quien fue secuestrada el 20 de agosto de 1990 por ‘Los Extraditables’, un grupo de narcotraficantes entre los que estaban el Cartel de Medellín, liderado por Escobar, Gonzalo Rodríguez Gacha, Carlos Lehder y los hermanos Ochoa. El hecho contra Turbay se dio para presionar al entonces presidente de la República, César Gaviria, para no seguir adelante con el tratado de extradición. A Turbay la engañó el mismo Escobar asegurando que se iba a reunir con el guerrillero el ‘Cura Pérez’ para una entrevista. Diana murió en 1982 tras una bala que la impactó en medio de un operativo de rescate.
‘Los Extraditables’ nacieron bajo bajo la famosa frase “preferimos una tumba en Colombia que una cárcel en Estados Unidos”.
El 7 de noviembre de 1990 fue secuestrada la periodista Maruja Pachón por el mismo grupo criminal y con la misma intención. La también publicista iba en un carro con su cuñada Beatriz Villamizar cuando los secuestradores cerraron el paso del vehículo y asesinaron al conductor para llevárselas. Villamizar fue liberada el cinco de febrero de 1991, mientras que Pachón estuvo secuestrada hasta el 20 de mayo, después de que ‘Los Extraditables’ emitieran un comunicado anunciando su liberación. “Estoy muy agradecida por la solidaridad de todos ustedes, los medios de comunicación (...) ofrezco todo esto por la paz de Colombia y [por] la memoria de Luis Carlos Galán”, fueron las primeras palabras de la mujer tras terminar su cautiverio.
Francisco Santos, actual embajador de Colombia en Washington y exvicepresidente de la República en 2002 , fue secuestrado el 19 de septiembre de 1990 por su trabajo como jefe de redacción de El Tiempo y por la columna de opinión dominical en la que denunciaba el narcoterrorismo que vivía Colombia en la época. El hecho también provocó la muerte de su conductor Oromansio Ibáñez. El entonces periodista fue liberado el 20 de mayo de 1991 gracias a la intermediación del sacerdote Rafael García quien negoció con el Cartel de Medellín.
El mismo día secuestraron a Marina Montoya, hermana de Germán Montoya, exsecretario general de la presidencia de Virgilio Barco entre 1986 y 1990, mientras salía de un restaurante al norte de Bogotá. La mujer fue asesinada el 27 de enero de 1991 por ‘Los Extraditables’ y encontrada seis días después ya que no había sido identificada. El grupo criminal dijo que la decisión se dio por ‘crímenes’ cometidos por la Policía cuando ejecutaba a sus compañeros narcos tras capturarlos.
Ante todas las presiones a través de secuestro, César Gaviria terminó cediendo en parte a la pretensión de Escobar y lanzó la política de sometimiento a la justicia que le daba beneficios como rebaja de penas a los narcotraficantes que se entregaran, a cambio de no extraditarlos. Escobar ‘pagaría’ su pena ‘La Catedral’, la cárcel que adecuó para sí mismo. El jefe del Cartel de Medellín murió el 2 de diciembre de 1993 en medio de un operativo del Bloque de Búsqueda.
SIGA LEYENDO