El ministro de Defensa, Diego Molano, anunció que ofrecerán hasta $200 millones de pesos a quienes den información que permita la captura de los responsables de los actos vandálicos que se registraron el martes en el municipio de Tuluá, en el departamento del Valle del Cauca, y que terminaron con la quema del Palacio de Justicia y la muerte del joven Camilo Andrés Arango.
“Fuimos testigos de como terroristas de manera organizada quemaron el Palacio de Justicia de Tuluá, un hecho que nos recordó uno de los peores momentos de nuestra historia. De igual forma, lamentamos la muerte del joven Camilo Andrés Arango, haremos todo lo posible para recolectar pruebas que nos ayuden a encontrar los culpables. También esperamos recuperación de otras dos personas”, manifestó el ministro de Defensa, tras un consejo de seguridad con las autoridades departamentales y municipales.
Por el momento, de acuerdo con Molano, las Fiscalía se encuentra recolectando pruebas que permitan dar con todos los implicados en los actos vandálicos que se registraron en Tuluá durante la jornada de manifestaciones. Hasta el momento, cabe recordar que, de acuerdo con las autoridades, hay 17 capturados por los hechos ocurridos en el municipio.
Ante los hechos, el ministro recordó que “el Gobierno respeta la manifestación pacífica, pero condena los hechos de violencia y terrorismo que limitan los derechos de otros ciudadanos, por eso enfrentamos con decisión la violencia. Pedimos justica, pronta investigación y condena ejemplar.”
El jefe de la cartera de Defensa, además informó que se fortalecerá el pie de fuerza en el departamento con un equipo denominado de antibloqueo especializado, el cual tendrá como objetivo evitar que los encapuchados bloqueen las vías o se tomen nuevas zonas, impidiendo así que no puedan ingresar los vehículos con suministros al Valle del Cauca.
“Las Fuerzas Militares destinarán más hombres para reforzar la Vía Panamericana y las actividades de desbloqueo. El compromiso es con Buga, Tuluá y Cartago, para dar garantías de seguridad en los municipios, para proteger a los vallunos (...) La Policía y las Fuerzas Militares continuarán realizando desbloqueos para garantizar el abastecimiento, la fuerza pública trabajará con la Gobernación del Valle para hacer jornadas de apoyo.”, precisó el titular del Ministerio.
El ministro de Defensa, de igual manera señaló que, se comprometieron desde la cartera a entregar incentivos a los municipios del departamento por aquellos barrios que no generen bloqueos, el objetivo de la iniciativa según explicó Molano es “recobrar la tranquilidad, para aquellos que marchan y para los que no marchan.”
Los actos vandálicos ocurridos el pasado martes en Tuluá, hasta el momento, de acuerdo con las autoridades municipales, dejaron 18 establecimientos públicos y privados vandalizados, además del saqueo e incineración del Palacio de Justicia.
Así ocurrió el incendio del Palacio de Justicia de Tuluá
En la noche del pasado martes 25 de mayo, el Palacio de Justicia de Tuluá, Valle del Cauca fue incinerado luego de que se registraran fuertes disturbios en el municipio en medio de la jornada de manifestaciones en el marco del paro nacional.
“Lamentablemente, un grupo de personas, sin amor, sin respeto, por la ciudad y por los demás, la ha vandalizado. Ha causado daño a la infraestructura de tránsito, como semáforos y señales; ha vandalizado y destruido un edificio tan importante, hermoso, emblemático e histórico como el Palacio de Justicia, pérdida que no es reparable.”, dio a conocer el alcalde municipal, John Jairo Gómez Aguirre.
El director de seguridad ciudadana de la Policía, el general Carlos Rodríguez, además detalló que un grupo de personas que se encontraban frente a la Alcaldía municipal de Tuluá y quienes transportaban escombros y piedras, las arrojaron al personal que estaba prestando servicio ese día en la entidad y en el Palacio de Justicia.
Fuentes del Cuerpo de Bomberos de Tuluá le informaron al diario El País que aunque las unidades lograron llegar al Palacio de Justicia cuando inició el incendio, e iniciaron un proceso de refrigeración en las paredes para que las llamas no consumieran las otras viviendas, la situación de orden público les impidió evitar que el fuego se extendiera y acabara con el establecimiento.
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