La Cámara de Representantes fue la primera en citar a debate de moción de censura al ministro de Defensa, Diego Molano, el cual se desarrolló el pasado 25 de mayo. Sin embargo, el Senado agendó hábilmente para un día antes, es decir el 24 de mayo, el mismo debate, que fue solicitado por los congresistas de bancadas de oposición que señalaron al ministro por el “tratamiento de guerra que se le ha dado a la movilización social y la situación de orden público”.
Ambos debates se desarrollaron, pero fue el Senado el primero en pronunciarse sobre si Molano debía o no seguir en el cargo. En votación, este jueves, 69 senadores votaron en contra de tumbar al ministro y 31 apoyaron su salida. Los partidos que respaldaron la permanencia de Molano fueron el Centro Democrático, el Partido Conservador, La U, Colombia Justa y Libres, Partido Mira y Cambio Radical.
Los ciudadanos se preguntan qué pasa entonces con la decisión que llegue a tomar la Cámara. Pues la respuesta está en la misma ley que implementa las mociones de censura en Colombia. “Pronunciada una cámara sobre la moción de censura, su decisión inhibe a la otra para pronunciarse sobre la misma”, es decir, luego de esta votación en el Senado negando la moción contra Molano, la decisión que se llegue a dar en la Cámara se invalida, así esta sea diferente a la que tomó en primera instancia.
El Senado se le adelantó a la Cámara y dejó cerrado el capítulo contra Molano, ya que la norma también dicta que no se puede volver a citar a un funcionario sobre los mismos hechos.
Según la ley, la moción de censura debe proponerla por lo menos la décima parte de los miembros que componen la respectiva cámara. La votación se hará entre el tercero y el décimo día siguientes a la terminación del debate, con audiencia pública del funcionario respectivo. Su aprobación requerirá el voto afirmativo de la mitad más uno de los integrantes de la cámara que la haya propuesto. Una vez aprobada, el funcionario quedará separado de su cargo.
Pero, si fuere rechazada, no podrá presentarse otra sobre la misma materia a menos que la motiven hechos nuevos. La renuncia del funcionario respecto del cual se haya promovido moción de censura no obsta para que la misma sea aprobada.
Desde la Constitución de 1991, la moción de censura se convirtió en una de las formas de control político del Congreso sobre el poder ejecutivo y sobre los altos funcionarios designados por el presidente. Ha servido fundamentalmente para debatir y para que la prensa y la opinión pública se enteren de algunos temas y problemas de la gestión y de las políticas públicas; pese a esto, ninguna de las mociones propuestas ha prosperado.
Tras la decisión de los senadores, Molano Aponte publicó un video en el que se mostró satisfecho con el escrutinio y dijo que entiende los resultados como un ‘espaldarazo’ del parlamento colombiano.
“Esta decisión del Senado de la República la entiendo como un voto de confianza a la institución de las fuerzas armadas y al Ministerio de Defensa. En estos momentos complejos del país y que esa violencia ha afectado la integridad de ciudadanos y uniformados, lamentamos lo que está pasando y nos solidarizamos con su familias”, expresó el alto funcionario, mientras aseguró que seguirá trabajando de la mano de las fuerzas militares que dirige.
“Esta decisión nos alienta a seguir trabajando por tener una fuerza pública y unos soldados y policías admirables. También la entiendo como una exhortación a avanzar y a seguir protegiendo la tranquilidad y la libertad de millones de colombianos que no marchan. Nos exhorta a seguir protegiendo y acompañando la protesta pacífica para que puedan manifestar sin inquietudes”, dijo el ministro que fue duramente criticado por los miles de casos de abuso policial y de poder durante el paro nacional en Colombia.
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