Durante el pasado fin de semana, en el ruedo de Las Ventas, se conmemoró el aniversario número 30 del impacto del torero colombiano César Rincón, en Madrid, España. En hombros, sus compañeros, incluido Juan José Padilla, lo sacaron por la Puerta Grande, como lo hizo en mayo de 1991, en cuatro ocasiones, según recordó el portal informativo Libertad Digital. En medio de una entrevista con el portal esRadio, en el programa Es Toros, Rincón recordó algunos momento de su carrera y de lo que fue el homenaje que vivió en días anteriores.
“Haber sido aupado a hombros por mis compañeros fue algo tan bonito, tan de verdad y de cariño (...) no fue una cosa programada (...) son de las cosas que nunca se te olvidan (...) hay algo muy bonito (...) en la tauromaquia no existe realmente un guión”, aseguró el torero sobre el homenaje en su honor, en su entrevista con el portal.
El acto fue presentado por David Casas, quien fue sucedido en su turno de hablar por Manuel Molés, el director gerente del Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, Miguel Abellán, Adolfo Suárez y uno de los hijos de Rincón, Juan José, quien le dedicó unas emotivas palabras a su padre.
“En algunos momentos Madrid fue muy dura conmigo pero yo quiero resaltar siempre la felicidad”, agregó el torero que, además, resaltó que la ceremonia le significó “volver a vivir, a soñar, volver a contarle a la juventud qué fue lo que pasó hace 30 años. Muchos aficionados lo han vivido pero estoy seguro de que la juventud que tiene 20 años ni siquiera sabe quien es César Rincón (...) lo que no se ve, lo que no se escucha y no se lee es como si no existiera. Gracias a esa difusión y a los medios mucha juventud conoce la historia”.
La revista Semana, en medio de la conmemoración de los 30 años de la trayectoria de Rincón, relató que él, llegó a España a los 14 años, lugar en donde aprendió a torear de la mano del atador español Pablo Lozano. Años más tarde, tras mucho camino recorrido, se convirtió en el colombiano que, en un lapso de 24 horas, llegó a cobrar hasta 27 millones de pesetas por una corrida de toros. Ese medio de comunicación explicó que para conseguir tal hazaña, tuvo que cortar dos orejas a ‘Santanerito’ de Baltazar Ibán, el 21 de mayo de 1991, en la única corrida que tenía en la feria de San Isidro.
Contar esa historia es importante para Rincón, según le contó al portal de esRadio, “eso es clave en estos momentos tan difíciles en los que la tauromaquia está apartada del mundo y la gente no quiere saber los valores éticos y morales que nos da ella. Qué bonito que podamos contar lo que pasó y cómo sucedió para tener cuatro Puertas Grandes en un mismo año (...) uno se pone a echar la vista a atrás y cada momento, cada instante o cada década tiene su porqué. Ahora estamos viviendo una década preciosísima a pesar de los pocos festejos que se dan por la pandemia (...) Vemos que es precioso ver en qué momento está la tauromaquia y no solamente los toreros sino que el toro que hoy en día embiste de una forma sin igual”.
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