Las autoridades del Atlántico confirmaron que capturaron a dos hombres que estaban extorsionando a otro ciudadano con supuestos vídeos íntimos, sin embargo, cuando lograron hallar a los responsables de este delito, el video que tenía en su poder y en el que, supuestamente, había imágenes de relaciones sexuales del sujeto, era en realidad un video de Dragon Ball Z.
Los sujetos fueron identificados como José David Ávila Silvestre, alias el Abogado; Álvaro José Amesti Cubillan, ‘Tula’; y Jhon Marcos Osorio Osorio, ‘Nariz’, aprehendidos en el Centro Comercial Portal del Prado.
Las autoridades señalaron que el hombre habría pagado un millón de pesos para que no publicaran las imágenes, sin embargo, lo buscaron nuevamente y le exigieron que respondiera por siete millones de pesos más para así dejarlo en paz, “de no entregarlos, lo amenazaron con prender fuego su residencia”, compartieron las autoridades de la zona.
Luego de llegar a un acuerdo con los delincuentes, la víctima recibió una nueva llamada en la que le exigieron la entrega de 200 millones de pesos a cambio de no publicar los supuestos videos y fotografías con contenido sexual en las redes sociales y de hacerlo quedar mal con todos sus familiares.
Los tres hombres, que hacen parte de la banda delincuencial ‘Los Pirómanos’, fueron conducidos a la URI de la Fiscalía, donde serán judicializados por el delito de extorsión. Según información de El Heraldo, Este ‘el Abogado’, ‘Tula’ y ‘Nariz’ serían presuntos integrante de la banda denominada ‘los Pirómanos’.
Los delincuentes fueron capturados en flagrancia por el delito de extorsión.
Cómo defenderse ante una extorsión:
La llegada del coronavirus trajo consigo la conexión de millones de personas a dispositivos para hacer tareas que nunca antes habían realizado de manera virtual. Algo similar, le sucedió a muchas empresas que debieron adaptar sus sistemas de manera tal que la totalidad de sus empleados pudieran acceder a ellos de manera remota.
Este escenario particular sirvió de carnada para que muchos estafadores o cyber atacantes aprovecharan el descuido o la inexperiencia de algunos usuarios para robar datos personales y hasta dinero en efectivo.
De acuerdo con el capitán Félix Daniel Miranda, jefe del Grupo Investigativo contra el Ciberterrorismo de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol (Dijín), el cibercrimen es ’'aquel conjunto de actividades ilegales asociadas con el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) que atenten contra esos tres conceptos del ciberespacio que son la confidencialidad, la integralidad y la disponibilidad de la información y los datos, aunque también se deben tener en cuenta los sistemas informáticos, la estructura y el componente físico de una empresa o entidad’'.
Según cifras manejadas por el Centro Cibernético Policial (CCP), los delitos informáticos en Colombia han tenido un crecimiento exponencial de más del 39% solo en denuncias en los últimos años.
Según Gerardo González, gerente de transformación de Sonda Colombia, compañía especializada en este tema en entrevista con Revista Semana, los ciberdelicuentes sacan provecho de la situación para hacerse pasar por organismos gubernamentales, infectar sistemas, conseguir datos y secuestrar sistemas informáticos, con esa información extorsionan y piden dinero o rescates a cambio.
González explica que los mensajes de texto también son usados para estafar a las personas, por medio del ‘smishing’. En este caso en particular se envían mensajes de texto (SMS) a los celulares, con el objetivo de recopilar información personal y financiera.
Por lo que una de las recomendaciones que se dan en este caso, es que los usuarios no guarden sus contraseñas personales en los móviles, ya que al abrir un link los delincuentes tendrán acceso a toda la información. En esta misma línea que las personas presten mucha atención a los mensajes que les envíen de entidades financieras o incluso, de propagandas.
Tampoco es recomendable abrir enlaces dentro de un correo electrónico desconocido, descargar o abrir archivos adjuntos de remitentes no identificados y responder mensajes que soliciten información personal o financiera.
Además, para realizar transacciones seguras, se debe primero verificar que la dirección web empiece por ‘https://’ y reconfirmar que hay un certificado de seguridad en el candado, que aparece en la página web del navegador, luego validar el producto de origen y destino de transacción.
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