El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, Indepaz, confirmó en la noche de este martes 25 de mayo la que sería la masacre número 40 registrada en Colombia en lo corrido de 2021. Esta vez se trata del asesinato de tres jóvenes en la vereda El Tamboral del municipio de Suarez, departamento del Cauca.
De acuerdo con la organización, se trata de Gilber Julián Cuetochambo, de 24 años, Andrés Felipe Coral de 18 y Gerson Anturi Rozo, de 30, quienes recibieron impactos de bala a la altura de la cabeza, propinados con armas de corto y largo alcance, e incluso parecen presentar indicios de tortura.
Según Noticias Caracol, los tres habían llegado a la población hace algunos meses para trabajar en tareas que aún no han sido especificadas. El mismo informativo aseguró que todos fueron sacados de sus labores a la fuerza hacia el mediodía de este martes.
Según reportó Eduard González, inspector de Policía de Suárez, “a nosotros nos informaron del hallazgo de los cuerpos en zona rural. Las investigaciones y el traslado de los cuerpos lo adelantó la policía y no conocemos quienes fueron los autores. En esta zona hay bloqueos pero la gente permitió el paso de los cadáveres hasta Santander de Quilichao”.
Por su parte, Indepaz señaló que el riesgo por la presencia de grupos armados en la zona ya había sido advertido en las alertas Tempranas AT-033/19 y AT-001/18, emitidas por la Defensoría del Pueblo. Eso, teniendo en cuenta que en la zona actúan el Comando Conjunto de Occidente por medio de la columna Jaime Martínez, de las disidencias de las Farc, y las Águilas Negras.
Se trata de alertas que datan de 2019 y 2018, respectivamente, y que advierten del peligro que dichos grupos, presentes en la zona por cuestiones relacionadas con el narcotráfico, representan para al menos 11.229 personas que son, en su mayoría, afrodescendientes, autoridades étnicas de gobierno, campesinos, defensores de derechos humanos, líderes y lideresas sociales, indígenas, excombatientes en proceso de reincorporación, migrantes, servidores públicos y población socialmente estigmatizada.
Esta es la segunda masacre que se registra en ese departamento en menos de cinco días. La anterior se registró el pasado 22 de mayo en la vereda Loma Larga, corregimiento de Quilcacé en el municipio de El Tambo, donde murieron cuatro personas que serían de la misma familia, mientras que otra más resultó herida y está siendo atendida en la Clínica La Estancia, de Popayán.
En lo corrido de 2021, Cauca ha sido el escenario de otras cinco masacres: dos en Argelia y de a una en Popayán, Inzá y Santander de Quilichao. Juntas, las siete suman 25 asesinatos violentos.
Otros factores que aportan a esa exacerbación de la violencia en ese territorio, según la Defensoría, son el tránsito de insumos de guerra utilizados por los grupos armados, quienes encuentran en esta zona un espacio de fortalecimiento económico y de control social; y “la constitución geográfica y topográfica de los municipios, que permite la configuración de diversas estrategias de movilidad y comercialización de sustancias relacionadas con la cadena del narcotráfico”.
La misma entidad agregó que, “de un lado, aunque en condiciones precarias, se encuentra una red vial de bastas dimensiones, que posibilita la movilidad de miembros de los grupos armados ilegales como las AGC en Balboa, el ELN y las facciones disidentes del Frente Carlos Patiño en apoyo con las columnas móviles Jaime Martínez y Dagoberto Ramos”.
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