En los 26 días de paro nacional, el Gobierno ha anunciado medidas y decisiones que se han tomado con base en las exigencias que han hecho los manifestantes. Pues aunque al comienzo se pensó que el estallido social que esta afrontando el país se debía solo al proyecto de reforma tributaría con el pasar de los días, los ciudadanos y el Comité del Paro han dado ha conocer que existe más de una exigencia al Estado.
Por lo que el Gobierno encabezado por Iván Duque anunció hace dos semanas atrás que se garantizará la matrícula gratuita para los estudiantes de estratos 1, 2 y 3 que asisten a las universidades públicas, como una forma de apoyar a los jóvenes y abrir ventanas de oportunidades, pues ha sido una de las poblaciones más afectadas por el desempleo y la pandemia.
Pues una de las necesidades que más manifestaron los jóvenes ante el Gobierno fue “el acceso gratuito a la educación superior pública como propósito muy necesario, debido a la disminución de los ingresos de las familias por la pandemia, y como un objetivo de política pública, para que más jóvenes de los estratos más vulnerables ingresen, permanezcan y se gradúen de la educación superior”, aseguró en entrevista con El Espectador la ministra de Educación, María Victoria Angulo.
Pero aún existen algunos problemas que se deben solucionar en la estructura de educación, por ejemplo, de acuerdo con Razón Pública, casi 500. 000 jóvenes finalizan el bachillerato cada año, pero apenas 192.000 ingresan de inmediato a la educación superior: 308.000 jóvenes quedan fuera del sistema, o sea que cada cinco años hay un millón y medio de personas entre 18 y 23 años que deben solicitar trabajo no calificado.
Y a estas cifras que ya son bastante altas, pues señalan que más del 50% de los jóvenes que terminan bachillerato no acceden a educación superior de ningún tipo, se le suma que de acuerdo con el Ministerio de Educación en el año 2020 un total de 243.801 estudiantes han desertado del sector oficial y no oficial, lo que corresponde al 2,7 %.
Esto como lo señaló Francisco Cajiaco, exsecretario de Educación de Bogotá, se da porque los mayores costos para los estudiantes de las universidades públicas son la manutención y la movilización. Pues, las instituciones públicas más grandes están ubicadas en las ciudades principales y allí llegan muchos estudiantes procedentes de los municipios periféricos que — sin contar con los gastos académicos propiamente dichos— deben costearse una vivienda, su alimentación y el transporte.
Por lo anterior, de acuerdo con la ministra de educación “se trabaja de forma conjunta con las secretarías de Educación en procesos de búsqueda activa, caracterización de la población en riesgo de deserción y por fuera del sistema, seguimiento a estudiantes en riesgo de desertar y junto a Mintic asegurar condiciones óptimas de conectividad. Adicionalmente, desarrollamos campañas como “Este cuento es tuyo”, para invitar a los padres de familia a retornar al sistema educativo en el modelo de alternancia”.
Además, otro problemas que tienen en este momento la educación en Colombia es que las Universidades Públicas que ya tienen grandes déficits fiscales, no poseen los recursos para ampliar los cupos de ingreso, por falta de infraestructura y profesores lo que afecta radicalmente la posibilidad de cobertura, aunque de acuerdo con el Gobierno Nacional este problema ya se esta tratando.
“Frente a la ampliación de cobertura, es importante precisar que, desde el inicio de este gobierno, hemos promovido una serie de acciones orientadas al fortalecimiento de la capacidad institucional, estrategias de financiación de la oferta y la demanda. En el marco de esta política, Generación E ha permitido avanzar significativamente en el cierre de brechas, brindando oportunidades a los jóvenes con mayor vulnerabilidad socioeconómica y garantizando su permanencia hasta la graduación. Asimismo, se han sumado iniciativas adicionales como la línea de auxilios para el pago de la matrícula de los estudiantes más vulnerables de las IES públicas, creada en el marco del Decreto Legislativo 662 de 2020, por el cual se creó el Fondo Solidario para la Educación. Estas estrategias han permitido, por ejemplo, que los impactos de la pandemia sobre los indicadores de educación superior sean menores a los esperados por las IES al comienzo de la emergencia”, señaló Angulo.
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