Egan Bernal (INEOS Grenadiers) ha mostrado un gran rendimiento físico en este Giro de Italia, haciendo olvidar, hasta el momento, los dolores de espalda de los cuales se estuvo recuperando en los últimos meses y que lo obligaron a abandonar el pasado Tour de Francia. El colombiano lleva ya seis etapas con la ‘Maglia Rosa’ de líder y cada día saca más diferencias respecto a sus rivales, como el británico Simon Yates (Bike ExChange) y el ruso Aleksandr Vlasov (Astana).
Sin embargo, detrás de las fuerza mostrada en las piernas, destaca principalmente su rendimiento en las etapas que tuvieron tramos de sterrato (camino de tierra), en las que, por ejemplo, se hizo líder de la carrera (recordando su ataque en los últimos kilómetros de la novena fracción sobre esta superficie) y en las cuales supo sacarle tiempo valioso a los demás competidores (como fue el caso de la jornada 11, donde brilló en las cuatro secciones ‘destapadas’).
Respecto a ello, Fabio Rodríguez, exciclista colombiano que dirigió el comienzo de la carrera de Egan entre los 8 y los 14 años, no tiene dudas de que los inicios del zipaquireño en el ciclismo de montaña (MTB) le dieron una gran habilidad en la ruta sobre los terrenos sin pavimentar, como en esta edición del Giro de Italia:
“El haberse criado en las trochas, en las carreteras, en terrenos destapados, con obstáculos, es muy bueno para cualquier deportista que quiera ser un máximo exponente del ciclismo mundial”, expuso Rodríguez en diálogo con EFE. Además, el estratega de 52 años dijo que si Egan no conociera las características del terreno destapado: la tierra, el polvo, los huecos y las piedras, seguramente también habría “sufrido” como sus rivales. “Le sirvió muchísimo”, enfatizó.
Por otro lado, este destacó que el papel de líder que se la ha visto a Bernal en el Giro, dando indicaciones a sus compañeros y estableciendo las planteamientos durante la carrera; ello porque, según cuenta, el ‘capo’ del INEOS Grenadiers era muy tímido cuando pequeño: “No era el que decía, ‘venga, por qué no hacemos otra cosa o algo diferente en cuanto a la estrategia. Hoy lo que uno ve es que él habla, dice qué hacer, qué no hacer, y eso no lo tenía”.
Finalmente, con visible nostalgia, Rodríguez expresó que ahora es Bernal quien le debe enseñar a él todo lo ha aprendido y logrado a tan corta edad: “Si me lo encontrara un día y nos pusiéramos a charlar del tema, el que le tiene que pedir consejos soy yo de cómo correr o manejar cargas, pues él es el que está adquiriendo tanta experiencia, y más siendo un líder”.
LA STRADE BIANCHE, UN SÍNTOMA DE MEJORÍA:
El Giro de Italia no fue la primera vez que Egan dio muestras, primero, de su gran estado de forma, y segundo, de sus habilidades sobre el sterrato. En la Strade Bianche, una de las carreras de un día más importantes, el colombiano disputó la victoria pese a no ser históricamente un terreno favorable para los escaladores y frente a dos ‘clasicómanos’ (especialistas en estas competencias) como lo son el francés Julian Alaphilippe y el neerlandés Mathieu van der Poel.
Precisamente, esta carrera se caracteriza por sus múltiples tramos sobre terreno escarpado, su extensión y dureza. Allí, Bernal dejó en el camino a otros grandes corredores en el pelotón internacional como Tadej Pogačar y Wout van Aert para irse rumbo a meta con Alaphilippe y Van der Poel, siendo superado en el último repecho del recorrido para finalizar tercero. Con dicho resultado, el hoy líder del Giro completó una de las mejores actuaciones de los colombianos en las clásicas del ciclismo.
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