El día en que Egan Bernal recordó a ‘Rigo’ y Nairo subiendo el monte Zoncolan

En la cima del terrible Zoncolan, al norte de Italia, el corredor del equipo Ineos marcó importantes diferencias frente a sus rivales del Giro de 2021 y recordó la escapada de Nairo y Rigo en 2014 cuando sentenciaron la carrera en esta misma cima.

Guardar
Cycling - Giro d'Italia - Stage 14 - Cittadella to Monte Zoncolan, Italy - May 22, 2021 Ineos Grenadiers rider Egan Arley Bernal Gomez of Colombia celebrates wearing the maglia rosa on the podium after stage 14 REUTERS/Jennifer Lorenzini
Cycling - Giro d'Italia - Stage 14 - Cittadella to Monte Zoncolan, Italy - May 22, 2021 Ineos Grenadiers rider Egan Arley Bernal Gomez of Colombia celebrates wearing the maglia rosa on the podium after stage 14 REUTERS/Jennifer Lorenzini

En un filo de los Alpes que se empina hasta los 1.750 metros por encima del mar, dos colombianos parados en los pedales desafiaban a la gravedad y al dolor durante la etapa 20 del Giro de Italia de 2014.

En la cima del monte Zoncolan, al norte del país que hace un año ocupaba los titulares del mundo por la brutalidad de la pandemia, Nairo Quintana y Rigoberto Urán sentenciaban la carrera de tres semanas entre rampas, gritos, y un sol que castigaba los cueros como si no fuera suficiente.

Defendiendo el rosa de los obstinados, el boyacense; y justificando el orgullo de los resignados, el antioqueño; subían las pendientes del imponente coloso, animados por el rumor del final del sufrimiento: el de la etapa y con esta, el del Giro de ese año.

A mitad de puerto se despegaban del lote de favoritos donde Fabio Aru, con sus gestos de mártir, amenazaba el segundo cajón del podio donde aún esperaba la gloria sentada.

Tal vez pensando en el paseo del día siguiente que los llevaría a Triestre, donde se abrazarían en una tarima frente a decenas de aficionados con banderas y camisetas de Colombia, arrancaron los corredores del Movistar y el Quick Step como si la vida dependiera de ello y como si la patria empujara culote.

Entre la cadencia y la agonía, los alaridos de los aficionados y el oxígeno esquivo, Quintana y Urán lograban entrar juntos a la meta que los coronaba como los dos mejores corredores de esa confusa edición.

Un día después, la historia estaba escrita, Rigo y Nairo levantaban los brazos y destapaban la champaña para limpiar las culpas de un país, que como ellos, se acostumbró a honrar al sufrimiento.

Egan Bernal coronó la cima donde Rigoberto Urán y Nairo Quintana sentenciaron el Giro de 2014. Foto: archivo.
Egan Bernal coronó la cima donde Rigoberto Urán y Nairo Quintana sentenciaron el Giro de 2014. Foto: archivo.

En la mañana de este sábado, seis años después de la recordada escapada y por otra de las vertientes del Zoncolan, Egan Bernal, con su maglia rosa, defendería su derecho a levantar los brazos en una cima donde los suyos hicieron historia.

El colombiano se pegó de la rueda de Yates faltando dos kilómetros a meta, y atacó a falta de uno para anunciarle a sus rivales y a los espectadores, que a pesar de los dolores en la espalda y la dificultad de los dos últimos años, estaba para desafiar a todos y a todo como el día que se coronó como el campeón del Tour de Francia de 2019.

A falta de una última semana de competencia, Bernal, entre la niebla, marcaría las diferencias que no aseguran nada, pero que dejan dormir más tranquilo, a dos jornadas de la etapa reina que se estira entre cuatro terribles puertos que devoran las piernas y las esperanzas, esperando que las suyas, ungidas, queden intactas.

SEGUIR LEYENDO

<br/>

Guardar