Paula Ágredo es una joven caleña de 25 años que ahora es un ejemplo de que los milagros existen, especialmente aquellos que sorprenden a los médicos. Después de un grave accidente en la noche del 2 de febrero de este año, Ágredo perdió parte de su cráneo y los profesionales de la salud que la atendieron le dijeron a su mamá que ella no iba a sobrevivir y, que si lo hacía, habría muchas cosas básicas que ya no podría hacer; se equivocaron.
En la noche del accidente, de la cual Ágredo no tiene recuerdos, solo sabe que, después de trabajar, salió con un amigo a montar bicicleta y que, horas más tarde, él estaba llamando a su madre preocupado, contándole que ella estaba en el suelo y que no se movía desde hace un rato. A Paula la trasladaron en una ambulancia hacia la Clínica del Valle de Lili, donde varios médicos la atendieron y la ingresaron a cuidados intensivos.
A pesar de los pronósticos adversos, la mujer logró salir viva de las intervenciones y sin ninguna secuela evidente. Sin embargo, perdió parte de su cerebro y quedó con una marca visible de manera temporal: la pérdida del lado derecho de su cráneo. “Perdí mucha masa encefálica, me quitaron parte de mi cráneo y me lo colocaron en el abdomen bajo para recuperarlo”, explicó la caleña en un video que publicó en redes sociales contando su historia. Según contó, no sabía cuánto tiempo va a estar el trozo de su cráneo, al cual llamó ‘Rigo’, cerca a su ingle, pero los médicos creen que es una mejor opción que una prótesis.
“Le puse un nombre al pedazo de mi cráneo, le puse ‘Rigo’ porque mi accidente fue en bicicleta. No soy Rigoberto Urán, pero espero que ‘Rigo’ vuelva a su lugar algún día”, dijo la mujer en su momento.
En una gran noticia para la mujer y sus allegados, ‘Rigo’ volvió a su lugar el pasado jueves y la joven caleña se recupera de la dolorosa y compleja cirugía. Con un “¡lo logramos!”, la mujer compartió con sus seguidores los resultados que rellenaron el lado derecho de su cabeza.
“Estoy muy feliz, y aunque tengo mucho dolor, sé que es parte del camino. Me siento bendecida por poder continuar aquí confirmándoles que la vida es maravillosa”, dijo la mujer después de la intervención.
Además, agradeció a los médicos de la Fundación Valle de Lili, en donde fue intervenida por un equipo multidisciplinario de médicos y enfermeras. Frente al agradecimiento, afirma que la institución le salvó la vida y se la “devolvió” con esta nueva cirugía.
“Rigo ya está acá fijado con tornillos y con algunas plaquitas”, explicó en sus historias sobre la intervención. Además, aseguró que la cirugía es dolorosa y, aunque ella aguanta la sensación, tuvieron que administrarle morfina para calmarlo.
Hoy, viernes 21, se realizó un TAC para constatar que la cirugía fue satisfactoria. Al día siguiente, con algo de dolor, logró agradecer a sus seguidores por los deseos de recuperación. En el momento, pasó a una habitación de la clínica y, en la media mañana del viernes, fue dada de alta y se encuentra en su casa.
Según uno de los neurocirujanos, la operación fue un éxito con un único factor en contra: Paula tendrá un ojo morado por algunos días y, por un tiempo, tendrá colores de “arcoíris” por el impacto de la intervención.
SEGUIR LEYENDO: