Este viernes se dio a conocer la denuncia de una patrullera de la Policía víctima de violencia y abuso sexual el pasado 29 de abril, en el segundo día de protestas del paro nacional en contra del gobierno del presidente Iván Duque.
Semana publicó apartes del expediente de la investigación que se lleva por este hecho en los que señala la uniformada que los hechos ocurrieron en el CAI de Villa del Sur, en las inmediaciones del sector de Puerto Rellena, que ahora se conoce como Puerto Resistencia.
Por estos hechos, el secretario de Seguridad de Cali, Guillermo Londoño Ricaurte afirmó que, “el Gobierno distrital rechaza rotundamente acciones como esta, ninguna agresión, a ninguna mujer puede ser tolerada por la sociedad caleña, por eso hemos tomado la decisión de ofrecer hasta 20 millones de pesos de recompensa a quien nos dé información que nos permita encontrar a los delincuentes que han atacado a una de nuestras uniformadas”. Además, mencionó que la ruta de atención y apoyo a la mujer víctima de abuso sexual ya fue activada.
Londoño publicó en su cuenta un video dando a conocer la decisión de la Alcaldía en su Twitter con el siguiente mensaje: “Desde la @AlcaldiaDeCali ofrecemos hasta 20 millones de pesos por información que conduzca a la identificación y captura de los responsables del repudiable hecho de abuso contra una patrullera de nuestra @PoliciaCali”.
<b>Sobre los hechos</b>
En el testimonio que la uniformada dio ante la Fiscalía General de la Nación dijo que habían pasado ocho horas desde que había iniciado su turno, cuando comenzaron a ocurrir los disturbios por lo que tuvo que huir del lugar para resguardarse en el CAI, ya que en el sitio estaba interviniendo el Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) y por los gases lacrimógenos estaba por perder el sentido.
Allí le prestaron los primeros auxilios, pero un grupo de personas llegó hasta al lugar y la tomó a la fuerza, ya que solo estaba ella, dos patrulleros más y cinco detenidos.
“En cuestión de segundos los manifestantes ingresaron, rompieron vidrios, forzaron la puerta, abrieron y preguntaban por las llaves de las esposas para liberar a los capturados”, narró la mujer.
Ahí comenzaron los momentos más difíciles para ella porque, según atestiguó, los hombres que se tomaron el CAI la usaron como botín, a cambio de las llaves de las esposas para liberar a los detenidos.
“Hablaban de un canje: me decían que hasta que les diera las llaves me dejaban ir. Mis compañeros trataban de tener el control, pero ellos eran más, golpearon a uno de los que me estaba protegiendo. Del susto me puse a llorar”, citó Semana.
Posteriormente, los atacantes iniciaron las agresiones sexuales en su contra, en medio de los golpes que le propinaban, tras amarrarla de manos y pies, según su testimonio ante la Fiscalía.
“Sin piedad empezaron a golpearme e insultarme. Uno de ellos se me sube encima, me despoja mi guerrera (la chaqueta del uniforme). Esa persona que estaba encima mío empezó a tocarme todo el cuerpo, a besarme. Tocaba mis partes íntimas mientras me seguía golpeando”, señaló.
Luego de varios minutos de tortura y de vejámenes sexuales, en los que incluso amenazaron con usar su bastón de mando, la patrullera logró forcejear con sus victimarios hasta que se dio a la fuga del CAI, para llegar a una vía en la que un conductor que pasaba por el lugar le brindó auxilio.
“La persona sin pensarlo abrió la puerta y dijo súbase. Al subirme seguían lanzándole piedras. Le agradezco mucho, por él estoy con vida. Fueron los minutos más amargos”, citaron del testimonio de la mujer en Semana.
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