Dane responde críticas de Fedesarrollo sobre la medición de pobreza en las zonas rurales

Para la Fundación no existe una explicación económica convincente para una reducción de la línea de pobreza rural como la que presentó el departamento

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EFE/ Carlos Ortega
EFE/ Carlos Ortega

En medio de la crisis económica que atraviesa el país y los ciudadanos, como consecuencia de la pandemia del covid-19 y las medias que se tomaron en un año para sobre llevarla, además de otros factores, de acuerdo con el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) diferente al total de condición de pobreza monetaria del país que pasó del 35,7 por ciento al 42,5 por ciento en un año, los indicadores para las zonas rurales mostraron un descenso, pasando del 47,5 por ciento a 42,9 por ciento.

Cuestión que resultó sorprendente par muchos sectores, pues normalmente las zonas rurales de Colombia tienen mayor tendencia a la pobreza monetaria. Por lo que el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, en una columna de opinión que se publicó en El Tiempo advirtió que hay errores en la medición de la pobreza rural en Colombia.

Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo. / DNP
Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo. / DNP

“No existe una explicación económica convincente para una reducción de la línea de pobreza rural del 5,3 % en un año en el que la inflación fue de 1,6 % y la inflación de hogares pobres fue de 2,3 %”, escribió Mejía.

Por lo que teniendo en cuenta este cambio, según el director de Fedesarrollo, el número de pobreza rurales en Colombia sería inferior al esperado por el centro de pensamiento.

“En un cálculo preliminar en el que la línea de pobreza rural aumenta en consonancia con la inflación en hogares pobres, encontramos que la pobreza monetaria rural sería de 46,8 %, casi cuatro puntos porcentuales por encima de la cifra reportada por el Dane y en línea con el deterioro del empleo y los ingresos laborales en el sector rural”, anotó ya agregó que “La pobreza nacional también sería más alta, 43,4 %, frente al 42,9 % publicado por el Dane”.

Por esta razón, el director hizo un llamado a la rectificación de los datos y ha revisar donde fue el error para que este episodio no se vuelva a repetir.

Es urgente que el Dane proceda a ajustar la línea de pobreza rural con una cifra que esté verdaderamente acorde con lo observado en materia de aumentos de precios en ese sector”, dijo Mejía.

A lo que el director del Dane, Juan Daniel Oviedo, respondió en entrevista con RCN Radio que no se trata de un error sino de un cambio en la metodología.

El director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), Juan Daniel Oviedo. EFE/Mauricio Dueñas Castañeda/Archivo
El director del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), Juan Daniel Oviedo. EFE/Mauricio Dueñas Castañeda/Archivo

“Desde el Dane queremos insistir que no estamos hablando de un error en materia de la definición del umbral de pobreza montería en las zonas rurales, sino de la aplicación de un criterio metodológico según el cual, el costo de la canasta básica alimentaria y de la canasta de bienes y servicios de artículos de primera necesidad a través de los cuales se calculan las líneas de pobreza, evolucionan en el tiempo, a partir del comportamiento que tienen los precios de estos bienes y servicios en unas zonas urbanas que están mucho más cerca de la ruralidad”, dijo Oviedo.

Y agregó que, hay que tener en cuenta los ajustes que se hicieron hace dos años atrás donde los precios se comenzaron a medir separados de los costos de las ciudades.

“Históricamente la ruralidad, antes del ajuste metodológico de 2019, evolucionaba los costos de los bienes y servicios asociados con la pobreza monetaria rural, a partir de la evolución de precios de ciudades como Manizales, Montería, Neiva, Villavicencio y Pereira, lo que no permitía contar con una suficiente desagregación más allá de las 13 principales ciudades del país”, puntualizó.

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