Agentes de la Policía Nacional de España desarticularon una organización criminal dedicada a la trata de personas las que utilizaban en un entramado de venta de estupefacientes denominado “telecoca”. De acuerdo con las investigaciones, los delincuentes llevaban a las víctimas desde Colombia de forma irregular, haciéndoles deudores de los gastos del viaje de su manutención en el país europeo, para obligarlos a trabajar en “oficinas” de distribución de cocaína a domicilio y así ‘saldar’ los pagos.
Después de una investigación de dos años, uniformados de la fuerza pública realizaron un total de 39 capturas, entre las que se destaca la del líder de la organización criminal, quien dirigía toda la estructura delictiva y los responsables de las “oficinas” desde las que se llevaba a cabo la venta y distribución del estupefaciente, así como la presión sobre los deudores.
Para el operativo fueron necesarios 12 procedimientos de allanamiento, entre los que le encuentran los del máximo cabecilla y los 20 call center con los que contaban para la distribución. En los registros se incautaron más de dos kilos de cocaína, más de 100.000 euros en efectivo, diferente documentación y libros de contabilidad, así como 50 terminales telefónicos con los que se garantizaba la efectiva operación del tráfico de drogas.
Según informó la Policía, la investigación se inició durante el 2019 cuando las autoridades tuvieron conocimiento de la posible existencia de una estructura criminal que podría estar captando a jóvenes de nacionalidad colombiana, con el objetivo de ser explotados en España con finalidades delictivas.
Los agentes pudieron corroborar la existencia de la organización que se encargaba de la captación de jóvenes colombianos entre 20 y 25 años, preferentemente en situación económica precaria y sin trabajo ni perspectivas de futuro, con la falsa promesa de obtener un buen trabajo en ese país. Tras diversas indagaciones y seguimientos, pudieron identificar al hombre que lideraba todo el entramado criminal y que se encontraba en constantes traslados entre Colombia y España.
Durante la investigación, los agentes llegaron a detectar más de 100 víctimas y constataron que la red utilizaba diversos métodos de ocultación de la droga en los transportes, llegando a esconderla en dulces, peines o en el interior de teléfonos móviles.
Gracias a la colaboración de 10 víctimas, quienes fueron testigos protegidos por las represalias que pudieran tener con sus familias en Colombia, se logró el efectivo operativo. Se dice que los beneficios recibidos oscilan entre 45 y 50 millones de euros en los dos años investigados, pero cabe aclarar que llevaba operando alrededor de diez años.
Atados a una deuda y a un call center de “telecoca”
Las autoridades constataron que, una vez lograban engañar a sus víctimas, los capturados se encargaban de costear los gastos del viaje para el traslado desde Colombia y, posteriormente, se hacían cargo de los gastos de alojamiento y manutención, además de proporcionarles una línea telefónica y un dispositivo móvil.
Al momento en el que los jóvenes se encontraban plenamente instalados en la capital madrileña, los responsables de la organización les informaban que debían reponer todos los gastos y, en caso de no hacerlo, los amenazaban con que los familiares que habían quedado residiendo en sus países de origen sufrirían serios daños.
Y es que estas amenazas tenían el objetivo de obligar a las víctimas a trabajar dentro de la organización, ya que era la única forma en la que aceptarían ‘saldar la deuda’, pues el entramado de reparto de droga a domicilio tenía varias sedes distribuidas por Madrid a modo de “oficinas” en los que se recibían los encargos de estupefacientes y despachaban las órdenes de los pedidos.
Asimismo, se identificó que las oficinas estaban ubicadas estratégicamente por la ciudad de Madrid, por zonas de consumo, para ofrecer unos tiempos de respuesta adaptados a los consumidores. Los repartos se hacían en los vehículos adquiridos por la organización, principalmente motocicletas, teniendo una logística compuesta por 20 domiciliarios desde donde se suministraba la droga.
“Un análisis nos permitió observar que procedentes de Don Matías (Antioquia) había un perfil de muchachos que se dedicaban al menudeo de droga en Madrid. Tras casi dos años de investigación, nos ha permitido delimitar quién formaba parte de la investigación y quién era una víctima”, afirmó el comisario jefe de la Brigada de Extranjería, Luis Mayandía.
Matrimonios de conveniencia
Pasados los 90 días del visado de turista, se convertían en irregulares. Pagaban 6.000 euros para contraer matrimonio con alguien de la organización y así tener los papeles, y eso se sumaba a la deuda, que día a día se convertía impagable.
Más resultados
Según se conoció, esa no sería la única forma de repartición de droga, pues se detectó que, si bien el horario de atención del negocio ilícito era entre las once de la mañana y las once de la noche, con motivo de las restricciones de movilidad implantadas por la pandemia, la actividad era continua también en la noche. Para esto, utilizaban repartidores con licencias de transporte público que se encargaban del suministro nocturno.
De igual manera, se comprobó que se empleaba un lenguaje en códigos para tramitar los encargos de los clientes y que adoptaban estrictas medidas de seguridad en el transporte de la sustancia.
De hecho, se conoció que el líder de la organización fue identificado en una ocasión mientras se trasladaba en su vehículo durante un control rutinario con motivo del Estado de Alarma, pero rápidamente se deshizo del coche que conducía y lo mandó desguazar.
Capturas
La Policía desmanteló todo el entramado criminal, que además contaba con una pirámide jerárquica compuesta por “los químicos” -encargados de cortar y preparar las dosis- “las oficinas” -pisos a cargo de un miembro de la organización donde se gestionaban los cobros y donde se encontraban los call center-, “los gestores” –encargados de los alquileres de las oficinas, trámites administrativos y llevar a cabo matrimonios concertados– y “los peladitos” –repartidores de la sustancia estupefaciente-.
Las detenciones se practicaron el 28 de abril y dos días después los 39 arrestados pasaron ante el juzgado, que ordenó prisión provisional para once de ellos como presuntos responsables de los delitos de trata de seres humanos, pertenencia a organización criminal, contra la salud pública y blanqueo de capitales. El resto está en libertad con cargos, la mayoría con blanqueo de capitales.
Cabecilla
El líder de la red de narcos ya había cumplido cumplió 10 años de condena por un delito contra la salud pública y lleva 15 años residiendo en España. El sujeto se movilizaba con coches y en zonas de perfil bajo y estaba obsesionado con no llamar la atención por su propia seguridad.
El dinero de las ganancias se enviaba paquetes de máxiimo 1.500 euros a ‘Don Matías’, a través de empresas de envío y utilizando a personas a las que pagaban entre 5 y 10 euros por cada envío.
El líder tenía una finca llamada El Torino, en la que contaba con caballos y vacas, y, al parecer, estaba comprando terrenos cercanos para ampliarla.
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