17 años de carrera convergen en ‘Dale’, el octavo trabajo discográfico de Santiago Cruz. Orgulloso de su nueva entrega, y convencido de que este es su mejor trabajo de composición hasta el momento, el cantante ibaguereño habló con Infobae, y relató lo que fue el proceso de construcción de este nuevo compilado de canciones en donde, además de cumplir uno de sus más grandes sueños al colaborar con el español Alejandro Sanz, combatió inseguridades, y se confrontó a sí mismo en la que él considera es la crisis de los 40. Santiago, interesado en la coyuntura actual del país, confía en que acciones pequeñas pueden hacer una gran mejoría, y que la música es una de ellas.
Llegar a ‘Dale’ fue un proceso de exploración, contó el músico. Hallar una narrativa en donde se mezclara su composición clásica, caracterizada por lo acústico, y los nuevos sonidos que deja la tendencia de los sintetizadores y los sonidos digitales, fue uno de sus objetivos principales.
“Me interesaba explorar un poco ese universo de muchas programaciones, atmósferas, sintetizadores, muchas capas de sonidos digitales, habiendo venido del mundo acústico. Es interesante, uno como artista, estar abierto no tanto a la moda, pero sí a la tendencia (...) lo quise implementar para ampliar un poquito la paleta de colores de esa propuesta estética”, argumentó.
‘No Estamos Solos’, ‘Nuestra Esquina de Madrid’, ‘Como Desde La Primera Vez’, ‘Tiempos Mejores’, ‘Yo Te Todo’, ‘Hay Días’, ‘Mejor Me Voy’, ‘Ya Son Las 10 en Buenos Aires’, ‘Otra Mañana Más’, y ‘3,2,1,0’, son las creaciones de Cruz que han ido saliendo últimamente, y que estarán disponibles en su totalidad el próximo viernes 21 de mayo en todas las plataformas digitales.
‘Dale’, que lleva ese nombre a modo de mensaje de motivación para sus seguidores en medio del complicado contexto que vive la humanidad por estos días, significó una toma de decisiones de riesgo para Cruz. Por una parte, el músico se atrevió, por primera vez, a producir sus propias canciones, cosa que no había hecho antes por inseguridades personales. “Falta de confianza, miedo. En esta oportunidad yo tenía muy clara la visión de cada una de las canciones, y me tuve la suficiente confianza para atreverme, por primera vez, a producir. Por suerte me animé, porque estoy muy orgulloso de eso”, expresó el artista que, en total, produjo tres de los temas del álbum: ‘Mejor Me Voy’, ‘Ya Son Las 10 en Buenos Aires’ y ‘3,2,1,0’.
Y, del otro lado, se atrevió a hacer grabaciones análogas, lo que le implicaba que sus interpretaciones salieran bien inmediatamente, debido a la imposibilidad de someter las canciones a una edición posterior, por el mismo proceso que requiere esta forma de registro musical. Para Cruz, esto imprimió un sello de naturalidad, incluso, asegura que aunque las grabaciones no quedaron del todo perfectas, son la representación exacta de lo que es el ser humano, “seres bellísimamente y maravillosamente imperfectos”.
“Antes, se juntaban los músicos en el estudio, y lo que hacían quedaba consignado en una cinta, entonces había que tocar y cantar en serio, aquí no había maquillaje. Eso le imprime un estrés maravilloso al proceso, porque tienes que ponerte ahí, en la zona”, relató a Infobae.
En medio de un proceso de florecer, como lo representó el artista en la estética visual de su nuevo disco, con el que además se acercó a su faceta femenina, y ‘piloteó’ su ‘crisis de los 40′, Cruz confesó su fascinación por el concepto de la derrota, “para mi es una obsesión el fracaso, para mi es una obsesión el que no la logra, los que no la logramos, porque todos, de alguna manera, no hemos logrado algo (...) no siempre somos los primeros, ni los mejores, ni los que rompen el récord, ni somos los número uno (...) ahí hay lecciones maravillosas”, planteó el artista.
“Yo, que estoy pasando por lo que se puede llamar como la crisis de los 40, me enfrento con momentos en los que miro para atrás y digo, ‘uy, esto no lo logre’ ‘esto estuvo bien’ ‘esto no estuvo tan bien’ (...) pero luego miro para adelante y digo, ‘bueno, esto todavía lo puedo hacer, vamos para adelante, con toda’. Eso de florecer es el asunto, a pesar de los fracasos y las derrotas, no nos queda más remedio que florecer, es un compromiso con nosotros mismos “, resaltó.
Así mismo, habló de los comentarios que recibió por la fotografía en la que se ve con flores en su cabeza, “yo me siento muy cómodo acercándome a esa polaridad femenina de mi universo (...) Un hombre me comentó, ‘me encanta tú música aunque seas tremendamente gay’ (...) ahí hay muchos problemas (...) primero, estás usando la palabra ‘gay’ como un insulto, y segundo, no te debería importar. Mientras sigamos usando las palabras ‘negro’, ‘gay’, ‘indio’, ‘gordo’, como un insulto, pues, claramente, tenemos muchas cosas que trabajar todavía”.
Para Cruz, la tolerancia por estos días en Colombia es un asunto coyuntural. En medio de las manifestaciones que se adelantan en el país desde el pasado 28 de abril, y con la llegada de tantas noticias negativas, el músico mantiene la esperanza de que el problema se solucione con el trabajo de todos. Para Cruz, antes de ser un artista, es un ciudadano que tiene derechos y deberes, y que levantar la voz para afrontar una inconformidad es una de sus tareas principales.
Aseguró que en estos momentos, el mensaje más importante que debe sobresalir es el del respeto por la vida. “No puede ser que esas noticias se nos vuelvan paisaje, y que los muertos se nos vuelvan una cifra. En algún punto tenemos que ponernos de acuerdo en una cosa tan profunda y tan básica como: no matarnos”, recalcó.
“El desorden es tan grande que uno dice, ¿yo desde acá que puedo hacer? y creo que es una sensación que muchos compartimos. Yo sí creo que hay pequeñas acciones que contribuyen, esa construcción es larga, y si bien hay cosas institucionales que deben solucionarse inmediatamente, hay una construcción personal que también va a ayudar a esa transformación (...) si bien es cierto que a veces se dice, no sin razón, que se le exige más a los artistas que a los gobernantes, y a veces pasa, también es cierto que hay momentos, como el que estamos viviendo, donde ya se traspasó la frontera ideológica y estamos llegando a un asunto de humanidad”, concluyó Santiago Cruz.
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