Recientemente se conoció que el soldado Cristian Saavedra Arias, el señalado de haber causado la muerte de Juliana Giraldo Díaz el pasado 24 de septiembre de 2020 en alrededores de Miranda, Cauca, recibió casa por cárcel por los hechos. La mujer se movilizaba en un carro junto a su pareja y a un pasajero adicional cuando el militar le disparó, proyectil que impactó en su cabeza.
La decisión fue tomada por la juez de control de garantías señalando que Saavedra Arias deberá cumplir su condena en su lugar de residencia, sin embargo, la Fiscalía apeló la decisión alegando que este accionó su arma de dotación contra el carro en el que viajaba Giraldo sin tener una orden de algún superior. En ente acusador acusa al soldado de haber disparado dos veces cuando el carro, que se le había pedido detenerse, siguió su camino al no percatarse.
Y es que la Fiscalía ya le había imputado cargos a Saavedra por el delito de homicidio agravado en persona protegida, además de pedir la medida de aseguramiento en centro carcelario, lo que no tuvo en cuenta la juez, pero el acusado no aceptó dicho cargo. El proceso es adelantado con un enfoque de género y una perspectiva diferencial ya que la víctima mortal es una mujer transgénero e integrante de la población LGBTI.
El caso paso de la Justicia Penal Militar por solicitud de la Fiscalía explicando que como el hombre no había actuado por orden de un superior y que lo hizo de manera autónoma, era de su jurisdicción, lo cual se aceptó. Una vez se realizó el cambio de la jurisdicción, en la imputación que se le realizó al uniformado, a inicios de abril, se acogió de nuevo la versión -que no se había hecho pública, pero que se conocía desde que ocurrió la muerte de Galvis- en la que el compañero de la mujer aseguró que el soldado estaba drogado.
En Noticias UNO indicaron que en la investigación por este hecho se comprobó que el uniformado realizó el ataque armado de forma directa a corta distancia, tras cruzar unas palabras con los ocupantes del carro y después de haber consumido psicoactivos. Además, reseñaron en el informativo, el Ejército intentó encubrir lo ocurrido.
Con estas nuevas pruebas, la madre de Juliana pidió que caiga el peso de la ley contra el uniformado y al Ejército, luego de que inicialmente creyera que el disparó lo ocasionó un soldado joven e inexperto.
“El Ejército desde el comienzo quiso desviar los hechos. Ellos estaban consumiendo estupefacientes porque está comprobado. Es que el soldado no es el único culpable, el Ejército también es culpable, ellos tienen que responder”, dijo en Noticias Uno, Gloria Cecilia Díaz, la progenitora de Juliana.
Su esposo, Francisco Larrañaga, contó a El Tiempo en diciembre de 2020 que trata de tener la mente y el cuerpo ocupados. “La mente para no pensar cosas que me afecten y el cuerpo, para tampoco ir a hacerme daño. Siempre trato de estar ocupado para poder llegar a la cama bien cansado en las noches, tratar de dormir y no darle espacio a cosas negativas”, afirmó.
También admitió que no habían sido meses fáciles. “Se me ha hecho muy largo el tiempo, un eternidad (...) Tengo momentos de mucho dolor. Lo que más me duele es la soledad”. Pero a pesar de haber perdido a su esposa, a quien conoció en la terminal de transportes de Cali en 2007, Francisco dice que lo reconforta la forma de su muerte. “En el momento de su muerte, Juliana no sufrió. Fue instantánea su muerte, esa es la tristeza que, paradójicamente, me da un poco de aliento”, expresó.
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