Hace dos semanas, la exrectora del colegio Gimnasio Castillo Campestre Amanda Azucena Castillo Cortés fue condenada a diez años y ocho meses de prisión por su responsabilidad en el caso de la muerte de Sergio Urrego Reyes, sin embargo, la defensa de la acusada apeló el fallo, lo que podría terminar en que el caso quedara impune. Esto se debe a que los términos del caso vencían el 15 de mayo, pero en la tarde de este 17 del mismo mes la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá determinó seguir con este para que no prescriba.
En sala dual del tribunal, con ponencia de la magistrada Eva Ximena Ortega Hernández se resolvió el recurso de apelación. Esto significa que se emitirá un nuevo fallo en segunda instancia que ratifique o no la decisión tomada previamente por el juzgado 43 de conocimiento de Bogotá. Se espera que la fecha para la nueva audiencia se dé a conocer próximamente.
Ante la noticia, Alba Luz Reyes, madre de las víctima y creadora de la Fundación Sergio Urrego, calificó como un “milagro” la decisión puesto que el proceso penal estuvo muy cerca de la prescripción. Incluso, ante la posibilidad de que el caso quedara impune, la mujer consideró llevar el caso a la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Hay que recordar que este caso viene desde el 4 de agosto de 2014, cuando Urrego decidió quitarse la vida después de que Castillo, junto a otras directivas del colegio Gimnasio Castillo Campestre, ejercieran una presión indebida y discriminatoria contra él y su pareja sentimental, quienes se habían declarado abiertamente gais.
Aunque lento, el caso ha avanzado. De hecho, en 2016 se le imputaron cargos a la veedora de la institución educativa y en 2017, a la psicóloga.
Ahora, las autoridades emitieron el fallo de carácter condenatorio contra Castillo Cortés, a quien se le acusa de los delitos de falsa denuncia y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio. El 3 de mayo, en la audiencia de lectura de sentencia, el juez condenó a la exrectora del plantel educativo a 10 años y 8 meses de presión (130 meses) y a pagar una multa de 500 salarios mínimos mensuales legales vigentes. Además, se le negó el beneficio de casa por cárcel a la victimaria.
“La posición que ocupaba en la sociedad para el momento de los hechos la procesada, (Amanda Azucena Castillo Cortes), quien tenía a su cargo la formación de niñas, niños y adolescentes, que su actuar corresponde a hechos completamente reprochables y es desde su cargo, donde se orquestó el accionar ilícito que conllevó en el caso de Danilo Esteban Pinzón a apartarlo no solo de su pareja sentimental sino también de su entorno escolar, de sus amigos y quien últimas se logró graduar en condiciones totalmente irregulares (...) Tal y cómo él dice después de mucho sufrimiento, acciones que dejaron afectaciones en su vida y que al día de hoy, no ha logrado superar a pesar de su adultez mientras que, frente a Sergio David Urrego fue el actuar desproporcionado, prejuicioso, discriminatorio en el que fue segregado en razón de su orientación sexual y tal cómo se advierte en la autopsia psicológica practicada por la doctora Ingrid Tatiana González Pardo, la falsa denuncia fue el detonante para que una mente brillante con tal solo 16 años, como la Sergio había forjado un pensamiento maduro en su vida”, argumentó el juez tras emitir el fallo de primera instancia.
Desde el tribunal aseguraron que este caso es “un ejemplo claro de la deshumanización del sistema educativo” y pidieron que ningún otro joven del país pase por algo similar. El juez fue enfático en que, pese a conocimiento de su falsa denuncia, Castillo Cortés insistió en hacer creer que Urrego supuestamente había acosado a uno de sus compañeros de estudio, hecho que detonó en el suicidio del joven de 16 años.
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