Cali en Paro: así se viven los días en la ciudad protagonista de la movilización social en Colombia

Marchas multitudinarias, bloqueos, homicidios, represión y peticiones al Gobierno Nacional son los hechos que no dejan dormir a la capital del Valle desde hace 20 días. Infobae Colombia recorrió la ciudad y conoció lo que piden los jóvenes de Primera Línea.

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La Loma de la Cruz
La Loma de la Cruz o de la Dignidad, como fue bautizada por manifestantes, es el punto del Paro más frecuentado en Cali. Foto: Mario Perlaza - Infobae

Nunca más la palabra ‘resistencia’ va a tener el mismo significado en Cali después de que 35 personas murieran usándola como bandera en las calles en menos de 15 días, según Temblores ONG.

Diferentes problemáticas llevaron a una erupción de situaciones en la capital del Valle que no han permitido el abastecimiento regular de los caleños a causa de los bloqueos en las zonas más estratégicas: la salida al sur que conecta con el departamento del Cauca y Jamundí; la salida al oriente que lleva a Candelaria y a la Central de Abastecimiento del Valle del Cauca (Cavasa); el corredor que lleva a Palmira y por ende al aeropuerto y algunos puntos como la Calle 5ta, a la altura del centro de la ciudad y, quizá el más reconocido, el antiguo Puerto Rellena que se rebautizó a sí mismo como ‘Puerto Resistencia’ desde el día uno. Infobae Colombia estuvo recorriendo algunos puntos clave de la manifestación en Cali.

En ‘Puerto’ hay más de 30 jóvenes de Primera Línea que llegaron entre el primer y el tercer día del paro en Cali. “Yo vivo cerca porque somos todos pelaos de la zona. Entonces, el primer día me vine a asomar aquí a ver la manifestación y cuando llegué, vi que ya estaban tirando gases, ya había represión de los pelaos y mi decisión fue seguir, en vez de irme para atrás, me dio desespero, me dio rabia y seguí para delante. Ese día duró la guerra como tres, cuatro horas”, dijo Miguel*, uno de los jóvenes que, aunque no duerme en la zona, sí suele ir casi todos los días.

Puerto Resistencia está ubicado en toda la Autopista Simón Bolívar con carrera 46, un corredor que conecta a toda la ciudad de sur a norte y que tiene una de las entradas más concurridas hacia el Distrito de Aguablanca, donde habitan más de 737.000 personas, de las cuales, el 45 % son de estrato 2, según la Unidad de Planificación Urbana de la Alcaldía de Cali en 2017.

El pasado 30 de abril, Diego Molano, ministro de Defensa, llegó a Cali con más de 3.000 hombres y mujeres de la fuerza pública por orden del presidente Iván Duque, quien pidió retomar el control de la ciudad. Esto intensificó los encuentros entre el Esmad y los jóvenes de todos los puntos de Cali, al menos por dos días más. “Todo empieza primero con drones, luego llegan policías de un lado, del otro y es no más que caiga la noche para que empiece la guerra”, dijo ‘El Indio’, uno de los integrantes de Primera Línea.

Las mujeres también hacen parte de quienes resguardan puntos como La Loma de la Cruz (Dignidad), Meléndez y la Universidad del Valle. ‘La India’ es madre de tres, uno de ellos pertenece a la Primera Línea y explicó que el primer día creía que el paro iba a durar poco, pero que mientras pasaba el tiempo sintió la necesidad de unirse y esta semana estuvo acompañando a su hijo, “prefiero quedarme aquí y ser una voz más que irme a mi casa”.

En la Loma de la Cruz, ‘La Mona’, una auxiliar de enfermería, también tiene hijos y se encarga de coordinar el punto de atención médica y de liderar los pasos humanitarios del sector. “Yo me uní porque vi la represión del Esmad en un edificio cercano y como no quiero que nadie toque ni a mis hijos ni a mi gente, vine para acá y aunque no he solventado mi renta, no me ha faltado la comida, gracias a Dios”.

Al preguntarles por la razón para pararse en Primera Línea, uno de ellos, que no quiso dar su nombre, respondió que daría la vida. “Aquí todos estamos decididos a lo que sea, a morir por la patria porque es la realidad (...) lo que sí le he dicho a mi familia es que entiendan que luché”.

Joven recibe la bendición de
Joven recibe la bendición de un padre que visita uno de los puntos de concentración en Cali Foto: Mario Perlaza - Infobae

Las peticiones

“Acá hay estudiantes de Derecho, de carreras así como Administración y ellos son los que nos han explicado cómo funciona la rama judicial”, añadió Miguel en Puerto Resistencia. En ese lugar las peticiones son claras: piden no ser judicializados por ejercer el derecho a la protesta, que les garanticen mejores condiciones para educación y espacios deportivos en la ciudad, además de derogar reformar o proyectos que corran trámite en el legislativo como la reforma a la salud.

Pero en general, en Cali piden a gritos, desde cada punto de concentración, oportunidades laborales para los jóvenes. “Si un congresista o concejal gana 42 millones de pesos, usted le baja la mitad del sueldo, quedan 21 millones y hay trabajo pa’ 21 personas ganando el salario mínimo, ¿si pilla? esa es la idea”, fueron las palabras de ‘Judas’, quien se declaró coordinador del punto de resistencia en Meléndez. Para él, para ‘La India’, para ‘La Mona’, para Miguel y para cada una de las personas consultadas por este medio, el Estado debe reducirse y hablar de austeridad.

Frente a todo esto, el presidente Iván Duque ya escuchó algunas de las propuestas que nacen de asambleas que se realizan en cada uno de los puntos con personas tanto de la comunidad como con los de Primera Línea. En ellas se debaten dos o tres veces a la semana lo que buscan con las marchas, quien está representado por el Comité del Paro, sin embargo, es clara la desconexión entre los manifestantes y los líderes.

“La verdad la comunicación no ha sido muy lineal, entonces acá nos llegaba la información que se hablaba en la Loma dos días después y entonces ya para qué. Acá habemos madres y deberían tenernos en cuenta (...) pero sí hemos estado muy al pendiente de todo porque igual hay que manejar una logística y nos pidieron [desde el Comité] hacer más pedagogía y no solo cerrar las vías”, dijo una de las 20 integrantes de Primera Línea en La Loma.

Jóvenes de primera línea de
Jóvenes de primera línea de Cali

Al norte de la ciudad, en el punto de Paso de (la Resistencia) Comercio, vía que lleva a Palmira y al aeropuerto, los jóvenes lideraron un consejo interno para sumarse a las peticiones nacionales y regionales. Entre ellas solicitan garantías para su seguridad y no judicialización, pero resalta una y es la creación de una reforma tributaria. Para ellos, el proyecto “debe hacerse de manera progresiva, retirando exenciones a grandes capitales, reduciendo el IVA y persiguiendo de manera fiscal a terratenientes, latifundistas, propietarios de tierras improductivas y en general grandes capitales”.

Sumaron al pliego la creación de más espacios deportivos y de habilitar proyectos gratuitos para ingresar a la Escuela Nacional del Deporte, que ofrece carreras como fisioterapia y relacionadas con la educación física. Otra petición es que la Cámara de Comercio de la ciudad no cobre matrícula mercantil a los emprendimientos de jóvenes menores de 28 años y que tengan precios con enfoques diferenciales cuando se deba hacer la renovación, entre otros puntos. “No permitiremos que ningún político o grupos armados ilegales nos representen”, pero aclararon que los grupos afro e indígenas sí deben estar en una mesa de concertación con el Gobierno nacional.

Por otro lado, en La Loma, Meléndez y Puerto se baraja la posibilidad de motivar una asamblea constituyente para crear una nueva carta magna. Algunos manifestantes consideran que las reformas que solicitan en ámbitos laborales y de austeridad del Estado necesitan un cambio drástico desde la ley de leyes, como sucedió en Chile, que tenía una Constitución escrita en la dictadura de Augusto Pinochet, mientras que en Colombia se cambió en 1991 por iniciativa de un movimiento estudiantil.

“También queremos que la Policía nos haga sentir seguros, porque hoy en día usted ve uno y dice ‘qué miedo, corramos’. Queremos una reforma a la Policía”, expresó ‘La Mona’ quien a renglón seguido recordó uno de los hechos más impactantes de lo sucedido en Cali en los últimos días.

“Queremos que esa famosa ‘gente de bien’, en vez de andar teniendo armas, colaboren con libros y que apoyen a la gente en realidad porque una cosa es que a ti no te afecte y tengás tu comida en la nevera, pero otra cosa es que hay alguien que sí, y así a mí no me afecte, yo tengo que sentir el dolor, ponerme en el zapato del otro”.

El domingo 9 de mayo en el sur de la ciudad, a la altura de la calle 146, barrio Ciudad Jardín, resultaron heridos con impactos de bala ocho miembros del Consejo Regional del Cauca (CRIC). Infobae Colombia conoció que de esos ocho, al menos cinco fueron dados de alta a inicios de semana, excepto por Daniela Soto, quien todavía está en recuperación. Presuntamente, las balas habrían sido disparadas por habitantes de Ciudad Jardín que, como ronda en redes sociales, cargaban armas de largo alcance y de gran calibre.

La minga indígena dejó Cali el pasado miércoles 12 de mayo tras un recorrido por todos los puntos de concentración de la ciudad, esto después de la solicitud del Gobierno tanto local como nacional para que se retiraran del municipio a sus resguardos en el departamento del Cauca. Sin embargo, los integrantes del movimiento indígena expresaron que se iban porque sentían que su labor estaba hecha en Cali. Actualmente, la Fiscalía investiga el caso para determinar si el CRIC cargaba armas de fuego ese día, por qué los vecinos estaban armados y quien ingresó a uno de los conjuntos residenciales de manera indiscriminada ese domingo, como lo señalan algunos vecinos.

En la despedida de la minga hizo presencia el padre Francisco de Roux, presidente de la Comisión de la Verdad, que este año entregará un documento contando lo sucedido en el conflicto armado colombiano. En redes sociales se viralizó una imagen del padre hablando con uno de los jóvenes, este le dijo a Infobae Colombia que la foto se tomó en el momento en que De Roux le dedicaba una oración. “Yo me acerqué con mucho respeto y le pedí que si por favor me daba la bendición, que la necesitábamos, entonces me la dio y se quedó orando por mí y por nosotros. Fue como por un minuto”.

El presidente de la Comisión
El presidente de la Comisión de la Verdad, Francisco de Roux y de espaldas la precandidata presidencial Francia Márquez. Foto: @_JuanAlvarez_

El alto funcionario, desde Puerto Resistencia, dijo que aceptaba “la responsabilidad, advirtiendo que somos muy poca cosa en la magnitud de los problemas inmensos que tiene este país” y afirmó que trabajará para proteger a los jóvenes manifestantes, para que no se les judicialice y se les proteja la vida, en presencia de la Procuraduría, la ONU y de la Misión de Acompañamiento del Proceso de Paz en Colombia. “Somos testigos de cómo ustedes han luchado, sin armas, por esta dignidad inmensa. Mantengan esta grandeza”, concluyó.

Uno de los manifestantes explicó que los han acusado de cobrar ‘peajes’ ilegales para que los carros y motos pueden cruzar, denuncias que han elevado congresistas de la región, ya que los precios que iniciaron como voluntarios, en algunas zonas ya son obligatorios, pasando de los $2.000 hasta $5.000. Pero él responde que nunca lo han hecho ni tampoco han robado: “esos son los delincuentes de todo un año que han salido hasta en moto a robar y eso no se puede esconder. La inseguridad de siempre ha sacado provecho mientras estamos en una pelea con el Estado para ganar nuestros derechos y salir de la pobreza en la que estamos”, expresó.

La labor de la Misión Médica

El 7 de mayo en el sector La Luna, otro de los puntos de concentración del Paro en Cali, el puesto del Equipo Scouts de Emergencia Colombia y sus carros fueron atacados por personas no identificadas. La denuncia surgió por redes sociales esa misma noche, por lo que este equipo de voluntarios decidió retirarse de la zona y solo atender casos de emergencia, pero no resguardados en los puntos álgidos.

En Puerto Resistencia la atención de personas heridas con balas, por ejemplo, es prestada por un paramédico y auxiliar de enfermería que duerme con su esposa en el lugar desde el quinto día del paro.

“Antes de llegar acá ya había oído que se estaban perdiendo los pacientes de las protestas, que los estaban metiendo en problemas con la Policía y todo eso me puso a pensar si necesitaban ayuda, como alguien más cercano a ellos, que haya vivido lo que ellos han vivido”. El hombre explicó que tras esto decidió renunciar a su trabajo e instalarse de manera permanente en la zona, “ellos no querían ir a que los revisaran por miedo a que les tomen fotos y no tenían nada de confianza”.

Además, invitó a dos amigos suyos que son paramédicos y a un doctor. Relata que en su labor usa los escudos de la Primera Línea para recoger a los heridos y explicó que trabaja con insumos que brindan las personas, como en todas las zonas de Cali. Tanto las misiones médicas como los manifestantes reciben diariamente comida y medicamentos de quienes que van hasta esos puntos a respaldar su labor. Este paramédico explicó que ha intervenido al menos dos veces en centros hospitalarios donde trasladan heridos para que la Policía no los capture. “Ellos solo piden que no los acusen de terrorismo ni de vándalos, porque lo que han hecho es poner el pecho por todos”.

Espacio médico en Puerto Resistencia
Espacio médico en Puerto Resistencia - Cali Foto: Mario Perlaza - Infobae

Colombia completa 20 días de protestas con un saldo de más de 42 muertos, según Indepaz y Temblores ONG, mientras que la Defensoría del Pueblo confirmó 24 la semana pasada en su último reporte. Por otro lado, los daños en todo el país han dejado más de 156 unidades de transporte público sin funcionar como el MIO y TransMilenio, según el Ministerio de Defensa. En Cali se presentaron saqueos de magnitudes desproporcionadas contra las estaciones de gasolina que tienen a los caleños haciendo filas por horas. La semana pasada la espera se podía extender hasta por 12 horas, pero actualmente se ha reducido a dos.

El País de Cali especificó que a la ciudad han entrado en las últimas dos semanas 300.000 galones de gasolina, lo que en condiciones normales se vendería en un día. El alcalde Jorge Iván Ospina ya ha hecho acercamientos con los jóvenes de Primera Línea y logró llegar a un acuerdo con el sector del Paso del Comercio, sin embargo, el pasado viernes, en una reunión con la mayoría de los representantes de bloqueos, no se logró ningún consenso porque, según denunciaron algunos manifestantes, mientras ellos estaban ahí, el Esmad estaba atacando a jóvenes en Buga y sectores como La Luna.

Por ahora Cali sigue en paro, ratificándose como el epicentro del clamor nacional liderado por jóvenes que piden ser escuchados, pero este llamado no es solo al alcalde o a la gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, sino al Gobierno nacional. “Nosotros no queremos sentarnos más con el alcalde, aquí necesitamos a Iván Duque, que nos escuche y que ponga la cara”.

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