“A Fajardo se le pasó su momento”: Camilo Romero habla sobre Uribe, la Coalición de la Esperanza y su precandidatura

Infobae Colombia conversó con el exgobernador de Nariño, una de las fichas de la coalición de centro-izquierda. “Esta vez Uribe pone presidente, pero al contrario, derrotando al que él diga”, afirmó.

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El también exsenador visitó Cali
El también exsenador visitó Cali en medio del Paro Nacional. Foto: Mario Perlaza - Infobae

Camilo Romero llegó al Senado por el Polo Democrático en 2010, luego a la Gobernación de su departamento en 2015 y hoy se sube, por segunda vez, a la carrera presidencial tras haber perdido la candidatura del Partido Verde en 2014 contra Enrique Peñalosa, quien más tarde quedó de quinto en las elecciones de ese año. Con banderas como el medio ambiente y contra el fracking, Romero se alista para competir con Sergio Fajardo en una consulta en marzo de 2022, a quien parece no temerle cuando lo califica como “un centro vacío”.

Romero habló con Infobae Colombia durante su visita a Cali esta semana, en apoyo al Paro Nacional:

¿Qué le aporta la presencia de Camilo Romero a Cali en este momento del Paro Nacional?

Pues hermano, más que creer que podemos aportar venimos es a acompañar, a respaldar, a aprender. Venimos no en actitud de prepotencia, sino con la sencillez de lo que somos: ciudadanos. Sin duda alguna Cali ha sido un referente y venimos con un abrazo y con esa voz que se sintió desde muchas regiones de Colombia: “Cali, amigo, Tumaco está contigo; Cali, amigo, Medallo está contigo”. Expresiones de la ciudadanía al comprender que tenemos un problema bastante complejo que los caleños y caleñas han tenido que pasar en estos 15 días ya, así es que venimos a decirles que estamos con ellos y a dejarles un segundo mensaje de no más violencia, de que se necesita el camino del diálogo, de un camino civilizado, pero esto debe ser con la claridad del Gobierno Nacional que no debe seguir viniendo a Cali como un fantasma, que primero era un títere, luego un meme y ahora un fantasma. Cuando viene de día es a anunciar qué va a hacer. Basta de anuncios, tiene que sentarse a dialogar porque voy a decirlo de una vez: en Colombia hay un reto democrático, se necesita encontrar un diálogo horizontal, con la ciudadanía.

¿Cómo encontró a la ciudad después de ya varios días de protestas?

Viniendo del aeropuerto sentí una ciudad muy desolada. Yo viví siete años en Cali y verla de esta manera me impactó un poco hoy, pero sé que es lo de menos en medio de unos días absolutamente complejos y lo que espero es que la capacidad de resiliencia de este pueblo ponga de nuevo a Cali como protagonista y no solo de este momento que es un momento de valentía, sino también con un mensaje claro de lo que significa este país. Es que [los políticos] lograron construir uno de los cinco países más desiguales del planeta, entonces seguir pasando de agache, como si nada pasara, es insostenible. Lo que deja claro para mí esta movilización, que muchos llaman Paro Nacional, aunque para mí es un sentimiento nacional, es que se desbordó la indignación que estaba replegada y cuando eso sucede se generan situaciones como estas.

Se conoció que la Coalición de la Esperanza le pedía al Partido Verde que definiera su situación dentro del proyecto político... ¿Qué le han dicho?

Yo quisiera que alguien pusiera la cara por esta noticia, distinto al periodista que la dio o que él nos cuente quién es la fuente, porque lo curioso es que sale esta noticia y a renglón seguido salen personas de la coalición como Ángela María Robledo, como Carlos Amaya, como Cristo a decir: “no, nadie ha pedido eso”, entonces no sé de dónde viene.

¿Se siente representado por la Coalición de la Esperanza?

Yo tengo diferencias que las he hecho públicas. Yo creo que la Coalición de la Esperanza no está encontrando la chispa adecuada que se debe generar en una acción de empatía con la ciudadanía ni ha logrado representar e interpretar el momento, entonces tengo discrepancia en la manera de hacerlo y esa ha sido mi postura, pero sin duda alguna debemos dialogar, conversar, pero no estoy de acuerdo cómo ha venido actuando la Coalición.

¿Cuáles son esas diferencias principales?

Me parece que no hay un empate con la ciudadanía, no hay un empate con la gente. Desde la reunión donde se hace la visita al presidente Duque, que para mí fue ya la magnitud de lo equivocada que ya está la coalición, lo que se requería y necesitaba no era otra cosa sino entender el momento y pedir que el diálogo no sea con políticos sino con la gente, y lo que yo llamo un “diálogo horizontal”. Entonces que el 28 de abril la Coalición saque un video desde la comodidad de sus casas o fincas mientras la gente está en la calle no me parece empático.

¿Es un tema de estrategia y de cómo se interpreta lo que quiere la comunidad?

Claro, es decir, si se interpreta algo del país, ¿Cómo estás con el país? Yo he pedido que... es ideal reuniones estratégicas, como lo llamas.

¿Y si la Coalición no es el punto de cambio que quiere la gente ahora?

Yo siento que la ciudadanía tomó una decisión de cambio y ahora tendrá que decidir qué camino de cambio quiere. Yo siento que si bien la gente tomó una decisión de cambio, todavía siente susto de firmar un cheque en blanco, quiere un cheque con garantías, un cambio con garantías.

Usted no asistió a la reunión en Palacio diciendo que no era pertinente reunirse con los políticos por ahora, ¿cree que sirvió de algo esa reunión?

Tendría que preguntárselo a ellos. Pero según he visto y sentí, es que simplemente se expusieron criterios y puntos de vista de cada una de las partes en la reunión.

¿Le han hecho propuestas desde el Pacto Histórico de Petro?

Yo agradezco las voces que desde otros sectores nos convocan, nos invitan. Yo creo que el momento del país exige ser coherente con lo que la ciudadanía está dispuesta a hacer y es dar un paso al cambio. Entonces nosotros podemos ser un cambio con garantías para Colombia y creemos que ese escenario que se plantea desde una coalición de diversos nos da la oportunidad de enfrentar, de manera democrática, en un debate público, a Sergio Fajardo y el camino debe ir en esa vía, en ser una garantía de cambio. Está bien que seamos capaces de enfrentar de manera democrática y argumentada un liderazgo como Sergio Fajardo.

¿Qué ve en Sergio Fajardo que no lo termina de convencer?

Yo creo que se le pasó su momento, yo creo que él lo entendió cuando terminó la elección de 2018 y dice que no va más. Ahora se retracta de eso y dice que va a volver a ser candidato. Me parece que el momento del país requiere tener posición, posturas más claras, no solo es una estigmatización sobre Sergio, de sus opositores, es la fotografía que él publica, es su manera de pensar. Él publica un plato vacío en el centro y dos platos en los lados, o sea, un centro vacío y él lo intenta representar y luego se equivoca, dice que no es lo que quería decir. Entonces es un actor respetable en las opciones democráticas pero yo siento que el país necesita posturas definidas, posturas claras, necesita comprender que aquí hay un dilema entre democracia vs. autoritarismo entonces tendremos que tener la capacidad de juntarnos con otros y otras, así que decir “vamos a ser esta opción, pero no nos juntaremos con…” me parece complicado. Que sea la ciudadanía quien lo defina.

Me parece que es un liderazgo al que se le pasó su momento y que la falta de postura clara vuelve nubloso el camino y creería que el momento del país sí es para tener posturas firmes de defensa ambiental, de lucha contra la corrupción, de enfrentar el viejo poder de 200 años. No es simplemente decir “vamos a competir tranquilos”, no. Es un debate democrático profundo el que hay que dar en Colombia y siento que para eso hay que tener un carácter definido.

¿Si ganara Sergio Fajardo en la consulta de la Coalición votaría tranquilamente por él?

Nosotros hacemos parte de una caracterización democrática y tenemos que dar el debate dentro de la Coalición de la Esperanza para que queden claras y definidas las reglas de juego. Las reglas que queden claras, las cumplimos. Tenemos un carácter democrático y si nosotros estamos allí es para derrotar y ganarle a Sergio Fajardo en la consulta.

Usted apoyó el acercamiento que hubo entre el Pacto y la Coalición a finales del año pasado ¿Qué piensa ahora?

Yo lo que creo es que hoy, como están dadas las cosas, son dos caminos que la ciudadanía tendrá que comprender, valorar y después decidir y tiene que jugársela en dos opciones de cambio. Lo que yo sostengo es que si bien son dos caminos distintos, hay que dejar la puerta abierta porque estamos enfrentando un viejo poder y hay que ver con qué se nos viene y es que ahí está el pacto del Ubérrimo, el pacto de la politiquería local y regional que tiene un liderazgo contundente en el país, así que no es solamente decir “somos dos caminos diferentes, que nos vaya bien”, la diversidad y pluralidad en primera vuelta, no, no. Es que esto es político, es concreto, es que si nos arman una gran coalición desde el pacto del Ubérrimo y la politiquería regional pues va a ser muy complicado competir, entonces yo soy de los que sostiene que hay que dejar la puerta abierta para el diálogo democrático.

Pero entonces, ¿cuáles son esas diferencias entre el Pacto Histórico y la Coalición de la Esperanza?

Yo digo que son caminos para el cambio, nosotros queremos ser una garantía. Puedo hablar por nosotros, hemos hecho un ejercicio. Hemos pasado cuatro años por el Senado y cuatro años por la Gobernación y seguimos como ciudadanos de a pie, marchando con la gente. Salí con deudas de la Gobernación, no me da pena decirlo. Me parece que es una carta de presentación de un político al que el dinero no lo mueve ni motiva su acción política en lo absoluto. Yo vivo en casa arrendada, como nos toca a millones de colombianos, por eso le puedo responder por mí: somos una opción, un nuevo camino para este país.

Dentro de la Coalición, ¿a quién ve muy preparado para ir por esa candidatura?

Sin duda alguna alguien que viene de tener un respaldo de más de cuatro millones de colombianos y colombianas es la primera opción por reconocimiento, pero he venido sintiendo en los recorridos, al estar con la gente, es que no hay ese impacto y finalmente para una acción política se requiere una chispa adecuada. Es que para esto se necesita tocar, mover, que se sienta y creería que, si bien Sergio es el que tiene hoy la posición, no tiene el suficiente respaldo, sobre todo de hombres y mujeres de carne y hueso, más allá de un espacio mediático, empresarial o de unas encuestas y es allí donde está el escenario de un nuevo camino.

Hablemos de la coalición de Gobierno y del Centro Democrático. ¿A qué candidato ve ahí?

Lo que sé es que se van a juntar, lo que sé es que pactos como los del Ubérrimo saben juntarse, saben dejar sus diferencias de lado por la mermelada del poder y del Gobierno y les quedará fácil ese camino. Independientemente de quien salga elegido yo creo que esta vez Uribe sí pone presidente, pero en el sentido contrario, ya no es el que él diga sino que es a derrotar a el que él diga.

Hablando de esas coaliciones, ¿hacia dónde cree que se va el Partido Liberal?

Yo creo que es una incertidumbre, pero siento que cada vez los partidos están entendiendo menos lo que yo llamo una nueva ciudadanía. Eso que llamo un diálogo horizontal y es que es una nueva ciudadanía con nuevos liderazgos. No es el concejal que dice cuántos líderes tiene, no. Es una nueva realidad política así que no sé con quién se la jueguen, pero lo cierto es que a quien elijan, tendremos que enfrentarlo y derrotarlo en las elecciones de mayo de 2022.

Excongresista, exgobernador y dos veces precandidato, ¿Qué aprendió usted en cada cargo y qué cambió?

Lo más importante es que somos de la ciudadanía, que pasamos por esas responsabilidades y entiendo que no se trata de vanagloriarse en espacios de poder sino de seguir siendo los mismos y representar lo mismo. En el Senado llegué para proponer que revocáramos ese Congreso, conmigo adentro. Viendo ese escenario estando adentro les propuse a los colombianos tener un derecho constitucional y que no solo sea votar por congresistas sino revocarlos, sacarlos. Eso fue lo que hice, además de la única oficina pública abierta y visible que ha existido en este país, con cámaras web en pleno año 2010. Hacíamos informes semanales de rendición de cuentas, una acción política distinta y coherente con quienes me han acompañado

Luego yo llego a una Gobernación, no para usar el poder para enriquecimiento propio o de unos pocos, sino para la defensa de lo público, de lo ambiental, para la defensa de la gente, del territorio y enfrentando un poder tradicional. Desde el sur, desde Nariño, trazando políticas públicas de vanguardia como la de gobierno abierto que no existe ni en Bogotá ni en Medellín sino en Nariño y desde allí marcando un compromiso ambiental del no al glifosato, no al fracking. De crear dos secretarías acordes al nuevo momento de la humanidad: la de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la de Tic e innovación y Gobierno Abierto y eso nos marca en una línea de coherencia y de una nueva ciudadanía que busca nuevos gobiernos.

Yo le puedo resumir finalmente que lo nuestro se cruza con lo que está pasando en el momento. Es decir, hay dos características nuestras: la primera es ser vanguardia, nosotros hicimos el movimiento ‘Tienen Huevo’ antes de que surgieran los indignados en el mundo, nueve años antes; hicimos lo de la revocatoria del Congreso cuatro años antes de la Consulta Anticorrupción y hemos podido construir desde el contrapoder un nuevo poder para este país en Nariño. Además de cómo logramos consolidar en temas de finanzas sanas: poner un departamento de segunda categoría en uno de primera; poner al departamento en el puesto 23 al tercero en el índice de desempeño fiscal, tareas importantes para la ciudadanía. Pero más importante que vanagloriarse de ella es la coherencia para que haya un punto de confianza.

Nariño es uno de los departamentos más impactados por el narcotráfico y, desde el acuerdo de paz, el centro de la disputa de los grupos armados, ¿Qué acciones se deben tomar para que esto no siga creciendo en el país? Teniendo en cuenta que usted ya lo combatió por cuatro años y los resultados no fueron tan positivos...

Es que ha sido un camino equivocado. El camino del conflicto armado en este país hay que acabarlo y solo es posible mediante el diálogo y mediante el cambio de unas condiciones objetivas para la gente. Entonces el narcotráfico debe pasar por una opción y es la de sustitución de cultivos de uso ilícito, mientras no haya esa posibilidad, no hay salida entonces nos proponen glifosato y nos dicen que es para acabar con la coca en territorios donde se produce coca de manera industrial. Resulta que el estudio de la Universidad de los Andes nos dice que solo el 13% de los cultivos son industriales, entonces hay que jugársela con el 87% que corresponde a familias, a la gente sembrando coca, que no tiene alternativa, que no tiene presencia del Estado, donde el debate de fondo no son ellos, es el debate entre democracia y delincuencia. Es una vergüenza que a un Estado le gane la delincuencia, entonces lo que se requiere es a una salida que obedece a la sustitución, que se entienda esto como una problemática social y no de criminalidad diciendo que vamos a fumigar y acabamos con la coca, no. La gente se va a ir a otro lugar y va a volver a sembrar, no se va a pasar el Ejército en ese lugar permanentemente. Es un tema social, una desatención y para eso se requiere presencia integral del Estado en el territorio. La sustitución es el camino.

¿Usted qué acciones tomó frente a ello en la gobernación?

Sin duda el que más tiene que aportar es el Gobierno nacional. Yo le pongo este ejemplo: con el departamento de Nariño pudimos tener el mayor presupuesto posible en mi administración: un billón de pesos. El Ministerio de Defensa tiene 35 billones en un año. ¿Cómo le van a exigir a un Gobernador que responda por los problemas de conflicto armado en su departamento? ¿o se lo va a pedir usted al alcalde Tumaco o peor al de Mosquera? ¿o al de El Charco, Nariño? Es decir, de acuerdo a las proporciones. Pero nosotros nos metimos a lograr la firma de 63.000 familias en Nariño dispuestas a sustituir cultivos de uso ilícito y ¿sabe quién incumplió? el Gobierno. ¿Usted se imagina ponerse en las botas de una persona en el campo, donde nunca ha llegado el Estado y llega por primera vez y le dice que va a sustituir y la gente le cree, hace un acuerdo, lo firma y luego le hacen conejo? ¿Qué puede imaginarse ese ciudadano? El gobierno Santos de 63.000 familias cumplió, a medias, con 17.000 en Tumaco, a medias.

¿Cuáles son esas propuestas de Camilo Romero?

Yo le decía que lo fundamental es construir y consolidar el primer Gobierno ciudadano, se llama Gobierno abierto y lo hicimos en el Nariño, que la gente tenga la posibilidad de saber cuánto gana un funcionario y cuánto tiene en la cuenta de ahorros. ¿Por qué les aterra en Bogotá? ¿Por qué argumentan problemas de seguridad si lo hicimos en Nariño con 40 funcionarios y nunca pasó nada? Eso requiere ponerse en práctica y es voluntad política. Entonces lo primero es eso, una rendición de cuentas que logre transparencia, participación y colaboración, que podamos decir cuánto tiene el país, que no nos salgan con este cuentico que el Gobierno nacional tiene caja para unos días, nos dijeron hace un mes, y ahora el presidente Duque dice que nos alcanza para financiar la educación pública con matrícula cero.

Necesitamos, en un segundo punto, revertir el cambio climático. Un ejemplo, como lo hace Costa Rica, no habla de una meta de reducción de la deforestación sino del aumento de la reforestación, solo un reto que tenemos que hacer, el cuidado de nuestra casa común. El tema de innovar que lo hicimos bien en Nariño. Aquí hay que plantearnos la protección de un sistema productivo en el país, lo que nos ha pasado es muy fuerte. Para ponerte un ejemplo, el tratado de libre comercio con Estados Unidos que se implementó desde 2012 nos ha dejado este resultado. Antes de eso teníamos una exportación a Estados Unidos que ahora se reduce a la mitad. Eso es lo que han logrado con políticas que han golpeado a quienes producen en Colombia y allí necesitamos de una mano para empresarios, gremios y sectores para que tengan la probabilidad de competir.

Mañana es la segunda audiencia ante la Corte por presuntas irregularidades con 100 cajas de aguardiente, usted negó los cargos imputados en la anterior, ¿Qué le espera en esta y de qué se hablará?

Es otra de tantas audiencias. Mañana lo que se hará es presentar las pruebas de la defensa en una audiencia preparatoria, entonces vamos a ver cómo avanza y seguiremos prestos y listos a nuestra defensa que es lo que nos corresponde, entendiendo en qué marco se dio esto. Esto no es gratuito, no es algo que tenía que darse, es parte de una decisión política macabra de un hombre como Néstor Humberto Martínez, al servicio de unos politiqueros como Germán Vargas Lleras que decidieron amenazar gobernadores en los territorios. Cuando digo amenazar me refiero a un tema que tiene que ver con la segunda amenaza más fuerte, la primera es la vida y la segunda la de la libertad y con esto amenazaron a los gobernantes doblegándolos para que apoyen al señor Vargas Lleras y yo no no me doblo. Estamos en una opción de cambio y en esa medida no nos arrodillamos y enfrentamos este proceso ante la Corte Suprema.

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