El pasado 12 de mayo se llevó a cabo en el país una nueva jornada de manifestaciones en el marco del paro nacional. Barranquilla fue uno de los epicentros de las protestas que se desarrollaron mientras en el estadio Romelio Martínez se jugaba el partido por la cuarta fecha del Grupo D de la Copa Libertadores 2021 entre Junior y River Plate.
Los lacrimógenos empleados para dispersar a los manifestantes en los alrededores del escenario deportivo le arrancaron lágrimas en la previa al juego al entrenador de River, Marcelo Gallardo, y obligaron al árbitro a detener por breves minutos las acciones antes de la media hora.
Con bombas aturdidoras como telón de fondo, los equipos saltaron a la cancha haciendo su mejor esfuerzo por concentrarse en el juego que terminó en un empate.
Lo sucedido en el partido desató toda clase de reacciones de medios internacionales, pero lo que más prendieron el debate fueron las declaraciones de Mario Pergolini, exdirigente de Boca Juniors y periodista de la emisora argentina Vorterix, a través de la cual dijo:
“¿Cuánto habría que cobrarle a la Conmebol por poner en riesgo a todos? Ya no hablo de lo moral, de que la gente la está pasando mal, de que la región está en un momento crítico... Estos tipos siguen jugando a la pelota pensando que el fútbol trae felicidad al pueblo... No, no le trae felicidad al pueblo”.
El prestigioso comunicador albiceleste también indicó que podrían haber intereses comerciales detrás de las intenciones de la Conmebol de continuar con la Copa América, pese al conflicto que se vive en el continente, especialmente en Colombia, donde la crisis de orden público no cesa con los los días.
“No sé qué les pasa, lo deben estar haciendo por dinero, son peseteros... Quieren jugar la Copa América en un Continente que está violento, no querrán perder los acuerdos comerciales”.
Pero lo que más impacto generó fue lo que dijo sobre los sucedido en Barranquilla. Pergolini manifestó que se usó música para tapar la crisis que se vivía a las afueras del estadio, mientras los jugadores intentaban librar el partido.
“Para la Conmebol no hay nada que lo pare. ‘¡Subí la música para que no se escuche, poné regueton, no hay problema!’. Es buenísimo eso, subir la música para que no se escuchen los tiros. Es como levantar el volumen para no escuchar los gritos de la tortura, es el mismo concepto, no lo estoy exagerando, eh, es el mismo concepto: tapar lo que está mal con ruido alto”, dijo. Y remató: “La con... de tu hermana, boludo... Están jugando a la pelota. Ponían música para no escuchar los tiros... Ni Hitler se animó a tanto”.
Por su parte, Gallardo expresó en rueda de prensa su desazón tras el empate y afirmó que jugar bajo esas condiciones es un hecho de total anormalidad.
“Si bien era un momento complejo porque uno no se puede abstraer de lo que está pasando; nosotros sabíamos que íbamos a venir a jugar, intentando que nos dieran las garantías necesarias. No es normal venir a jugar un partido de fútbol en una situación tan inestable por lo que está viviendo el pueblo colombiano. Ya no fue normal, no fue normal ni en la previa, ni durante el partido”, dijo.
Ante esto, el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, en diálogo con W Radio, sostuvo que la gases ingresaron al estadio a causa del fuerte viento que se estaba provocando puesto que las autoridades los arrojaron a más de dos cuadras del recinto deportivo.
“(Los manifestantes) nunca se acercaron al estadio, estuvieron siempre a dos o tres cuadras de él. Lo que sucedió fue que los gases lacrimógenos que lanzaron para dispersar a los 200 jóvenes en su momento, entraron hacía el estadio por el viento. Al mismo tiempo, ellos tenían un número importante de unas pequeñas bombas de estruendo. Ellas no tienen impacto, lo que quieren es causar la sensación de temor y miedo y eso fue lo que lanzaron un buen tiempo hasta que se disiparon”, aclaró.
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