Desde el pasado miércoles 28 de abril Colombia vive un paro nacional en el que se protesta en contra del gobierno del presidente Iván Duque, y ni siquiera por la parálisis que ha atravesado buena parte del país cesan los homicidios de líderes sociales y defensores de derechos humanos.
En los datos que maneja el Instituto de Estudio para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) se tiene que siete de estas personas fueron asesinadas desde finales de abril a la fecha en el territorio nacional.
El primero de estos crímenes ocurrió precisamente el 28 de abril, en el municipio de Aguadas (Caldas), en el eje cafetero. La víctima fue Wilson López a quien ultimaron hombres armados en límites de esa población y el departamento de Antioquia.
El trabajo de ese líder campesino fue destacado en la vereda El Congal del municipio de Samaná, en el mismo departamento cafetero, en donde venía impulsado el retorno a ese territorio de las comunidades que fueron víctimas de desplazamiento forzado por grupos paramilitares y guerrilleros que delinquían y que tenían azotada violentamente a esa zona de Caldas hace 16 años.
Con estas comunidades estaba implementando, además, procesos de agricultura familiar, huertas caseras y unidad comunitaria para las personas de esa vereda.
“Los campesinos que pudieron empezar a retornar a su territorio, hoy se quedan sin su cabeza de lucha, que en su momento fue amenazado por los paramilitares”, señalaron en Indepaz.
Tres días después, el 1 de mayo, fue asesinado a la madrugada Yovani Laguna, docente y líder educador, en el municipio de San Miguel (Putumayo) en el sur del país.
Allí se desempeñaba como educador en una escuela de la vereda Las Lomas de esa población y estaba liderando el mejoramiento de los establecimientos educativos de las veredas de La Ceiba y Las Lomas, en el mismo municipio. Las circunstancias de su crimen continúan en investigación.
Al día siguiente fue asesinado por sicarios Juan David García Naranjo, que estaba liderando las marchas contra la reforma tributaria en el municipio de San Luis (Antioquia). García Naranjo formaba parte de la Colombia Humana en esa zona del país y fue ultimado con tres disparos en la cabeza, según relataron sus familiares en Indepaz.
El 3 de mayo asesinaron a la docente Beatriz Moreno Mósquera en Buenaventura (Valle del Cauca). La mujer fue presidenta y representante del Sindicato Único de Trabajadores de la Educación en la ciudad portuaria en el Pacífico colombiano. Trabajó durante 40 años como profesora y en su labor buscó que se implementara la etnoeducación.
La asesinaron en la zona de las playas, en el sector de la Barra, en inmediaciones de Ladrilleros. Los hechos alrededor de su crimen están siendo investigados por las autoridades. Su cuerpo tenía signos de tortura.
Posteriormente, el 9 de mayo ocurrió el homicidio de Jorge Emilio Ramírez Vanegas en el municipio de Aipe en el departamento de Huila, en el centro del país. Era enfermero de profesión y propietario de una droguería en el centro de Santa Rita, jurisdicción de esa población huilense.
Ramírez había formado parte de la Junta de Acción Comunal, la Asociación de Padres de la institución educativa y de la Asociación de Cafeteros en Aipe.
Fue ultimado por hombres armados que se movilizaban en motocicletas que llegaron hasta el establecimiento que era de su propiedad. Los asesinos dejaron un panfleto en el que se revelaba quienes perpetraron el crimen, sin embargo, el documento no fue revelado por las autoridades.
Ese mismo día y también en Aipe fue asesinado Aldinever Cruz Guaraca, que era mecánico de oficio y líder comunal en la población de Santa Rita, en la zona rural de ese municipio huilense. Los móviles de su crimen fueron semejantes al de Jorge Emilio Ramírez, pues llegaron hasta su vivienda hombres armados en una motocicleta que le dispararon hasta provocarle la muerte, que posterior al homicidio dejaron un panfleto con logos de las Águilas Negras. Tampoco el documento fue publicado por las autoridades.
Y el más reciente de los asesinatos de líderes sociales fue el de Cecilia Valderrama en Chaparral (Tolima). La mujer era una lideresa en el Cañón de las Hermosas y formaba parte de la Asociación de Mujeres de la vereda El Escobal (Asmues).
Valderrama había sido reportada como desaparecida el 11 de mayo, luego de que fuera a recoger una encomienda en el casco urbano de Chaparral, sitio al que acudió en un campero que presta el servicio de transporte.
Al llevar varias horas sin conocer su paradero, el líder de la Junta de Acción Comunal de esa vereda organizó un grupo de búsqueda con el que encontraron su cuerpo sin vida en un potrero de las inmediaciones de esa población.
En las cifras de Indepaz tienen que en estos primeros cinco meses del año han sido asesinados 63 líderes y defensores de derechos humanos en el país, y 1.179 desde la firma del acuerdo de paz entre la extinta guerrilla de las Farc y el Estado colombiano.