En la jornada del paro nacional correspondiente al pasado miércoles, 12 de mayo, Barranquilla fue uno de los epicentros de las manifestaciones con disturbios y presencia del Esmad con detonaciones de gases lacrimógenos. Al mismo tiempo, Jaime Pumarejo, alcalde de la capital del Atlántico, permitió que se jugara un partido del Junior por Copa Libertadores contra River Plate en medio de una crisis en derechos humanos y desestabilizaciones en las autoridades a nivel nacional.
“El partido se juega”, le dijo el alcalde a TYC Sports, medio internacional que cuestionó al mandatario acerca de una posible suspensión de la fecha por la situación de orden público en la ciudad. Efectivamente, el partido se jugó y el impacto de los gases lacrimógenos fue protagonista durante el esperado encuentro en el estadio Romelio Martínez. Para camuflar el estruendo de las detonaciones del Esmad, de acuerdo con fuentes internacionales que cubren al equipo argentino, se puso reggaeton en los parlantes de la cancha.
Entre los más férreos críticos de la administración de Pumarejo está el senador Armando Benedetti, de la Colombia Humana, quien no desperdició la oportunidad de mostrar su descontento por medio de Twitter. En su primer trino, criticó que el alcalde defienda el fútbol y no luche por la disminución de la pobreza en la ciudad. “Tenemos alcalde berraco para defender el negocio del fútbol pero no para la pandemia, para disminuir la pobreza o el desempleo de Barranquilla”, publicó el senador barranquillero.
Incluso, arremetió personalmente contra Pumarejo diciéndole “mini alcalde” porque, según Benedetti, su manejo de la pandemia no ha sido el mejor. “¡Jaime Pumarejo sabía y quería que hubiera violencia en las calles de Barranquilla! Así es que se lucen los ‘mini’ alcaldes, porque ha deslucido en el manejo de la pandemia, del hambre y del desempleo de la ciudad”.
A las 7:20 de la noche, mientras se disputaba el partido, el senador acusó al alcalde de haber provocado la violencia que protagonizó la noche en Barranquilla. Incluso, se refirió a la casa Char y sugirió que el actual mandatario será el último que gobierne proveniente de esa razón política. “La violencia actual en Barranquilla la provocó Jaime Pumarejo. Hoy se empieza a escribir la historia del último alcalde de los eternos contratistas de la ciudad. UNA CIUDAD CAMBIA NO CUANDO CAMBIAN LOS POLÍTICOS SINO CUANDO CAMBIAN LOS ‘CONTRATISTAS’”, publicó.
También, se refirió al reggaeton del estadio y referenció un partido entre Millonarios y Unión Magdalena en 1985. El mismo se disputó durante la toma al Palacio de Justicia. Mientras se jugaba, en ese entonces, se podían escuchar las ráfagas de tiros y ambulancias. Los trinos aún no reciben respuesta del mandatario.
Así fue el partido en el Romelio Martínez
El partido entre River y Junior de Barranquilla en Colombia, que quedó 1-1, corrió riesgo de llevarse a cabo debido a una multitudinaria manifestación en las afueras del Estadio Romelio Martínez, escenario donde jugó por la Copa Libertadores. Marcelo Gallardo y sus futbolistas demoraron a la hora de realizar la entrada en calor debido a los gases lacrimógenos que fueron lanzados en las inmediaciones de la cancha, en los enfrentamientos que se produjeron entre la policía y los manifestantes.
Luego, durante el encuentro también se oyeron detonaciones y promediando la primera etapa del encuentro en Barranquilla el árbitro uruguayo Esteban Ostojich interrumpió por unos minutos el desarrollo del juego debido a que varios futbolistas se vieron afectados por dichos gases lacrimógenos.
Jaime Pumarejo, alcalde de Barranquilla, explicó lo ocurrido previo al encuentro. “No hay ningún contratiempo, en las afueras hay no más de 200 jóvenes que la fuerza pública los separó para que no ingresaran. Hubo una escaramuza, pero se está controlando. No hay ningún altercado. De hecho, Gallardo pidió que se pusiera música para calmar el ambiente, para distensionar un poco el ambiente. No va a haber ningún problema”, aseguró.
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