“El vandalismo ha obligado a la intervención legítima de nuestra Policía”: Alejandro Ordóñez

Para justificar el accionar de la fuerza pública, el embajador de Colombia ante la OEA aseguró a sus pares en esa organización que las protestas colombianas están infiltradas por organizaciones criminales.

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Alejandro Ordóñez, embajador de Colombia
Alejandro Ordóñez, embajador de Colombia ante la OEA. / Colprensa

El embajador de Colombia ante la Organización de los Estados Americanos, Alejandro Ordóñez, aseguró este miércoles que los hechos de violencia y vandalismo que se han registrado en el país en el marco del paro nacional son producto del financiamiento y la planeación de estructuras criminales internacionales.

“Coincidimos en la legitimidad de la protesta social, en Colombia se han realizado 2.682 concentraciones. Las pacíficas, con la facilitación y seguridad por parte del Estado, pero una cosa es la manifestación pacífica y otra el vandalismo, ejecutando agendas insurreccionales financiadas, planeadas y articuladas por la subversión y el crimen internacional”, fueron las palabras exactas del exprocurador general ante el Consejo Permanente de esa entidad.

Las palabras de Ordóñez van muy en línea con lo expresado durante las últimas semanas tanto por el director de la Policía Nacional, Jorge Luis Vargas, como por el ministro de Defensa, Diego Molano Aponte, quienes han insistido en numerosas ocasiones en que la protesta social en Colombia está infiltrada tanto por las disidencias de las Farc, como por miembros del Ejército de Liberación Nacional, ELN.

Ese último argumento resultó siendo confirmado este fin de semana tras la captura en Cali de alias ‘Lerma’, cabecilla del frente urbano de esa guerrilla, aprehendido en posesión de un arma no letal, similar a las usadas por el Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, pero modificada para ser más dañina. “Es una señal fundamental a la comunidad internacional que detrás del vandalismo son las organizaciones criminales y narcotraficantes como el ELN y otras, las cuales también vamos a judicializar”, advirtió en ese momento el jefe de la cartera de seguridad.

A estas organizaciones criminales, sin embargo, el embajador agregó otros actores como “agitadores profesionales, antiguos criminales que hoy obran como patriarcas de la anarquía y hoy obran como patriarcas de la anarquía y buscan réditos políticos en cada jornada del caos”.

Bajo esa misma línea de pensamiento, Ordóñez aseguró que durante los últimos 15 días en Colombia se ha observado una marcada tendencia hacia las manifestaciones pacíficas durante el día, pero que da paso a sendas jornadas de vandalismo, saqueos y destrucción en horas de la noche.

De igual forma, advirtió que la misma es fruto de una campaña estructurada en contra de las instituciones colombianas que él representa ante el organismo internacional. “No nos equivoquemos, hay una furia contra la autoridad, contra nuestras libertades, contra la propiedad”, dijo.

También señaló que, “hay retóricas que no aportan en la búsqueda de soluciones, sin verificar la información, sin consultar al Estado y sin filtro alguno. A veces con muchas redes sociales y poca responsabilidad, se están haciendo señalamientos tan graves como insultantes al Estado. Frágil servicio le prestan al sistema político que dicen defender”.

Olvida el embajador, que vive en Estados Unidos, que a estas alturas sobran los videos en los que se ve claramente cómo miembros de la fuerza pública atacan de forma indiscriminada, con superioridad numérica y hasta armas de fuego, directamente, a manifestantes. No es gratuito, después de todo, que de acuerdo con Temblores ONG, haya a corte del 10 de mayo, un total de 1.956 denuncias por casos de abuso policial. Incluso el Gobierno nacional ya impuso 65 sanciones a uniformados y trabaja en por lo menos otras 36.

En un video que circuló en redes sociales, un policía lanza contra una vitrina a un manifestante

Sin embargo, Ordóñez concluyó diciendo que, “Este vandalismo criminal, señores embajadores, es el que ha obligado a la intervención legítima de nuestra Policía, el Estado tiene obligaciones y no debe, no puede y no quiere permitir la violencia. No vamos a permitir que el Estado sea desbordado y paralizado por estos encapuchados que son pagados por estructuras criminales”

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