El piloto le abrió la puerta de su hogar a los colombianos y por medio de una entrevista con Suso, mostró los frutos de ser el primer connacional que hizo que el país conociera de automovilismo y que espectadores de sus triunfos.
Juan Pablo, quien está radicado en Miami, junto a su esposa y tres hijos reveló que está dedicado en algunos momentos a ser el mentor de su hijo Sebastián, quien también cultiva una carrera en el automovilismo, pero del que destacó que es él quien debe tener todo el empeño para lograr superarse en este reñido ámbito.
En el ámbito familiar, Montoya contó que le gusta la cocina y reveló tener un juego de cuchillos que especialmente usa para cocinar, además, se declaró un fanático de las bicicletas, pues en su casa tiene un lugar especial en el que reposan cerca de 8 bicicletas tanto de ruta como todoterreno en las que sale a ejercitarse.
A la entrada de su casa, tiene un neumático en el que se destaca su nombre como uno de los mejores pilotos de la historia, y además, en medio los comentarios cómicos de Suso, destacó un caballo, en pequeña versión del escultor Fernando Botero, según el cual, el presentador señaló de seguramente ser más costoso que la propia casa del deportista.
A la hora de ir a conocer la bodega, en la que el colombiano guarda los carros, cascos y demás implementos de trabajo que ganó y utilizó en su carrera como piloto, afirmó que son carros “de adorno”, ya que indicó que nunca los saca de este lugar.
Además, de mostrar todos los vehículos en los que conquistó varios podios a nivel mundial, le contó que lo más rápido que ha llegado a conducir, está cercano a los 400 kilómetros por hora. En cuanto a los accidentes, Montoya contó que han sido varios, pero que no los recuerda.
Reveló que para el entrenamiento de su hijo, tiene un simulador en el cual diariamente su hijo juiciosamente entrena para poder mejorar. Ante esto le contó al programa que próximamente se irá con su familia a vivir a Europa, para darle seguimiento a la carrera que ha emprendido su hijo.
Un momento jocoso de la entrevista fue cuando Montoya le permitió ingresar a unos de los carros con los que compitió y allí se evidenció que para estar en este vehículo es necesario tener una condición física y hasta mental.
En dicha bodega, el piloto tiene un Oldsmobile Aurora, un Corvette, un Dodge con el que chocó en la Nascar, el mítico monoplaza con el que ganó la fórmula Cart y el Williams con el que ganó el Gran Premio de Brasil de Fórmula 1 en el 2004, además de algunos trofeos insignia y cascos que porto en sus victorias.
“Esto es de adorno”, dijo, y aunque ‘Suso’ le preguntó si se podían prender, Montoya se negó, aunque sí resaltó que algunas veces debía encender el Corvette.
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