En el marco del paro nacional que vive Colombia desde el pasado 28 de abril, además de protestas, enfrentamientos entre manifestantes y fuerza pública, bloqueos de vías e incertidumbre política, se ha visibilizado un fenómeno que se basaría en la organización de civiles para desbloquear vías y desactivar las protestas a toca costa, así esto implique tomar armas para lograrlo.
Este fenómeno se ha evidenciado en la ciudad de Cali, donde el pasado domingo 9 de mayo se registró una balacera en la que varios videos publicados por usuarios en las redes sociales dejaron ver el ataque de personas armadas, a bordo de camionetas blancas, quienes dispararon contra la minga indígena.
Pues bien, al parecer estas acciones estarían coordinadas por grupos organizados como el de Cali Fuerte, un conglomerado de personas en la capital del Valle del Cauca, y quienes vía WhatsApp planifican estrategias para la desactivación de los bloqueos.
Así lo reveló Noticias Uno, informativo que el pasado domingo sacó a la luz un informe que contiene audios provenientes de este grupo. De acuerdo con el noticiero, en los mensajes se evidencian lenguajes policiales y ordinarios, así como también se motiva el uso de las armas.
“Yo sé que en este grupo lo que nos va a sobrar es inteligencia, porque yo sé que en este grupo podemos sacar algo bueno para la ciudad, podemos tener la tácticas de inteligencia buenas para coger a esa gente y neutralizarla y sacarla”, es lo que dice uno de los audios dados a conocer por el medio nacional, que al mismo tiempo también señala que este inicialmente sería el plan en los peajes ilegales.
“Una sola persona habla con esa gente por las buenas, se les hace entender y les hace caer en cuenta y se levanta todo lo que tengan ahí que esté obstaculizando la vía, en caso de ellos no dejen, entonces vamos y atacamos de otra manera”, es otro de los mensajes del grupo conformado, según Noticias Uno por 120 personas.
Asimismo, en otro de los audios que denotan lenguaje policial y con el que se evidencia que los ataques irían también contra los que cometen actos de vandalismos se escucha:
“Si nosotros les ayudamos a combatir a los vándalos, por decir así, los 916 están cometiendo los 904 a la gente de bien, vamos a tener respaldo, pero eso ir a levantar bloqueos, eso es negativo, eso es complicarse la vida, eso es rapidito que se puede filtrar información y podemos tener en riesgo las unidades”, señala otro miembro del grupo, refiriéndose a 916 como un sospechoso y 904 como el delito de hurto, según el código de Policía.
Pero esto no es todo, porque el informe del medio también reveló pantallazos donde uno de los participantes de Cali Fuerte señala que es un explosivista del Ejército Nacional y dice estar disponible para lo que necesiten.
“Los que quieran llevar armas, los que quiera llevar cuchillos, lleven todo lo que quieran”, “Eso hasta que no escuchen sonar unos cuantos, eso no van a dejar la maricada esos hijueputas vagos”, son otros de los audios que rondan en el grupo de WhatsApp.
Pero además, otro de los miembros señala que estarían dispuestos a informar su accionar a las autoridades:
“La Policía no tiene garantías de seguridad, lo que podemos hacer es llegamos al barrio, hablamos con el comandante o con el encargado en la estación y le hacemos saber que los que vamos a hacer, no le vamos a pedir permiso”.
El informativo a su vez dio a conocer que el grupo se estaría organizando desde una casa ubicada en el barrio Vifasa de la ciudad de Cali.
Aunque hasta el momento no hay un pronunciamiento oficial de las autoridades sobre este grupo organizado, este10 de mayo, el general Fernando Murillo, director de la DIJIN de la Policía, anunció que están haciendo intervenciones en espacios de diálogo, siguiendo la directiva presidencial de lograr el acercamiento entre la ciudadanía y las Fuerzas Militares.
Para la mayoría de los casos, la fuerza pública pudo dialogar con las personas con lo que logró el desbloqueo voluntario en distintos puntos de la ciudad. El único punto negro de la jornada fue hacia el sur de la ciudad, en el que varios uniformados fueron atacados en el barrio Meléndez, pero la asonada fue contenida, sin resultar heridos en ambas partes.
“Gracias a los 17 puntos de bloqueo que encontramos donde la gente fue razonable, ellos mismos se retiraron del lugar después de haber dialogado con nuestros oficiales de la Policía y solo en un punto, en el barrio Meléndez, hubo una intervención precisamente porque fueron atacados a piedra”, destacó Murillo sobre la labor de los uniformados durante la jornada del 10 de mayo, treceava del paro nacional en el territorio colombiano.
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