“Todos podemos morir, pero, ¿uno cómo va a dejar a su pueblo?, ¿uno cómo no va a salir a marchar mañana 5 de mayo? No puede”, dijo Lucas Villa a través de una nota de voz que le envió a su compañero de la Universidad Tecnológica de Pereira, Leandro Libreros, antes de su última marcha en medio del Paro Nacional.
El 5 de mayo, como lo había hecho en las jornadas anteriores de manifestaciones, tanto en el actual paro como en los de años previos; Lucas Villa salió a marchar y lideró varias protestas que se gozaba con baile, canto y arengas por la vida y en rechazo a la violencia.
En horas de la noche, Lucas se dirigió junto a otros compañeros al viaducto César Gaviria, uno de los principales nudos viales de la capital de Risaralda que conduce a Dosquebradas, para invitar a las personas a marchar y manifestarse. En los buses y dirigido a los vehículos que circulaban por la zona, hacía pedagogía y convocaba a la conciencia social.
Sobre las 7:30 de la noche, “Lucas estaba gritando a favor de ser pacíficos, nos estaba diciendo estas tres últimas palabras, decía: ‘no seamos ignorantes, tengamos conciencia, despierten’; y cuando dice despierten, le disparan”, contó el profesor de la institución donde adelantaba estudios en Ciencias del Deporte, Harold Giraldo, a Noticias Caracol.
Según quedó consignado en un angustiante video de una de las mujeres que se encontraba acompañando la manifestación, en ese momento un vehículo particular se detuvo y disparó una ráfaga indiscriminada en contra de los protestantes y dejó heridos a tres de ellos: Lucas Villa, de 37 años de edad; Carlos Felipe Castaño, de 17 años, y otra persona herida en una pierna identificada como Javier Darío Clavijo.
Castaño, víctima de cuatro disparos, despertó el pasado 8 de mayo después de dos cirugías de reparación de daños, una de ellas de alto riesgo en la zona abdominal, y en los videos de su recuperación esbozó una sonrisa de esperanza para las víctimas del ataque sicarial.
Aunque inicialmente los médicos habían descartado la muerte cerebral de Villa, después de suspender la sedación, el estudiante no presentó reacción neuronal y se le diagnosticó este 10 de mayo muerte encefálica. Solo bastaban horas para que su corazón dejara de latir, como sucedió en las primeras horas de este 11 de mayo, confirmando la muerte del que ha sido calificado como “símbolo de la manifestación pacífica” en el Paro Nacional.
El alcalde de Pereira, Carlos Maya, cuestionado por convocar días previos al atentado “a los miembros de la seguridad privada para hacer un frente común junto a la Policía y el Ejército para recuperar el orden en la seguridad ciudadana”; afirmó a la revista Semana, que él no promovió “la justicia por mano propia” por parte de civiles.
Según dijo el mandatario a esa revista, debido a que el viaducto de Pereira era el lugar escogido para terminar las manifestaciones en la ciudad, él le había solicitado a la Policía que conservara distancia para evitar enfrentamientos. Por eso, según él, esa noche los uniformados estaban a unas cuadras del lugar.
La familia sospecha que se trató de un ataque sicarial. Martha Viviana de las Salas, tía de Lucas Villa, afirmó al diario El Espectador que ella conoció un video del día del ataque, en el que el cuerpo de su sobrino es apuntado con un láser. “Es posible que en ese momento ya habían tomado la decisión de atentar contra la vida de mi sobrino, porque no tiene otra lógica”, cita el periódico.
Según la Silla Vacía, en un video se ve al estudiante recibiendo alimentos desde una camioneta y minutos después se ve como dos luces láser le apuntan el cuerpo. Una luz roja que se ubica en la cabeza y las manos, luego otra de color verde que ilumina sus piernas. Los punteros, al parecer, provienen del otro lado de la calle.
Además, ese video cita a testigos, habitantes del sector, quienes cuestionan que el día del atentado el viaducto no tenía alumbrado público, lo cual aseguran que no se había presentado. En los videos en celulares de las personas que se encontraban ese día es difícil ver detalles debido a la oscuridad del lugar.
El profesor Giraldo, señaló al informativo de Caracol, que el vehículo que llegó al separador donde se habían ubicado se detuvo y pitó varias veces, por lo que pensaron que podía tratarse de un simpatizante del Paro Nacional, como lo hacían otros vehículos que pasaban, pero después abrió fuego en contra de ellos. Los testigos afirman que el carro tomó la rotonda en su huida y continuó hacia Pereira.
Aunque el alcalde de Pereira aseguró que su invitación a los cuerpos de seguridad radicaba en emplear las más de 5.000 cámaras de la ciudad y evitar desmanes, los videos del hecho en que fue atacado Lucas y los demás manifestantes no se han conocido.
Las autoridades sostienen que adelantan una investigación de los hechos y el director de la Policía, Jorge Luis Vargas, ofreció una recompensa de hasta 100 millones de pesos por información de los autores del atentado.