Supuestos civiles armados salieron a las calles con armas de fuego, a bordo de camionetas de alta gama, para protagonizar una arremetida violenta en contra de los indígenas que se encuentran en la ciudad. Así lo confirma la versión del representante John Jairo Hoyos, quien afirma que estuvo en medio de la situación y conoce de antemano los hechos.
A través de una carta pública, Hoyos afirma que se encontraba a la una de la tarde en el puente de La Viga sobre el río Pance, al sur de Cali, y que conecta con Jamundí. En ese punto vio unas 20 personas vestidas de blanco, con camionetas de alta gama, quienes lo invitaron a él y a otras personas a atajar a los indígenas.
“En uno de los vehículos que pasó por aquel punto venían tres indígenas. Ese carro quedó rodeado por otros carros. Estancado. Al que tuviera pinta de indígena, no lo dejaban pasar. Luego llegó una chiva llena de indígenas. Los de blanco se atravesaron en el camino, los detuvieron y les decían que “Cali se respeta”. Así que finalmente la chiva se devolvió”, relató el representante.
Hoyos afirma que tras ese primer encontrón, las camionetas de alta gama se desplazaron 500 metros y se ubicaron frente a la iglesia La María, sobre la 127. “Y en ese momento empiezo a escuchar que los indígenas de la minga vienen hacia acá, nos dicen que vienen con palos y que se van a tomar la zona”, escribió el representante.
Hoyos se trasladó a esa zona con la ayuda de otro vehículo y empezó a grabar lo que estaba pasando. En la 127 ya estaban los indígenas y allí se presentó uno de los 10 heridos dejó la arremetida violenta, según el relato del representante.
“En ese momento, comienzan los disparos que vienen de la parte de arriba; los indígenas que venían en chivas se bajan: unos se tiran al piso y otros van corriendo hacia el sitio de dónde venían los disparos. Veo que llega una ambulancia y sacan a una persona herida. Veo a lo lejos, a donde los indígenas fueron, las camionetas de alta gama atravesadas. Cuando los indígenas se acercan, cesan los disparos. Recuerdo que una de las camionetas fue incendiada, cerca estaban siete u ocho policías”, señaló Hoyos.
Allí, el representante asegura que habló con un indígena, quien le contó que ellos venían desde la Universidad del Valle, donde están pernoctando durante la minga en Cali. Según cita hoyos, el indígena le contó que habían llegado a ese lugar “porque un consejero indígena se encuentra atrapado en el puente de La Viga y nos llamó pidiendo auxilio”.
“Desde que salimos hemos tenido obstáculos; primero, nos levantaron a bala en el rompoy de Ciudad Jardín. Logramos pasar y al llegar de nuevo a este punto, volvieron a atacarnos con balas. Tenemos personas heridas, pero nosotros no queremos inconvenientes. Ya el consejero pudo salir y nosotros vamos a retirarnos”, le dijo el indígena a Hoyos.
El representante se devolvió hacia el puente de La Viga y vio dos camionetas subiendo con las placas cubiertas y una moto de la Policía al lado, con la que iban conversando. “En el camino encontré tres chivas. Me pongo a hablar con ellos y me explican también que su objetivo era auxiliar al consejero y que habían también recibido disparos en ese punto”, escribió.
Según el relato, los indígenas afirmaron que habían lanzado piedras contra un conjunto residencial, porque vieron que en ese lugar se refugió una de las camionetas desde la que habían sido atacados. Después de los hechos, volvieron a tomar sus chivas y se devolvieron a la Universidad del Valle.
“Cuando llego a mi casa, empiezo a encontrar en las redes sociales una serie de videos en los que pretenden mostrar a los indígenas como los agresores, que fueron a tomarse los carros, causar daños y a agredir a las personas. Eso es totalmente falso, es una mentira, es una invención”, afirma Hoyos.
Según el representante, él cree que las imágenes fueron grabadas por los mismos autores del ataque, con el fin de desprestigiar a los indígenas y su labor humanitaria, y señalarlos ante los medios de comunicación y las redes sociales, como los que empezaron los ataques contra la población en la zona, pero sostiene, que no fue así.
“Ellos tratan de que no se pierdan vidas. Eso es lo que han venido haciendo una cantidad de indígenas en diferentes puntos, tratando de garantizar que no haya personas armadas. Yo soy testigo ocular de todo lo que ocurrió”.
Según el representante Hoyos, no se trata de una situación esporádica. “Aquí en Cali están haciendo esos ataques con carros cubiertos y se escudan diciendo que son vecinos de la zona que nos están protegiendo de los indígenas. Con esa historia, están poniendo en peligro a toda la comunidad de Pance. Tratan de convencernos de que son vecinos armados defendiéndonos de los indígenas, pero lo que quieren es desatar un enfrentamiento y generan terror”, concluyó.