En el municipio de Puerto Boyacá (Boyacá), se han manifestado desde el 28 de abril, día que inició el Paro Nacional, que se desató como resultado de conformidad de una parte de la ciudadanía por algunas propuestas del Gobierno Nacional como la reforma tributaria y la reforma a la salud. Además, por otros temas como el aumento de la violencia en territorio, abusos policiales, la corrupción, entre otros.
En Puerto Boyacá, uno de los actos simbólicos más trascendentales y que simbolizan la ruptura de una tradición política fue el desmonte de una gigantesca valla ubicada al ingreso del pueblo, en la cual figuraba el expresidente Álvaro Uribe Vélez con la frase: “Puerto Boyacá apoya al gran colombiano, #Uribe, estamos contigo”, el pasado domingo 2 de mayo.
Uno de los líderes de la manifestación, Luis Palacios, explicó en Caracol Radio al respecto que “la valla no solamente la retiramos nosotros, también lo hizo el dueño de la misma, porque no nos representa, no es el sentir del pueblo. Estamos cansados de la desidia del Gobierno nacional para con nuestro pueblo. Seguimos adelante, de manera pacífica, pidiendo a la nación que nos garantice respeto por la gente, seriedad para no asfixiarnos en términos tributarios, y compromiso para que piense en el crecimiento del pueblo, y no en castigarlo con impuestos injustos”.
Por eso, retirar la valla es la manera de rechazar que a puerto Boyacá se le siga conociendo como la ‘antigua capital antisubversiva de Colombia’, este nombre lo recibió la región pues fue la zona del país donde se dio el nacimiento de los grupos paramilitares en el año de 1978, según la historia que cuentan los habitantes de la zona.
“Estamos cansados de que llamen a Puerto Boyacá así, estamos en contra de esa estigmatización, nuestro pueblo está lleno de gente que trabaja, de gente buena, de gente que busca prosperar, ya no queremos que nos sigan señalando por una historia que nos tocó precisamente por el abandono del gobierno, estamos cansados de cargar con la violencia y de ser víctimas del narcotráfico y de la delincuencia, Puerto Boyacá se cansó y alza su voz para que el gobierno responda también por esta región del país”, concluyó Palacios.
Haber bajado la valla en esta zona del país es comparable con las estatuas que han derribado de conquistadores, pues durante más de 20 años esta región fue una de las más que más apoyó al uribismo en el país.
“La valla hacía pensar que todo el pueblo estaba a favor de Álvaro Uribe. Queremos dejar atrás la época turbia. Para nadie es un secreto que Uribe es conocido como el papá del paramilitarismo. A eso se suman las investigaciones por falsos positivos cometidos durante su Gobierno”, señaló Diana Camacho, una estudiante de medicina de 17 años, como la nombró el medio La Silla Vacía para proteger su identidad. La joven insistió y anotó: “queremos construir nuestra propia historia”.
Aunque aún se conserva un apoyo al uribismo y su línea política en la zona, que se ha visto en las votaciones locales donde su alcalde es del Centro Democrático y donde el 53 por ciento de la población votó a favor del presidente Duque en 2018, el pueblo se ha venido transformando y ha cambiado sus posturas por cuenta de las nuevas generaciones que hoy impulsan la movilización y que incluso, han sido enfáticos en separarse de la tradición haciéndolo visible en sus votos, por ejemplo, Petro logró 5 mil votaron en la segunda vuelta por parte de los puertoboyacenses y en la movilización, además, de quitar la valla escribieron en el suelo, un mensaje que ha sido famoso por estos días que señala: “Puerto Boyacá antiuribista”.
“Esto era impensable hace unos años. Los jóvenes teníamos muy pocas libertades. No se podía hacer ni danza ni música porque eran actos de comunistas y guerrilleros. No se podía ser gay, ni consumir drogas”, dijo Herlver Hernández, un puertoboyacense de 32 años, diseñador gráfico de la Universidad de Boyacá y fotógrafo a La Silla Vacía, refiriéndose tanto a la marcha como al haber quitado la pancarta.
Por su parte, Edwin Gómez, periodista de Puerto Cable, cree que la burbuja que había en Puerto Boyacá por el narcotráfico, el petróleo, la ganadería se esfumó: “Ya estamos aquí más ajustados a la realidad nacional. Aunque todavía persiste una ideología de derecha, sobre todo, en la gente adulta, los jóvenes llevan la batuta”.
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