El pasado 23 de abril estudiantes de la Universidad del Valle mantuvieron un campamento pacífico dentro de las instalaciones del campus mientras el país enfrentaba el tercer pico de la pandemia, por lo que la Gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, ante la negativa por parte de los estudiantes de abandonar el terreno, decidió enviar a la Policía Nacional a sacar a los manifestantes que exigían mejores condiciones para estudiar.
En este momento los jóvenes denunciaron violación a la autonomía universitaria por la llegada de la fuerza pública al campus, teniendo en cuenta que el campamento era pacífico y no había reportes de daños a la estructura. Pues bien, este jueves, Roldán pidió disculpas por haber infringido la norma institucional, desde su rol como miembro del Consejo Superior de la Universidad.
Yo quiero aprovechar la oportunidad de pedir disculpas públicas por lo de la Universidad del Valle. Lamentablemente lo que logramos durante muchos días, concertar un diálogo, porque la mayoría de estudiantes nos estaban pidiendo estudiar, poder ingresar a la universidad, pero fue un error, lo reconozco y pido disculpas públicas por haber dejado que las Fuerzas Militares ingresaran”.
Roldán agregó que sumándole a sus disculpas, se comprometía a que mientras esté en el cargo público, “nunca volverá a entrar la Fuerza Pública a la Universidad del Valle. Yo creo que de humanos es errar, pero de dignos recapacitar y aceptarlo. Yo jamás volveré a dar el permiso para ingresar la fuerza pública”, concluyó en medio de la concertación en Cali para permitir el desbloqueo por la zona de Sameco.
Qué sucedió ese día
El 22 de abril, la gobernadora del Valle y miembro del Consejo Superior de la Universidad, pidió que se desalojara “de manera pacífica” la institución y denunció que los estudiantes irrumpieron en la institución “dañando chapas y puertas”.
El representante estudiantil de la facultad de humanidades, Diego Otero, relató que la Policía y el ESMAD irrumpieron desde las 6:30 a.m. en el lugar donde estaban 50 estudiantes y después de las 7:00 a.m. los manifestantes denunciaron, a través de videos en redes sociales, que empezaron a recibir ataques de la fuerza pública con gases lacrimógenos y bombas aturdidoras. Los jóvenes estaban ubicados en la Facultad de Artes Integradas (FAI).
En otro de los videos difundidos en redes, un defensor de Derechos Humanos pedía respeto y, junto con una mujer, denunciaron que, presuntamente, habrían amenazado al funcionario con “desaparecerlo”. Los policías le pidieron que bajara la voz ante el alto volumen que usaba para expresarse. “Ni de derecha ni de izquierda, a mí no me interesa eso, respeten”, denunciaba el señor.
Cali tenía toque de queda extendido y ley seca ese fin de semana, desde la medianoche de ese viernes 22 de abril y hasta las 5:00 a.m. del lunes 26 de abril, razón por la cual la gobernadora pedía el desalojo de la universidad.
Por otro lado, este jueves 6 de mayo, mientras un grupo de ciudadanos, entre ellos miembros de la guardia indígena del CRIC protestaba de manera pacífica en el sector de la Portada Al Mar al oeste de Cali, fue retenido por los mismo manifestantes un camión propiedad de la Policía Nacional. En varios videos que se comparten por redes sociales se ve como un grupo de personas sale de un camión y al parecer activan sus armas de fuego contra los manifestantes.
La Policía admitió que tanto el automovil como los hombres que salieron de él, eran policías, pero dijeron que eran parte de un operativo en el sector.
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