Álvaro Uribe Vélez, expresidente de Colombia y máximo elector de la historia reciente, ha presenciado una caída en la imagen de su causa política. Iván Duque, presidente que pertenece al partido que lidera, es objeto de protesta por parte de la ciudadanía por políticas relacionadas con la pandemia y la deficiente socialización de la reforma tributaria que finalmente tuvo que retirar. Además de la crítica interna, tanto Uribe como Duque han sido objeto de críticas internacionales.
Geovanny Vicente-Romero, estratega político de origen dominicano, anunció que moderaría un conversatorio en el que el centro de atención sería el expresidente colombiano y su política de seguridad durante sus ocho años de gobierno. La conferencia, bajo el nombre “Colombia sostenible: política, planeta y seguridad democrática”, se anunció y se llevó a cabo en medio del paro nacional, protestas en rechazo a su herencia política.
Frente la conferencia, que pretendía elogiar a Uribe Vélez y sus contribuciones, fue rápidamente rechazada por estudiantes, activistas de derechos humanos y profesores de la institución. “Para nosotros la participación del expresidente en un encuentro sobre sostenibilidad ambiental es una incongruencia, ya que no tiene en cuenta las consecuencias reales de las políticas implementadas durante su administración y las del actual presidente Duque, quien hace parte del Centro Democrático”, expresaron, mediante una misiva. A pesar del rechazo, la conferencia se llevó a cabo el 5 de mayo.
El mismo miércoles, se pronunció una rama de la misma institución educativa en contra de la invitación a Uribe. El Centro de Estudios para América Latina y el Caribe de NYU se declaró “consternado” por la decisión de invitar al expresidente colombiano. Además, hizo una mención directa a los señalamientos a su administración, de 2002 hasta 2010, por violaciones a derechos humanos.
“Su registro como presidente, de 2002 a 2010, está lleno de una serie de abusos a los derechos humanos documentados involucrando su apoyo a la represión policial y paramilitar de los derechos civiles, también como el debilitamiento de protecciones ambientales en favor de desarrollo insostenible en la región”, dijo el comunicado, publicado en las redes sociales de la institución. Además, el centro de pensamiento, por las siglas ‘CLACS’, expresó solidaridad con las protestas planeadas dentro y fuera del campus involucrando a miembros de la comunidad de NYU.
La noticia de su participación no solo ganó la atención de los medios nacionales. El medio económico Business Insider diseccionó lo que significa que el Centro John Brademas invitara al expresidente.
El artículo, haciendo referencia directa a la sanción de Twitter al exsenador por “glorificar la violencia”, dice que el conversatorio tuvo una “curiosa elección” de panelista por el proceso que la Fiscalía General de la Nación adelanta en su contra por presunto fraude procesal enfocado en hacer que jefes paramilitares mintieran en beneficio propio.
“Tal vez deberían tener toda una serie de ‘violadores de derechos humanos que discuten cosas en las que nunca trabajaron’”, dijo Adam Isacson, un experto en temas referentes a Colombia en la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos.
Según James Devitt, vocero de la universidad, se esperaba un intercambio sólido entre las partes y no una oda al expresidente. “Anticipamos un intercambio sólido sobre el mandato del presidente Uribe y el tema más amplio de la sostenibilidad, tanto entre los panelistas como durante nuestra sesión de preguntas y respuestas”, indicó a Insider.
Entre los críticos, se recoge que se trata de una invitación ”sorda” a un líder que pertenece a la extrema derecha colombiana y compararon la conferencia con una hipotética invitación a Donald Trump para hablar de política migratoria.
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