Muere por covid-19 pastor evangélico involucrado en la muerte de 33 menores en Fundación (Magdalena)

Se trata de la tragedia ocurrida en 2014 en la que los niños murieron calcinados al interior de un bus se quemó.

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Después de varios días internado en una clínica en Barranquilla por ser covid-19 positivo, murió el pastor evangélico Manuel Salvador Ibarra. El religioso estaba siendo atendido por personal médico de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), pero los esfuerzos no fueron suficientes para salvarlo, pues presentaba serias complicaciones para respirar.

La nota de su muerte conmocionó principalmente a los habitantes del departamento del Magdalena, ya que el hombre estaba involucrado en el incendio de un bus en el municipio de Fundación en el que murieron 33 niños calcinados. El hecho ocurrió el 18 de mayo de 2014, y entre los menores estaba la hija del religioso.

Los niños salieron de una clase de evangelización en la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia del municipio, que era liderada por Ibarra, y abordaron el bus que fue contratado por el mismo grupo religioso. En total iban 43 menores de edad cuando a la altura del barrio Altamira, el vehículo se prendió en llamas y explotó.

Testigos aseguran que el hecho fue notado al instante, pues el estruendo se escuchó en la zona, sin embargo, nadie pudo hacer nada. Niños entre 2 y 12 años no pudieron huir, y solo 10 lograron salvarse, pero terminaron con heridas de gravedad.

De acuerdo con la Fiscalía General de la Nación, el bus no estaba en condiciones óptimas para transportar personal, mucho menos menores de edad. Así mismo, se reveló que el vehículo tampoco tenía el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (SOAT) ni la revisión técnico mecánica al día.

Teniendo eso en cuenta, las autoridades responsabilizaron por la tragedia a Jaime Gutiérrez Ospino, conductor del bus, y a Ibarra, por haber contratado el vehículo. El religioso fue imputado por homicidio simple con dolo eventual en concurso homogéneo, que le haría pagar una pena de 10 años de prisión.

Ibarra repitió en varias ocasiones que todo fue un accidente, y argumentó que nunca hubiese querido que sucediera una tragedia de ese tipo, sobre todo teniendo en cuenta que su hija estaba dentro del bus y también murió. A pesar de esto, el juez no lo exoneró de su responsabilidad, y aseguró que lo que había hecho fue una imprudencia.

Al final, el hombre terminó recluido en la Cárcel Modelo de Barranquilla desde 2014, y en 2017 recibió el beneficio de casa por cárcel para poder continuar pagando su condena en su lugar de residencia.

“Esto es un paso y las cosas siguen adelante. Ahora el paso es mejorar nuestra calidad de vida”, dijo Ibarra al salir de prisión.

Debido a que su condena todavía estaba vigente, el religioso permaneció en su casa en Fundación, junto a su esposa. Medios locales aseguran que ambos vivían una vida tranquila y con la pandemia permanecían más tiempo encerrados, pero a pesar de esto Manuel Ibarra se contagió del virus y su estado de salud se complicó hasta el punto de morir.

Esta noticia es un golpe muy fuerte para su esposa, quien a lo largo de los años ha tenido que ser testigo de varias muertes de familiares. Primero, en 2014, su hija que murió dentro del bus; el año pasado murió la mamá de la mujer por covid; y ahora su esposo por la misma razón.

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