Durante la última semana de marchas en Colombia se han registrado algunas agresiones a periodistas y medios de comunicación que cubren las protestas, según la Fundación para la Libertad de Prensa, Flip, desde el pasado 28 de abril y hasta las jornadas de este miércoles 5 de mayo, más de 80 periodistas han sido agredidos por manifestantes y fuerza pública.
Esta información la dio a conocer en las últimas horas el director de la Flip, Jonathan Bock, en medio de una sesión de la Plenaria de la Cámara de Representantes. Según Bock, la violencia contra los comunicadores y la limitación del ejercicio de su labor en el cubrimiento de estas marchas son actos sin precedentes.
“Es un hito por el aumento de la violencia contra la prensa en medio de las manifestaciones, es una situación sin precedentes que deja claramente un mensaje inequívoco: impedir el cubrimiento de las manifestaciones sociales”, dijo en medio de la plenaria.
Y es que, según el director de la Flip, hasta ahora, durante la semana del Paro Nacional, “hemos documentado 81 agresiones a 88 periodistas, 40 de estas agresiones por integrantes de la fuerza pública como el Esmad y la Policía Nacional”.
En este sentido, Bock resaltó que la preocupación en estos casos no solo se da por agresiones físicas, sino por la limitación para poder ejercer su labor y tener acceso a la información pública.
“Aquí tenemos casos en donde hay videos y material que prueban de manera suficiente que hubo detenciones arbitrarias, les han borrado el material, les han apuntado a la cara y hemos tenido casos graves en Medellín y en Duitama, en Boyacá (...) Funcionarios y administraciones no están entregando información que solicitan periodistas. También nos preocupan las limitaciones en la señal de Internet”, señaló.
Según el último reporte publicado en la página de la Flip, entre el 28 de abril y el 3 de mayo registraron 32 agresiones, 7 robos y eliminaciones de material, 9 obstrucciones, 5 detenciones ilegales, 5 acciones arbitrarias en redes sociales, 3 daños a infraestructura, 3 casos de negación al acceso a la información, 2 amenazas, 2 hostigamientos, 1 estigmatización y 1 exclusión.
En ese documento también destacaron que la mayor parte de las agresiones contra los comunicadores tuvieron lugar en Antioquia (10), Bogotá (19), Valle del Cauca (9), Risaralda (4) y Santander (4), “donde se han presentado más expresiones ciudadanas y el principal agresor sigue siendo el Estado: 62% de las agresiones son atribuidas a la fuerza pública y autoridades oficiales”.
La Flip detalla que las intimidaciones de las que han sido víctimas los periodistas durante las protestas y que corresponden a agentes del Escuadrón Móvil Antidisturbios son ataques dirigidos para intimidar, generar miedo y censurar a la prensa. Además, que los comunicadores que son mayormente atacados por las fuerzas públicas son aquellos que registran abusos de la fuerza contra los manifestantes.
Bock recordó que “en el marco de las protestas la prensa cumple con una función esencial que es recabar y difundir información de lo que sucede y es la información que finalmente todos podemos recibir para conocer con mayor precisión lo que está pasando” y agregó que “la fuerza irracional utilizada contra la prensa no resuelve los conflictos, y por el contrario el hecho de no garantizar el trabajo de los y las periodistas es tomar el camino antidemocrático”.
Por estos motivos, la Fundación para la Libertad de Prensa ha solicitado al presidente Iván Duque, al ministro del Interior, así como a los convocantes del paro, los dirigentes y figuras públicas de los movimientos sociales y partidos políticos a rechazar públicamente la violencia contra los periodistas y no promover señalamientos que estigmaticen el oficio periodístico.
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