El olvido que seremos emocionó al país al convertirse en la primera película colombiana en ganar el premio Goya iberoamericano, después de ese reconocimiento, ha acumulado otros premios en festivales cinematográficos a lo largo del mundo.
La película estaba programada para su estreno el pasado 1 de mayo en las salas de cine del país, junto a la apertura de Cine Colombia, pero la reapertura de esos espacios no pudo realizarse por el tercer pico de la pandemia de covid-19 y la convulsionada situación que inició dos días antes de la fecha propuesta.
Ahora se conoció otra buena noticia para la producción de Fernando Trueba y es que su película ‘El olvido que seremos’, inspirada en el libro homónimo del escritor Héctor Abad Faciolince, es una de las principales para los premios Platino tras la publicación de la preselección oficial de la próxima ceremonia.
Ese galardón que reconoce el cine iberoamericano pre seleccionó la producción para concursar en 12 categorías. Se encuentra en Mejor Película Iberoamericana de ficción, el director Trueba está como precandidato a Mejor dirección, y el actor Javier Cámara como posible a Mejor interpretación masculina.
Los miembros del filme también se encuentran nominados por esa película a las categorías de: Mejor interpretación femenina con Patricia Tamayo, Mejor interpretación femenina de reparto con Kami Zea, Mejor música original, Mejor guión por parte de David Trueba, Mejor dirección de montaje, Mejor dirección de arte por el trabajo de Leonie Heys-Cerchio y Camilo Ospina, Mejor dirección de fotografía a cargo de Sergio Iván Castaño y Mejor dirección de sonido de Zbigniew Preisner.
La ceremonia de premiación se realizará de manera presencial el primer fin de semana de octubre, aunque hasta el momento no se conoce el lugar de la sede donde se desarrollará. Aún falta la selección oficial de quienes participarán finalmente por los premios.
Hay más producciones colombianas preseleccionadas en los Premios Platino al Cine Iberoamericano, también se encuentra Luz de Juan Diego Escobar Alzate, a mejor película y continúa en carrera en la categoría de Mejor Ópera Prima Iberoamericana; y Segunda estrella a la derecha de Ruth Caudeli, preseleccionada a mejor película.
Según el diario El Colombiano, en esta primera edición con reconocimiento a las series, las dos producciones colombianas El robo del siglo y Chichipatos de la productora Netflix se encuentran preseleccionadas a siete y cinco categorías.
Los actores nacionales también hacen presencia en esta preselección. Antonio Sanint, María Cecilia Sánchez, Andrés Parra, Marcela Benjumea, Conrado Osorio y Silvia Varón están presentes en categorías de interpretación por las producciones nominadas.
En la categoría de Mejor Película de Animación, aparece Tundama, un filme de Edison Yaya y Diego Yaya, una película que se desarrolla en medio del siglo XIX y cuenta la historia de un valeroso cacique que se enfrenta a los españoles y unos niños que, en medio del conflicto, busca a una niña perdida.
En la categoría de Mejor Documental aparecen otras dos producciones nacionales en preselección. Está Fait vivir de Oscar Ruiz Navia que retrata a esa comunidad a través de la mirada de un niño; y La Fortaleza, un documental de Andrés Torres que sigue el viaje de un aficionado al Atlético Bucaramanga.
Sobre El olvido que seremos
“Esa película no se puede hacer, es que no se puede”. Fernando Trueba, ganador del Oscar a mejor película en lengua no inglesa por Belle Époque y con casi una decena de premios Goya en su biblioteca, es uno de los realizadores más respetados de España. Fue en él en quien pensó el escritor colombiano Héctor Abad Faciolince cuando, finalmente, aceptó la propuesta de Gonzalo Córdoba, quien, como productor, llevaba años insistiendo en que realizaran una cinta basada en su libro “El olvido que seremos”, pero el realizador español se negaba a adelantar el proyecto.
Héctor Abad Gómez fue un médico y profesor universitario reconocido por su indeclinable lucha en defensa de los derechos humanos, asesinado en Medellín el 25 de agosto de 1987. Veinte años más tarde, el escritor decidió exorcizar el dolor por la muerte de su padre en un texto que celebra la vida del hombre por el que estaba dispuesto a ir al infierno.