La reforma tributaria, ahora retirada por el Gobierno dado el repudio social que generó, ha recibido varias propuestas de frentes políticos y sociales que consisten en una ‘contrarreforma’ menos ambiciosa que genere menos impacto en las clases menos favorecidas. Sin embargo, el Pacto Histórico, en cabeza del futuro candidato presidencial Gustavo Petro, propone un movimiento inusual en el país: derogar la reforma tributaria que la administración impulsó en 2019.
“Nuestra propuesta es retirar la actual reforma, algo ya cumplido, pero no hacer trampas para reeditarla de nuevo. Y en segundo lugar, derogar la reforma de 2019. No es mucho pedir porque la de 2019 fue hecha sobre la base de una teoría falsa y Carrasquilla decidió aplicarla en Colombia”, explicó Petro, durante una rueda de prensa.
Según la lógica del precandidato y líder de encuestas, las principales falencias de la misma recaen en las exenciones a las empresas privadas y los bonos de títulos de deuda para particulares. Para su reflexión, utilizó como referencia un artículo de Bloomberg, medio económico estadounidense. “Es decir, las personas que han entregado dinero a título de deuda al Estado colombiano y esperan rendimientos. Según la página [Bloomberg], estos bonos se desplomaron. Si alguien quisiera venderlos, le darían cero dólares”, aseveró el senador.
De acuerdo con el mismo, solo hay cuatro países con bonos desvalorizados y, entre ellos, figura Colombia. Petro afirma que, desde 2019, se ve el fracaso de la política económica colombiana por la intención principal de la reforma: “disminuir impuestos a sectores corporativos muy poderosos como petroleras y sector financiero”.
Petro afirma que, sin embargo, se necesitaría otra reforma tributaria para aumentar el recaudo. A pesar de esto, el político cree que con la derogación se conseguirían al menos 9 billones de pesos anuales para aligerar el déficit fiscal colombiano.
Por otro lado, el Pacto Histórico no es el único que encuentra necesaria la derogación. La Coalición de la Esperanza, conformada por políticos de centro y centroizquierda, pidió acabar con las exenciones otorgadas al sector privado en 2019. Por otro lado, el desmonte sería más ambicioso en ojos de esta colectividad.
De acuerdo con la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), citada por el conjunto político, la eliminación del beneficio traería 15,4 billones de pesos para el país. Cabe resaltar que, entre las fuentes de dinero que cita el documento, se encuentra el IVA a consumo de lujo junto al control de gasto y evasión. En total, dicho ítem traería 3 billones de pesos al país.
¿Banco de la República?
Sin embargo, después de muchas críticas anteriores por sugerir imprenta de divisa en forma de préstamo para financiar la pandemia, Petro volvió a plantear un salvavidas por parte del Banco de la República. “En momentos de recesión la emisor debe dedicarse a financiar directamente la política social y no ser simplemente una fuente de liquidez bancaria”, aseveró.
Cabe resaltar que una medida como esta, a pesar de plantear un financiamiento bajo tasas de interés cómodas, aumentaría la deuda colombiana y, de fondo, sería una medida transitoria que requeriría cambios fiscales y tributarios más dolorosos en un futuro. Sin embargo, Colombia es uno de los únicos países del mundo en no echar mano de su banca central para encontrar financiamiento en crisis.
A pesar de la posibilidad, el Banco de la República no considera que este sea un buen escenario de cara a las calificadoras de riesgo. Ante el Senado de la República, Leonardo Villar, gerente de Banrep, afirmó que un crédito al Gobierno sería ”supeditar la política monetaria a objetivos fiscales, los cuales deben regirse por una lógica distinta”. Además, quien reemplaza a Juan José Echavarría en el cargo máximo del Emisor afirma que el país aún puede buscar fuentes de financiamiento al interior del mismo.
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