Luego de casi siete años de procesos, el pasado 30 de abril, el juez 43 de conocimiento de Bogotá condenó a Amanda Azucena Castillo Cortés, exrectora del colegio Gimnasio Castillo Campestre, donde estudiaba Sergio Urrego, por los delitos de falsa denuncia y ocultamiento, alteración o destrucción de elemento material probatorio. De acuerdo con los señalamientos, la mujer es una de las principales razones por las que el joven decidió terminar con su vida en agosto del 2014, luego de ser perseguido y rechazado por su orientación sexual. Alba Lucía, mamá de Sergio, ha venido hablando con varios medios de comunicación respecto a la decisión de la justicia colombiana, sin embargo, entre esas intervenciones, hizo una de las más personales, y habló de algunos aspectos de su hijo quien, para el día de su muerte, tenía 16 años.
En un diálogo con Noticias Caracol, Alba, en medio de la nostalgia, recordó momentos específicos con su hijo, Sergio. “Conmigo tenía bromas, me lanzaba a la cama, me hacía cosquillas ya grande. Me daba besos, era muy cercano (...) Inclusive, me habían dicho que Sergio tiene un alma de viejo porque tenía una relación muy linda con las personas adultas, más que con los mismos jóvenes”, le relató la mujer al noticiero en donde agregó que Sergio era un joven brillante, amante de la lectura y de Mafalda. Además de ser un empedernido defensor de los derechos humanos.
Sergio reveló su orientación sexual a su madre cuando tenía 16 años. Para ese entonces, los problemas para Sergio ya habían comenzado, precisamente, por sus preferencias. Alba Lucía relató que, aunque ella mostró su apoyo desde el principio, notó temor en Sergio, según ella, el joven hablaba nervioso, y con los ojos llenos de lágrimas. “Yo lo único que pude decir, y tal vez fue lo más acertado como mamá, es que yo lo abracé y le dije que la etiqueta que nunca le iban a quitar era la de ser mi hijo. Yo lo abracé y le dije que yo iba a estar ahí y que lo iba a defender hasta el final”, expresó ante ese medio de comunicación.
El acoso, el rechazo y la persecución que vivió Sergio en su colegio llegó a límites que, según Alba, fueron inimaginables, incluso, ella misma recibió una denuncia por supuesto abandono de hogar por parte de la condenada exrectora Amanda Azucena Castillo Cortés, “fue en el momento en el que yo ya vi muy desesperado a mi hijo, ya por esto había pasado también una denuncia contra mí, porque yo empecé a apoyar a mi hijo y ella quiso empapelar la ciudad con mi nombre y con el de Sergio. Empezó a decir que yo tenía abandonado a Sergio y me denunció por abandono de hogar”.
Para ese entonces, Sergio tenía un noviazgo con un joven llamado Danilo Pinzón y, la manipulación de la exrectora fue tal, que incitó a los padres del joven a denunciar a Sergio por supuesto acoso sexual. Alba comentó, en su diálogo con la periodista del noticiero, que los padres del joven no entendían la sexualidad de su hijo, Danilo, por lo que acudieron a pedir ayuda en la institución: a la misma entidad que estaba persiguiendo y hostigando a Sergio.
“Ellos no entendían la orientación sexual de su hijo, ellos pidieron ayuda al colegio para poder entender (...) una psico orientadora para poder entender que estaba pasando y lo que hicieron fue apoderarse de eso, redactar la denuncia contra mi hijo, diciendo que eso era acoso sexual, que mi hijo era el que perseguía a Danilo en ese momento y que ellos tenían que colocar esta denuncia”, reveló.
Agosto llegó, y con ese mes llegó la trágica noticia de la muerte de Sergio. Luego de dejar algunas cartas para su mamá y amigos, Sergio decidió ponerle fin a su vida. Además de los sentidos mensajes, Sergio dejó pruebas de todo lo que había ocurrido a su alrededor, por ejemplo, dejó conversaciones de WhatsApp en donde se evidenciaba que su relación con Danilo siempre fue consensuada, y no se trataba de acoso sexual, como lo quería mostrar Castillo Cortés.
“Todas las pruebas me las deja él, deja subrayado el manual de convivencia, deja un flecha donde decía ley 1620 de 2013″, por la cual, según se lee en la norma, “se crea el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar”.
Aunque todavía se está a la espera de que un juez determine la cantidad de tiempo que Amanda Azucena Castillo deberá estar privada de su libertad, la Fiscalía General de la Nación solicitó 11 años de cárcel y el pago de una multa de 502 salarios mínimos mensuales legales vigentes (cerca de 500 millones de pesos).
Alba Lucía, solo tiene palabras de agradecimiento para entes como estos que estuvieron al frente de la situación, sin embargo, asegura que esos siete años de lucha pudieron ser menos, “estoy muy agradecida en este momento por todo el apoyo que sentí, tanto de la Fiscalía como la Procuraduría. Tengo unos sentimientos encontrados, porque siento que sí le fallaron nuevamente a Sergio por haber permitido tantos tiempos de dilación (retraso en el proceso), porque precisamente por esto es que no podemos cerrar el caso como debería cerrarse”.
El juez aseguró que para el día lunes 3 de mayo, dictará la sentencia contra la exrectora Amanda Azucena Castillo.
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