En Manizales un grupo de manifestantes que salieron a las calles este 1 de mayo, decidió tumbar el busto del conservador Gilberto Alzate Avendaño. Mientras la marcha transitaba por la la carrera 21, centro de la ciudad, con la ayuda de un separador arrancaron el monumento de la base de concreto.
En redes sociales hay varios videos que muestran el momento en que los ciudadanos tumban el busto y luego lo dejan botado sobre la vía con manchas de pintura.
También, algunos en Twitter justificaron este acto aludiendo a la posición derechista del político que nació en Manizales en 1910 y perteneció aun movimiento fascista en los años 40 y 50.
“En la década de 1940, Laureano Gómez se acercó a los idearios del nazismo y el fascismo, llegó a incitar la violencia a inmigrantes Judíos. Laureano Gómez y Gilberto Alzate Avendaño replicaron la noche de los cristales rotos en Bogotá, incitando a apedrear comercios de judíos”, contó la cuenta especializada en dar datos históricos de Colombia.
“Su movimiento se llamó en su honor Alzatismo, caracterizado por un fuerte nacionalismo, ultraderechismo, fascismo y totalitarismo. Ideológicamente era un feroz opositor al Partido Liberal. Promotor de ideologías nacionalistas. Benito Mussolini criollo”, comentó otro usuario de la red social.
Sobre las marchas de este sábado, el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, aseguró que se presentó otro caso de vandalismo en la ciudad. “No es posible que en una marcha de 3.000 manizaleños decentes y que no quieren la tributaria, 6 encapuchados acaben de vandalizar el Supermercado Olimpica de la AV Santander. Le pido a los marchantes sacar de ahí estos desadaptados”, advirtió.
La estatua que cayó en Cali
Tras la caída de la estatua de Sebastián de Belalcázar por parte de la comunidad misak el pasado 28 de abril, al inicio de las manifestaciones en Cali, usuarios en redes sociales esperaban la opinión del alcalde Jorge Iván Ospina.
El mandatario expresó que todavía hay narrativas que se deben construir en Cali. “Efectivamente en la ciudad no existen monumentos para la comunidad afro, la indígena, que tanto le han dado a una ciudad plural y multiétnica, por eso yo creo que sí faltan algunos movimientos arquitectónicos para visibilizar”, anticipó Ospina, antes de explicar su punto a una periodista de RCN.
“Eso lo que significa es que no puede estar el conquistador y [que] no estén nuestros afros y nuestros mestizos. Si una sociedad excluye desde sus símbolos, es una sociedad inequitativa”, concluyó el mandatario.
En Twitter se pronunció el concejal de la ciudad Fernando Tamayo, quien dijo que para “los caleños la estatua es un ícono de la ciudad”, pero esto va en contravía con las declaraciones dadas por voceros de la comunidad misak, quienes explicaron que llegaron a Cali por la reivindicación de su pueblo y reclamando la “justicia histórica”, como lo hicieron en 2020 durante las protestas de septiembre en Popayán donde derribaron la estatua de Belalcázar que posaba en la cima del Morro de Tulcán. Según las comunidades indígenas, el fundador de Cali asesinó, violó y causó el genocidio de varias personas de su comunidad.
Y la historia así lo confirmó cuando el español fue condenado a muerte en 1546 debido a los tratos inhumanos y sistemáticos contra los indígenas y por participar en alegatos con otros conquistadores, pero Belalcázar murió en Cartagena de Indias en 1551 de camino a Europa buscando levantar su condena.
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