El “médico de los pobres” José Gregorio Hernández, venerado como santo tanto en Venezuela como en Colombia, recibió este viernes oficialmente el título de beato de la Iglesia católica en una pequeña ceremonia celebrada en Caracas.
“Con nuestra autoridad apostólica concedemos que el venerable siervo de Dios José Gregorio Hernández Cisneros, fiel laico, experto en la ciencia y excelente en la fe, que reconociendo en los enfermos el rostro sufriente del Señor como el Buen Samaritano, los socorrió con caridad evangélica curando sus heridas del cuerpo y del espíritu, de ahora en adelante sea llamado beato”, indicó el nuncio apostólico Aldo Giordano en el acto.
La Arquidiócesis de Caracas reveló este jueves la imagen de un mosaico de José Gregorio, hecho por el artista plástico Luis Enrique Mogollón, que reposará en el Santuario de Isnotú, el pequeño poblado del occidental estado de Trujillo en el que vino al mundo en 1864 el nuevo beato venezolano.
Mogollón dijo que haber hecho el mosaico de José Gregorio es un “sueño” que le permite cumplir “una promesa”, puesto que, afirmó, el “médico de los pobres” salvó la vida de su hermano e hija.
“Tiene unos detalles maravillosos”, señaló el artista sobre su obra. “Cuenta con piezas que miden un milímetro de espesor la cuales hay que colocarlas con pinzas para lograr la precisión, sobre todo en la parte de los ojos”, añadió.
ADORNAR CON SU IMAGEN
El cardenal Baltazar Porras, uno de los que presidió la ceremonia de beatificación, pidió a los venezolanos adornar las entradas y ventanas de sus casas con la imagen de José Gregorio, a quien veneran como santo en el país vecino y también en Colombia.
“Adornemos las entradas de nuestras casas con la imagen de José Gregorio, con la bandera de Venezuela, del Vaticano”, pidió Porras en un vídeo difundido por la Arquidiócesis.
El entusiasmo en Venezuela por la beatificación llegó incluso al Parlamento, donde el oficialismo, que ejerce una abrumadora mayoría, anunció que solicitará a la Iglesia venezolana una de las más de 160 reliquias de José Gregorio, que fueron confeccionadas con fragmentos de sus huesos.
MÁS CERCA DE SER SANTO
Nacido el 26 de octubre de 1864 en un pequeño poblado del occidental estado de Trujillo, José Gregorio Hernández se ganó su halo de santidad tanto en Venezuela como en Colombia por su labor en pro de los más desfavorecidos y sus reivindicaciones para reclamar más atención de los Gobiernos hacia las regiones del interior de Venezuela.
Por eso, ya es considerado un santo -rango superior al de beato en el seno de la Iglesia católica- entre los más humildes de Venezuela y Colombia, donde se le atribuyen numerosos milagros y donde los feligreses piden hace años su intervención para curarse de todo tipo de problemas médicos.
En Colombia se calcula que hay unos 200 templos donde se le rinde culto al hoy beato venezolano y en los barrios más humildes durante mucho tiempo su figura de traje oscuro encabezó el salón principal junto al sagrado corazón de Jesús.
La Conferencia Episcopal Venezolana ha señalado que, ahora, tras la ceremonia de beatificación, José Gregorio Hernández está más cerca del reconocimiento de su santidad, por lo que la causa de su canonización continúa y, para lograr su aprobación, requiere, al menos, un nuevo milagro.
En este sentido, Tulio Ramírez, obispo de Guarenas y vicepostulador de la Causa de Beatificación y Canonización del doctor Hernández, pidió hace tres días a los venezolanos que manifiestan haber recibido un milagro de José Gregorio que compilen documentos, exámenes y testimonios y los envíen a la mencionada comisión.
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