Indígenas se toman vía que de Pasto conduce a Tumaco, en Nariño

Esta es la forma de la comunidad awá de rechazar la reforma tributaria y el incumplimiento del Acuerdo Final de Paz.

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En lo corrido del año
En lo corrido del año se han presentado 24 homicidios de indígenas awá, el año pasado solo hubo ocho. (Foto Corporación Nuevo Arco Iris)

Los indígenas del sur de Colombia siguen firmes en sus acciones para apoyar el Paro Nacional que inició ayer, 28 de abril, y se ha extendido hasta hoy, 29 de abril. Esta tarde se reportó que la comunidad Awá bloqueó la vía que conduce de Pasto a Tumaco, en Nariño. Esta población está haciendo presencia específicamente en el tramo de carretera que está dentro de la jurisdicción de Ricaurte y en el sector El Diviso, adscrito al municipio de Barbacoas.

“Ayer se cumplió una asamblea de los pueblos indígenas y se determinó que se continuaría con el bloqueo en la vía. Seguimos en protesta y rechazamos la reforma tributaria y los incumplimientos de los acuerdos de paz”, aseguró un líder Awá a RCN Radio.

La decisión de bloquear esta carretera en particular tiene que ver con que esta es la principal conexión terrestre que hay entre los municipios de Nariño. La vía conduce a Tumaco, que es un puerto muy importante del Pacífico que abastece a los diez municipios costeros de esta región del país. Además, por ese mismo camino los campesinos, pescadores y pequeños comerciantes sacan sus productos y los distribuyen.

La comunidad awá está asentada al suroccidente de Colombia, en los municipios de Cumbal, Santa Cruz de Guachavez, Mallama, Ricaurte, Barbacoas, Roberto Payán, Tumaco e Ipiales, en Nariño; y en los municipios de Mocoa, Puerto Asís, Valle del Guamuez, San Miguel, La Dorada, Orito, Puerto Caicedo, Villa Garzón en el Putumayo.

En ambos departamentos se reportan constantemente problemas relacionados con la vulneración de los derechos humanos, pues ahí operan varios grupos al margen de la ley. Esta razón, principalmente, es la que motiva a los indígenas a unirse al Paro Nacional.

De hecho, algunos de los municipios en los que habitan los awá están en la lista de los diez territorios más peligrosos para los excombatientes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc). La información fue revelada por el Sistema de Monitoreo de Riesgos de la Unidad de Investigación y Acusación (UIA) de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) el 28 de abril.

Si bien es cierto que el estudio tiene en cuenta principalmente el peligro que corren los exFarc, los campesinos e indígenas siguen corriendo mucho riesgo, pues los subversivos no discriminan a la hora de atacar. La población se unió al paro para que se garantice la seguridad de sus territorios.

EN CONTEXTO: Los 10 municipios más peligrosos para los excombatientes de las Farc en Colombia

Por otro lado, los indígenas aseguran que también son violentados por el mismo Gobierno del presidente Iván Duque ya que, según los afectados, este no ha implementado correctamente el Acuerdo Final de Paz de 2016.

De hecho, otro problema latente, y que también sustenta la lucha de los awá, es el posible retorno del Programa de Erradicación de Cultivos Ilícitos mediante la Aspersión Aérea con el herbicida Glifosato (Pecig). Esta comunidad indígena, al igual que otras poblaciones de otros lugares del país, aseguran que esta práctica no es la salida a los problemas de inseguridad, narcotráfico y violencia que tiene el país.

Los afectados también han expresado varias veces que no es necesario retomar la aspersión con glifosato ya que ellos están dispuestos y comprometidos con “la sustitución voluntaria y la transición a las economías lícitas”. Por supuesto, esa voluntad depende del Gobierno y de que se ejecute el Plan Nacional Integral de Sustitución (PNIS).

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