El 28 de abril, en Colombia se vivió una tensa jornada de manifestaciones en contra de la reforma tributaria que el presidente Duque quiere imponer en el Congreso de la República y que ha sido rechazada por casi todos los sectores de la sociedad, el día termino con un cacerolazo unísono en todo el país al compas de la lluvia y con un numero considerable de daños a las personas que se manifestaron de forma presencial, además, de los daños materiales en algunas ciudades que opacaron la intención principal de la movilización.
Las manifestaciones iniciaron temprano, en algunos lugares los ciudadanos estuvieron presentes desde las 5am y en otros desde las 7am. Las ciudades principales como Cali, Bogotá y Medellín, vieron miles de personas cantando arengas, llenando las calles de gritos desesperados para ser escuchados y al comienzo como se dijo la jornada se llevo de forma pacifica. Pero algunos actos vandálicos se comenzaron ha registrar y desviaron el debate inicial. En ciudades como Cali se registraron desmanes y actos vandálicos que empañaron la jornada e hicieron que el Gobierno local tuviera que adelantar el toque de queda.
El primer acto que sorprendió a muchos en la capital del Valle del Cauca, fue la caída de la estatua del conquistador español Santiago de Belalcázar por indígenas misak, que creo un debate entorno a este tipo de imágenes.
Pero ahí no paro todo, pues varias cámaras de fotomultas fueron destruidas por hombres, que, con martillos en mano, acabaron con estos artefactos electrónicos, además, de múltiples robos que después y en algunos casos ciudadanos que participaban en las marchas trataron de parar.
De inmediato el ministro de Defensa, Diego Molano anunció la militarización en Cali para “garantizar seguridad y cerrarles la puerta a los actos vandálicos”.
“Ante hechos de violencia en Cali di instrucción al Ejército de Colombia de apoyar a autoridades locales con patrullaje conjunto con Policía. Desde el Gobierno Nacional, insistimos en la premisa de garantizar seguridad y cerrarles la puerta a los actos vandálicos”, anunció el funcionario..
Para dichas labores, agregó, ya fueron desplegados 554 agentes adicionales de la Policía Nacional, incluyendo motorizados; 300 del ESMAD y 450 soldados del Ejército, que, según dijo, tendrán la misión de garantizar la seguridad de los ciudadanos caleños, las entidades públicas y el comercio local.
En Medellín, el alcalde de la ciudad, Daniel Quintero, anunció el toque de queda en toda la comuna 10 de la capital antioqueña desde las 6:00 p. m., pues durante el día ocurrieron algunos actos de violencia y vandalismo.
La marcha arrancó pacífica y festiva en el norte de la ciudad, pero al pasar de las horas se tornó violenta en el Parque de la Luces, al frente de la Alpujarra luego de que miembros del Esmad empezaran a lanzar gases lacrimógenos. En el mismo lugar también se destruyeron cámaras de seguridad y de fotomultas.
En Bogotá, la alcaldesa, Claudia López y el secretario de Gobierno, Luis Ernesto Gómez hicieron un balance de lo sucedido en la ciudad. Confirmaron que al menos 10 mil personas se movilizaron en la ciudad y que se vandalizaron 36 estaciones del Transmilenio, 163 buses del sistema troncal y 69 del sistema zonal.
Razón por la cual, como lo manifestó la alcaldía, muchos tuvieron que caminar hasta su casa aún a las 7pm algunas troncales comenzaron a funcionar. “Tenemos plena operación del sistema de vigilancia en los barrios de la ciudad”, agregó la mandataria. Sin embargo, no hubo ninguna alarma de asonada o disturbios en los barrios populares de la ciudad.
Por su parte, el secretario de Gobierno dijo que los “equipos de Derechos Humanos acompañan a las personas trasladas por protección y a 13 civiles heridos en el marco de la protesta”.
Uno de los actos que marco el costo de la vandalización en la capital fue que al inicio de la manifestación un funcionario de la alcaldía encargado de dialogar con los manifestantes fue herido “con un objeto contundente” que pretendía impactar a los agentes antidisturbios, informó la Policía. Además, un grupo de personas causó daños al edificio del canal RCN, acto que fue rechazado por la Fundación de Libertad de Prensa.
Desde el Gobierno nacional, el ministro del Interior, Daniel Palacios, hizo un recuento de la jornada y aseguró que el Gobierno es garante del derecho a la protesta, pero dijo que serán “contundentes para combatir cualquier expresión de violencia” e hizo hincapié en lo sucedido en Cali.
Aseguró que fueron vandalizados 16 automotores, 14 buses (10 en Cali y 4 en Bogotá) , 2 vehículos particulares en la capital del país, tres motos, 21 vehículos y estaciones de TransMilenio, 8 buses y 9 estaciones del Mio en Cali, donde uno de los buses fue incendiado.
Además, se capturaron 40 personas en todo el país y 44 policías fueron heridos, la mayoría en la ciudad de Cali donde 30 uniformados resultaron lesionados.
En su intervención en el programa presidencial ‘Prevención y Acción’, el jefe de la cartera del Interior dijo que 47.500 uniformados hicieron presencia durante las manifestaciones, 39 mil fueron de la Policía, 7.600 de la Fuerzas Militares, se usaron 50 aeronaves, 31 drones y 42 tanquetas, para garantizar la seguridad de los colombianos.
Pero de la información oficial no salió tanta información sobre los civiles muerto y heridos, en las horas de la noche sólo se había conocido el lamentable hecho en Neiva, de un joven murió durante los enfrentamientos con el Esmad, y aunque en un principio se habló de que habría sido asesinado, un video muestra el momento en que el joven cae al piso.
Se trata del joven Juan Diego Perdomo, de 20 años y sobre su muerte la Policía Nacional aseguró que el estudiante “se encuentra solo y no hay de por medio ningún escenario de confrontación con la Fuerza Pública ni manifestantes”, recoge El Tiempo.
Finalmente, organizaciones sociales, con la Campaña Defender la Libertad, hablan de que no fue sólo uno sino cuatro el número de fallecidos (tres de ellos en Cali y el otro en Neiva). Además, hablaron de casi medio centenar de heridos.
Por su parte la Fiscalía, anunció que capturado a “14 presunto integrantes de las denominadas brigadas clandestinas, que serían las responsables de infiltrar y sabotear jornadas de protesta en diferentes ciudades del país”.
De momento se desconoce si estos u otros 18 detenidos que menciona el ente acusador hacen parte del mismo reporte del Mindefensa. Lo que sí detalló es que tenían antecedentes de participar en otros actos vandálicos como los sucedidos en Bogotá entre el 20 y el 21 de septiembre del año pasado.
Pero ante este trágico balance, Cartagena, fue un caso atípico pues el alcalde de la ciudad, William Dau, se unió a las protestas y se negó a sacar al Esmad, lo que garantizó que los cartageneros protestaran de manera pacífica y respetando los protocolos de bioseguridad, para evitar contagios de covid-19.
Al igual que Barranquilla, donde la jornada se desarrollo de forma pacífica y no se presentaron alteraciones del orden público, según las autoridades de la capital del Atlántico. Las movilizaciones se dieron en tres puntos de la ciudad desde las 8:00 a.m. en donde al menos 5.000 mil persona recorrieron las calles de la ciudad.
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