La reforma tributaria, la tercera del gobierno de Iván Duque junto al Ministerio de Hacienda de Alberto Carrasquilla, se deshojó en cada vistazo que le conceden a la opinión pública previo a la presentación del documento final. Hasta el momento, con cambios en algunos planteamientos iniciales que generaron inconformismo en casi todas las bancadas del Congreso y la ciudadanía, no ha sido suficiente el poder de convencimiento del Gobierno.
Incluso, el partido de Gobierno no ha callado sus reparos frente a la compleja propuesta. Desde el principio, varios legisladores de la colectividad cantaron su voto en contra y, después del texto definitivo, el Centro Democrático emitió un comunicado con recomendaciones bajo las cuales votaría por la reforma.
Al ver que se desmoronan los apoyos en el Congreso, Álvaro Uribe Vélez, expresidente y líder de la colectividad lanzó un llamado desesperado para salvar la reforma tributaria. En varias alocuciones, la polémica figura política ha manifestado falta de escucha dentro de los funcionarios de la administración de Duque.
En entrevista con Semana, el expresidente y padrino político del entonces anónimo mandatario de Colombia afirmó que las peticiones por una presentación distinta de la reforma fueron reiteradas. “Mil veces les dije, les rogamos que, por favor, no presentaran esos puntos, que no la presentaran así, porque iba a provocar un gran rechazo popular, en el Congreso no la aprueban así, hacen unos cambios y castigan al Gobierno y al partido, y la presentaron así infortunadamente”, lamentó el exsenador en conversación con la periodista Vicky Dávila.
También fue crítico de la falta de consenso entre el Gobierno y las bancadas amigas, las cuales se oponen tajantemente a apoyar al Ejecutivo. “Tuvimos largas conversaciones con el equipo económico (de Iván Duque) (...) Hay una necesidad de unos recursos para lo social, que tenía que ser una reforma prudente, social y consensuada con los diferentes partidos. Incluso, yo me atreví varias veces a hacerle esos comentarios con el respeto y el afecto que le tengo al señor presidente. Con el deseo que mantengo de que él acierte”, dijo.
Además, recalcó que el problema no es que no consulten con él las reformas planteadas. “Si hubieran acertado y no escucharon, está bien. El problema no es de vanidades, sino que teníamos dos preocupaciones. La primera era la necesidad de consensuar la reforma con diferentes fuerzas políticas del Congreso que han apoyado al Gobierno. Segundo, evitar que esa reforma incluyera unos temas que generan hoy ira social. ¿Nos duele? Es por eso. Si no consultan y lo hacen bien, uno lo aplaude”, concluyó el expresidente.
Además, añadió que el ajuste a plantear debe ser menos radical. “Hay que buscar una ecuación con reforma moderada, social y consensuada que ahora se logre en un acuerdo que se plasme en la ponencia y acelerar más la política social, eso es útil a la democracia”.
Ya Uribe había planteado un recaudo moderado en la reforma. El domingo, el expresidente publicó un video en redes sociales en el que propone un cambio consistente en recortar casi a la mitad el recaudo que propuso el Ministerio de Hacienda, de 23 billones a solo 12, según el exsenador.
“Proponemos un proyecto de 12 billones de recaudo, que no mueve el IVA, no le cobra a los servicios públicos, tampoco a más pensiones de las que ya pagan, no impone cargas a los reducidos salarios de los ciudadanos de ingresos medios. No afecta a los alimentos”, escribió el exmandatario.
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