La Evaluación de Riesgos Climáticos, instrumento que identifica y evalúa los riesgos actuales y futuros que se pueden presentar en Bogotá, aseguró este viernes que las temperaturas extremas y la variación en las precipitaciones o lluvias, son algunas de las consecuencias que se pueden experimentar durante las próximas dos décadas en la ciudad.
En este estudio, además de considerar los cambios en las variables de precipitación y temperatura, se visibiliza la escala y gravedad de los impactos del cambio climático.
“La temperatura en Bogotá va a cambiar significativamente de aquí al 2040. Ya no estamos hablando de 50-100 años, lo verán nuestros nietos, a nosotros nos tocará vivir esta situación. En 2040 vamos a tener una ciudad con un clima muy distinto, tendremos un incremento en la temperatura en las zonas rurales en un promedio de 0,25 °C y en la urbana de hasta 0,65 °C, ese cambio en el promedio anual puede representar riesgo para todos los ciudadanos”, indicó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia, durante el lanzamiento del Plan de Acción Climática.
Esta es la primera vez que en Bogotá se realiza un análisis de este tipo proyectado a escala de unidades de planeamiento para áreas rurales y urbanas (UPZ y UPR). Así como se analizó para el incremento de la temperatura, se realizó para el régimen de lluvias, el cual mostró que en el occidente de la ciudad va a llover 35 % más, y en los Cerros Orientales y Sumapaz, 15 % menos.
El riesgo climático hace referencia a los efectos negativos sobre los ecosistemas y las personas, estos son ocasionados en cierta parte por los gases efecto invernadero y que se ven reflejados en eventos y condiciones climáticas atípicas. Las islas urbanas de calor, incendios forestales, precipitaciones extremas, movimientos en masa, inundaciones y avenidas torrenciales (crecidas) son las más comunes.
“Aunque estamos acostumbrados a que la temperatura cambie varios grados a lo largo del día (en Bogotá), vamos a empezar a observar los impactos sobre la seguridad alimentaria, el bienestar de la Estructura Ecológica Principal, las especies y, por supuesto, la disponibilidad del agua, todo esto como resultado de esos fenómenos”, agregó la secretaria de Ambiente.
Durante el lanzamiento del Plan de Acción Climática, la alcaldesa de Bogotá, Claudia López le hizo un llamado a los ciudadanos para que cambien sus hábitos y adopten cinco acciones concretas para reducir el riesgo del cambio climático.
En primer lugar, invitó a los ciudadanos que buscan comprar vivienda, priorizar aquellos proyectos que tengan techos verdes, jardines verticales y reutilicen el agua; segundo, a que se muevan de sostenible como caminar, usar la bicicleta o utilizar el transporte público limpio; tercero, hacer una adecuada separación en la fuente; cuarto, creación de huertas urbanas por parte de la comunidad y quinto, que las industrias hagan transición a tecnologías limpias.
<b>¿Qué busca el distrito con el Plan de Acción Climática?</b>
Según informó la Secretaría de Ambiente, el PAC permitirá a la ciudad contar con una hoja de ruta para disminuir en un 15 % las emisiones de gases efecto invernadero - GEI a 2024, en un 50 % a 2030, obtener la neutralidad en carbono en 2050, además, lograr que Bogotá sea resiliente a las amenazas climáticas que la afectan con mayor intensidad.
La implementación del PAC llevará a Bogotá a ser una ciudad más sostenible y cumplir con las metas propuestas en el Acuerdo de París (2015), que entre otras, busca evitar un aumento superior a 2 °C en la temperatura media global, en comparación con los niveles preindustriales.
Su constante actualización permitirá definir acciones concretas para la reducción del riesgo climático, aumentar la capacidad adaptativa y fortalecer la resiliencia a los efectos del cambio.
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