La captura del hombre, quien se desempeña como carnicero en un local en la localidad de Puente Aranda, se dio luego del seguimiento de las autoridades, quienes fueron testigos de cómo el hombre amedrantaba a la mujer exigiéndole cuantiosas cifras de dinero a cambio de no revelar el contenido pornográfico.
Según lo informado por Alerta Bogotá, programa de la emisora La Cariñosa 610 AM, la mujer le confesó a la autoridades que efectivamente, cuando ella era pareja del hombre se había grabado con él sosteniendo relaciones sexuales, y luego tras terminar su relación, el hombre la amenazó con revelar las imágenes si ella no le daba a cambio dinero.
De acuerdo con el medio, ella nunca se imaginó que después ese video se iba a convertir en un calvario, pues cuando ella se separó de este hombre, la intimidó varias veces y le pedía que tuvieran sexo nuevamente.
«Nosotros finalizamos la relación, pero él aún tenía los videos que hacíamos cuando manteníamos relaciones sexuales, eso formaba parte de un fetiche de la pareja. Ahora me amenaza con publicarlos en las redes sociales, enviárselos a amigos y familiares si no le doy dinero o me acuesto con él», narró la víctima.
La mujer cansada de las amenazas por parte de este individuo, acudió al Gaula de la Policía y contó que el hombre empezó a amenazarla a través de mensajes de texto y llamadas, por lo que unidades Antisecuestro y Antiextorsión emprendieron la investigación y seguimiento del caso para darle captura a este hombre.
En medio de un operativo de inteligencia, la mujer aceptó entregarle al hombre la suma de un millón de pesos a cambio de que no revelara las imágenes, pero justo cuando se los iba a entregar, los uniformados llegaron para darle captura por el delito de extorsión.
Finalmente, las autoridades lograron la captura del hombre en el barrio La Victoria de la localidad de San Cristóbal, mientras recibía el dinero producto de las exigencias que le realizaba a la víctima.
Condenan a tres cabecillas de una banda que extorsionaba desde las cárceles
Condenan a tres integrantes de una red delincuencial dedicada a la extorsión desde las cárceles fue impuesta por un juez especializado de Cundinamarca, luego de la solicitud hecha por la Fiscalía General de la Nación tras demostrar diferentes hechos en los que bajo la modalidad de ‘tío - tío’ lograron recaudar dinero de manera ilegal.
La entidad reunió la mayor cantidad de elementos probatorios en contra de los procesados, un hombre y dos mujeres identificados como Edwin Julián Barrantes Navarrete, Jasbleidy Andrea Yasno Leiva y Lady Diana Camacho Barragán, deberán pagar 22, 17 y 19 años de prisión, respectivamente, tras ser imputados con los delitos de extorsión agravada y concierto para delinquir agravado.
De acuerdo con las autoridades, estas personas se encargaban de contactar vía telefónica a sus víctimas y fingían ser un sobrino o un familiar que tenía un problema con la justicia. Luego de esto, otra persona pasaba al teléfono y se hacía pasar por un policía quien aparentemente les quería ayudar, pero que a cambio necesitaba una cierta cantidad de dinero para sacarlos de supuesto problema.
Las víctimas, por temor a que sus familiares pudieran ser judicializados, accedían a las solicitudes y hacían trasferencias de dinero que oscilaban entre los $300.000 pesos y $1.000.000. Estas se enviaban por medio de casas de giros a cuentas de mujeres que reclamaban el dinero producto del ilícito.
Después de las investigaciones se logró determinar que los afectados llegaron a hacer depósitos de dinero desde Bogotá, Maní (Casanare) Cali (Valle del Cauca) y Duitama (Boyacá), entre otras ciudades, con destino a cuentas bancarias ubicadas en Cali, (Valle del Cauca) y Bogotá.
En el proceso uno de los argumentos esgrimidos por el fiscal de la Seccional Cundinamarca, a cargo de la investigación, indican que desde el 2014, el hoy condenado Barrantes Navarrete, realizaba las llamadas telefónicas desde el centro penitenciario La Esperanza del municipio de Guaduas (Cundinamarca) con fines extorsivos, mientras que, por su parte, las dos mujeres fueron las señaladas de recibir el dinero reclamado por intermediarios.
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