El pasado 14 de marzo, una azafata y modelo colombiana fue detenida en Niza, al borde de la Riviera Francesa, al ser sorprendida por las autoridades locales con unas bolsas de cocaína colocadas en su cintura que pesaban, en total, 1,9 kilogramos. De acuerdo con el medio Nice-Matin, la mujer es de apellido Escobar, lo cual, según el periódico regional, pudo haber llamado la atención de la Aduana de Francia.
La AFP reporta que la droga, que la mujer tenía escondida debajo de unas medias veladas, fue encontrada por medio de una revisión rutinaria en el peaje La Turbie en la Costa Azul francesa. Después de que los oficiales no encontraran nada en las maletas de los pasajeros que viajaban a Italia, se dispusieron a revisar a cada uno de los pasajeros, incluida la colombiana.
La mujer, de 28 años y quien también cuenta con una nacionalidad española, era residente en el país hispanohablante y decidió movilizar los estupefacientes hasta Milán. En la ruta terrestre desde Madrid, pasó por Francia, en medio de las dos naciones, para acceder al país destino por el sur del primero y el norte de Italia.
Por la misión de transportar más de 70.000 euros en estupefacientes, según el medio local, fue premiada con 2.000 euros por los dueños de la droga. Con esto de evidencia, el principal argumento de la colombiana es que decidió colaborar con la delincuencia por necesidad. “Demostraremos que su acto es consecuencia de la pobreza”, dijo su apoderada, Sophie Jonquet, destacada abogada francesa y líder de una firma de litigantes que opera entre Marsella y Niza.
El pasado miércoles, 21 de abril, se llevó a cabo el juicio de la colombiana, quien terminó condenada a 3 años de prisión y deberá pagar una multa de 76.080 euros. “Esto corresponde al valor de mercado de la droga, o 40 euros el gramo”, expresó Alain Chamama, juez del caso, quien también le prohibió a la colombiana la entrada al territorio francés por diez años.
¿Por qué lo hizo?
De acuerdo con la AFP, se trata de una mujer morena de cabello largo y manos cuidadas. Además, cuenta con estudios superiores después del bachillerato en Europa. Sin embargo, la pandemia y la situación económica mundial también la impactó. Por esto, asegura ella, debía ayudar a su familia.
“Es una mala racha en mi vida, siempre he trabajado, mi agencia canceló contratos por culpa del covid-19 y no pude encontrar trabajo, nunca acepté nada ilegal (...) solo quería ayudar a mi mamá”, expresó la joven de 28 años durante la diligencia legal.
De acuerdo con su testimonio en defensa propia, la mujer tenía el dinero destinado para saldar deudas del arriendo de su madre en Madrid. Después, el dinero les iba a alcanzar para pagarle los tiquetes a ambas rumbo a Colombia, para encontrarse con su padre. “Por eso tomé esta terrible decisión. Me arrepiento y pido perdón de nuevo”, continuó la mujer, en lágrimas, durante la audiencia, replicada también por el diario francés Le Figaro.
El juez bajó la pena solicitada
El contacto que la hizo transportar el alcaloide sería un colombiano apodado “El Negro”, quien habría pagado su pasaje en el bus. El mismo la habría montado a un bus que partió desde Lisboa y que, como destino final, tenía Hungría. Sin embargo, la colombiana iba a aprovechar la escala en Milán para dejar el pedido y obtener sus 2.000 euros.
En la declaración de las requisas, la Fiscalía francesa, por su parte, pedía al menos 4 años de prisión para la colombiana. Sin embargo, la defensa de la experimentada Jonquet tenía como meta que se respetara el deseo (súplica) de la colombiana: poder salir de la cárcel antes de los 30 años para no comprometer su futuro como azafata. A pesar de que logró bajar la pena solicitada por un año, quien se apellidaría Escobar saldría de la cárcel aproximadamente a los 31 años.
Jonquet, quien regularmente defiende ‘mulas’ atrapadas en el territorio de la Costa Azul francesa, afirma que la joven modelo no habría incurrido en este delito en condiciones normales. “Nunca hubiera participado en eso sin la crisis”, argumentó en la diligencia.
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