Este 22 de abril, el recrudecimiento de la violencia en Colombia, de nuevo, se hizo evidente: en Caldono (Cauca), actores armados dispararon contra una avanzada de la minga indígena, dejando un saldo preliminar de entre 7 y 11 heridos, y en Puerto Rico (Caquetá) dos sicarios en una motocicleta asesinaron a un par de oficiales de Policía:
En contexto: Grupo armado ataca minga indígena que rechaza el asesinato de Sandra Peña, en Caldono, Cauca
Los patrulleros, Ana Beatriz López y Juan David Vela, de 27 y 24 años, fueron atacados a las 11 de la mañana de este jueves mientras se movilizaban en una motocicleta de la institución. Ambos eran oriundos del Amazonas y llevaban en la Policía siete y seis años, respectivamente.
Las autoridades, ejecutaron un plan candado para atrapar a los asesinos y ofrecieron $ 100 millones por quien dé información de ellos. Además, existe la hipótesis de que fueran miembros de una disidencia de las Farc, a la que la Policía identificó como “Grupo Armado Organizado Residual (GAOR-40) Jorge Briceño”.
Horas después del crimen, el ministro de Defensa, Diego Molano, se pronunció: “¡Cobardes!, es la palabra que define a los asesinos de nuestros patrulleros Ana Beatriz López Rivas y Juan David Vela González. Di la instrucción de desplegar acciones necesarias para dar con los responsables”.
En su cuenta en Twitter, Harry González, representante a la Cámara por Caquetá, manifestó: “Héroes de la Policía asesinados hoy en Puerto Rico, Caquetá. Mis condolencias a las familias de Ana López Rivas y Juan Vera González. Total rechazo a estos actos de violencia. Pedimos justicia”.
Quien también manifestó su rechazo fue el senador Carlos Felipe Mejía, que compartió en Twitter: “Duelen en el alma los asesinatos de nuestros héroes de la Fuerza Pública. La impunidad es partera de más violencias. Sentidas condolencias para las familias de los patrulleros, José Jaimes, asesinado en Cúcuta, Ana Beatriz López y Juan David Vela, asesinados en Puerto Rico, Caquetá”.
José Jaimes, patrullero al que se refirió Mejía en en tuit, falleció el pasado 21 de abril en Cúcuta (Norte de Santander), luego de cuatro días luchando por su vida en una clínicia, víctima de un ataque en su contra.
<b>Uno de los antiguos médicos de las extintas Farc fue asesinado en límites de Meta y Caquetá</b>
El 18 de abril pasado también se registró un asesinato en Caquetá. La víctima fue el excombatiente de las Farc Yeison Ayala, que en el antiguo grupo subversivo se le conocía como Eber Castro, donde se desenvolvió como médico empírico en las columnas móviles del Bloque Oriental, hasta el 2016.
Castro fue ultimado cuando llegaba al caserío San Juan de Lozada que se ubica entre los límites de los municipios de San Vicente del Caguán (Caquetá) y de la Macarena (Meta) el pasado domingo, según informaron en el partido Comunes, que surgió tras el acuerdo de paz.
En el Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) recordaron que en esa misma zona fue asesinado la semana anterior Camilo Cufiño, otro firmante del acuerdo, y el líder social Juan Carlos Aguirre.
“La Defensoría del Pueblo emitió una alerta, la 042 de 2018, en la que advierte el riesgo de la población por la presencia de estructura post Farc-EP, como el frente Séptimo y la Segunda Marquetalia (posiblemente mediante la Columna Vladimir Stiven)”, indicaron en Indepaz.
En el periódico El Espectador reseñaron que los otrora enfermeros de las Farc fueron los que más lamentaron el deceso de Castro, ya que acudían a él cada vez que el caso de un herido se les salía de las manos.
Tras la firma del acuerdo, el que fuera uno de los médicos empíricos de la extinta guerrilla, inició su proceso de reincorporación con el que estaba terminando el bachillerato.
“Nos mata el Estado, nos matan los paramilitares, nos matan los elenos y las mismas disidencias, o sea, la misma gente que tuvo que comer mierda con nosotros también nos da bala”, dijo en El Espectador Alexa Rochi, una excombatiente de las Farc que fue cercana a Castro.
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